El anuncio del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, de solicitar el mayor presupuesto militar en la historia de ese país es sin duda el inicio de una carrera armamentista con China, Rusia, Irán y otros enemigos, que corren el peligro de terminar drenando recursos vitales de su economía hacia el gasto militar.
Para comprender este tema, véase lo siguiente:
“El Pentágono desveló su plan presupuestario para el año fiscal 2024, lo que contará con un presupuesto de 842 000 millones de dólares, rompiendo así un récord… De hecho, la cifra de 842.000 millones de dólares anunciada el lunes ha superado al presupuesto de 2023 con un crecimiento de 3,2 %, incluidos 145.000 millones de dólares para la investigación, desarrollo, pruebas y evaluación, y para la compra de armas: 170.000 millones… Además, incluye una inversión de 61.100 millones de dólares para fortalecer el armamento aéreo letal, 48.100 millones para la construcción naval, otros 37.700 millones para modernizar su arsenal nuclear; y 33.300 millones en capacidades espaciales vitales… 146.000 millones de dólares destinará para la preparación de fuerzas conjuntas y 5,2 % en la nómina de los militares y el personal civil del Departamento, el mayor aumento en más de 2 décadas, y en 4 décadas, respectivamente… El presupuesto militar para el año fiscal 2024 es más de lo que se gastó en el momento álgido de las guerras de Corea o Vietnam y 100.000 millones de dólares más de lo que se gastó en el momento más álgido de la Guerra Fría durante el gobierno de Ronald Reagan. Vamos más cerca, el monto presupuestado en defensa para el año fiscal 2024 supera al anterior en 26.000 millones de dólares y al de 2022 en casi 100.000 millones de dólares”.
Es en este punto, donde ya se puede ver una competencia global con la República Popular China, que parece estar decidida a retomar Taiwán por la vía militar, en los próximos tiempos, arriesgándose a una confrontación militar con los estadounidenses que dejaría la Guerra en Ucrania, como un conflicto menor, debido a las dimensiones económicas y militares de ambos países, que si podría considerarse una III Guerra Mundial “in crescendo”, señalándose lo siguiente:
“China también dio a conocer su presupuesto militar anual para 2023, que aumentará 7,2% a aproximadamente 1,55 billones de yuanes (224.000 millones de dólares) en un informe preliminar del presupuesto publicado la mañana de este domingo. El aumento del gasto marca el segundo año consecutivo en que el aumento anual del gasto militar supera el 7% y supera el crecimiento de 7,1% del año pasado, en medio de crecientes tensiones geopolíticas y una carrera armamentista regional. Al igual que en otros años recientes, la cifra se mantiene muy por debajo de la expansión simbólicamente significativa de 2 dígitos. “Las fuerzas armadas deben intensificar el entrenamiento militar y la preparación en todos los ámbitos, desarrollar una nueva guía estratégica militar, dedicar más energía al entrenamiento en condiciones de combate y hacer esfuerzos bien coordinados para fortalecer el trabajo militar en todas las direcciones y dominios”, dice el informe de trabajo de Li”.
En el caso de la Federación Rusa, la guerra de Ucrania se ha convertido en una sangría espantosa en términos financieros, no solamente por las afectaciones comerciales y financieras de las sanciones de los aliados de Ucrania, sino porque a mediano plazo se espera que las mismas afecten duramente el sector industrial ruso, como de hecho ya está afectando su presupuesto nacional, en desmedro de muchos otros sectores importantes; veamos esta referencia:
“Las proyecciones fiscales están cambiando a medida que las prioridades se desvían a favor de las fuerzas armadas y se alejan de áreas como la protección ambiental. Con casi 5 billones de rublos (84.000 millones de dólares), o 3,3% del producto interno bruto, los desembolsos en «defensa nacional» ahora ocupan el segundo lugar después de los programas sociales del gobierno como parte del gasto… Putin prepara un ambicioso plan de gasto para el ejército en los próximos dos años, más de lo planeado inicialmente, ya que Rusia adapta el presupuesto a las necesidades de una guerra más larga y cada vez más costosa en Ucrania. Ahora se prevé que el gasto en defensa para los próximos presupuestos supere los actuales en más de 43%, mientras que la categoría relacionada de seguridad nacional y aplicación de la ley aumentará en más de 40 %, según un plan fiscal de tres años visto por Bloomberg”.
En este apartado, no se puede calcular de momento los costos de municiones, equipos e indemnizaciones al personal militar herido o muerto, debido a que la censura militar de la misma guerra, cubre con mucha efectividad, las cifras de las mismas y solamente la agencia estadounidense ORYX con rigurosos protocolos metodológicos, ha logrado captar una parte muy parcial de la misma, expresando lo siguiente:
“(CNN) — Rusia habría perdido hasta la mitad de toda su flota de tanques operativos desde el comienzo de la guerra de Ucrania, según información recopilada por un grupo de monitoreo, mientras sus fuerzas armadas luchan por cumplir los objetivos de la invasión de Vladimir Putin… El grupo dijo esta semana que ha verificado 1.000 pérdidas distintas de tanques rusos en la guerra. Dijo que otros 544 tanques rusos habían sido capturados por las fuerzas ucranianas, 79 dañados y 65 abandonados. Esa cifra no incluye las pérdidas que Oryx no ha podido confirmar visualmente, dijo Jakub Janovsky, un analista militar que contribuye al blog de Oryx. Estimó que el peaje real podría estar más cerca de los 2.000 tanques. «Rusia comenzó la guerra con alrededor de 3.000 tanques operativos… por lo que es muy probable que Rusia haya perdido la mitad de (sus) tanques utilizables», dijo Janovsky”.
En cuanto a Irán, el sorpresivo acuerdo de paz con Arabia Saudita, encaminado a evitar un conflicto militar con las poderosas monarquías del golfo pérsico, concentrándose en Israel y Estados Unidos, donde crece la percepción de un conflicto inevitable, véase:
“Washington no sólo acepta la confrontación de Israel con Irán, sino que la apoya activamente. Por ejemplo, a finales de enero, el ejército estadounidense participó en un ejercicio conjunto con Israel en el que se simularon ataques ofensivos de largo alcance; fue el mayor ejercicio de este tipo que ambas partes habían realizado juntas. El ejercicio fue diseñado para mostrar las capacidades de Estados Unidos en su respuesta rápida de intervención en crisis regionales. Israel ha frustrado varios complots en el último año, incluido un intento de atentado contra turistas israelíes en Turquía. Pero si en el futuro un atentado acaba con la vida de un gran número de israelíes, las represalias israelíes contra Irán podrían ser inevitables. Cómo y dónde podría responder Irán no está claro.”
Fuente: https://www.eldebate.com/internacional/20230301/riesgo-conflicto-entre-israel-e-iran_97033.html
En este contexto histórico, no cabe duda en opinión del autor, que estamos en una carrera armamentista y tecnológica, como la que precedió en Europa a la I Guerra Mundial, donde el enorme crecimiento industrial de Alemania hacía inevitable el crecimiento de su flota de guerra hasta alcanzar la posibilidad de superar la Armada Británica, de no haber ocurrido dicha guerra. Hoy en día, la Armada china ya dispone de la mayor cantidad de barcos operativos del mundo y su flota mercantil y especialmente pesquera es con gran diferencia la mayor del mundo.
La brutal desarticulación de la economía venezolana de los últimos 10 años sacó al país de la lista de potencias militares regionales, alcanzada al final del gobierno de Hugo Chávez con sus enormes compras a Rusia, púes la idea de ampliar el presupuesto militar en un país con nuestras debilidades económicas genera grandes problemas financieros.
En conclusión, Estados Unidos está poniendo en tensión total a sus adversarios, a objeto de repetir la experiencia soviética de hacerlos quebrar financieramente por sus presupuestos de defensa nacional.