«La Tierra ofrece lo suficiente para satisfacer las necesidades de cada hombre, pero no la codicia de cada hombre». Mahatma Gandhi
El 3 de agosto de 1498, Cristóbal Colón descubrió la tierra firme venezolana en el oriente por la costa de Paria, a la que llamó Tierra de Gracia. En esta tierra hermosa que nos ha brindado lo mejor, actualmente se encuentra en disputa el Esequibo, no por culpa de la llamada cuarta república, sino por los errores del chavismo. La disputa por el Esequibo se agudiza, y en septiembre, Jorge Rodríguez hizo un llamado a la Asamblea Nacional, donde se acordó convocar un referendo consultivo para que el pueblo refuerce la defensa de ese extenso, inhóspito y rico territorio. Son casi 160.000 kilómetros cuadrados que están en disputa entre ambas naciones. Cierto, es importante defender los derechos territoriales de Venezuela, pero no de la forma esquiva como lo hacen desde el gobierno, y digo esquiva, porque en este caso no hay una estrategia seria con incidencia jurídica, toda vez que ese referéndum tiende a distraernos de lo medular, o sea, de que en el fondo no están ejerciendo una real defensa territorial y, por esa vía y con tal actitud, saldrán más raspados en la CIJ de lo que salieron en la CPI.
La Guayana Esequiba es una zona de reclamación del extenso territorio situado en la margen izquierda del río Esequibo. No es la única reclamación que ha enfrentado Venezuela. En cuanto a Colombia, existe un largo problema acerca de la delimitación de las áreas marinas y submarinas en el Golfo de Venezuela, problema en el que se mostró mayor determinación en épocas pasadas. Estas diferencias fronterizas vienen del siglo pasado, desde el mismo momento en que se decide la disolución de la Gran Colombia y Venezuela se constituye en República independiente. Desde entonces, el país ha perdido la quinta parte de su territorio, como bien lo señalara en 1941 el escritor Andrés Eloy Blanco: “¿Por qué se ha reducido el territorio venezolano?” Venezuela tuvo que lidiar en su frontera oriental con Inglaterra, y en la occidental con Colombia, no tan coloso, pero con una diplomacia clarividente y habilidosa. Ambos países nos arrebataron el 44% del territorio nacional. Estos datos parecen ser reveladores y concluyentes: en el año 1882, Venezuela tenía una extensión territorial de 1.639.398 km², mientras que, en el año 2021, la extensión territorial se redujo a 916.445 km², lo que representa una pérdida territorial de 722.953 km².
La disputa territorial por el Esequibo entre Venezuela y Guyana ha sido objeto de controversia durante más de 50 años. En marzo de 2018, Guyana presentó una demanda contra Venezuela ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la disputa territorial entre ambos Estados sobre el Esequibo. La CIJ se declaró competente para conocer la disputa por el territorio Esequibo que mantienen Venezuela y Guyana desde hace más de 100 años.
En cuanto a la historia de la disputa, el Laudo Arbitral de París del 3 de octubre de 1899 fue una sentencia emitida por un tribunal arbitral reunido en París, Francia, creado dos años antes según lo establecido en el Tratado Arbitral de Washington D.C. del 2 de febrero de 1897. En este tratado, Estados Unidos, en una representación de Venezuela, por una parte y el Reino Unido, como propietario de la colonia de Guayana Británica, por la otra, habrían convenido someter a arbitraje internacional la disputa sobre la frontera al oeste de la colonia británica y el este de la independiente Venezuela. Venezuela nunca reconoció ese acuerdo y luchó por todas las vías. En el gobierno de Raúl Leoni, se logró un entendimiento entre los ingleses con el Acuerdo de Ginebra, que fue publicado en la Gaceta Oficial de Venezuela N.º 28.008 del 15 de abril de 1966 y posteriormente registrado por este mismo país el 5 de mayo de 1966 en la Secretaría General de la Organización de las Naciones Unidas bajo el N.º I-8192. Tres meses después de la firma del acuerdo, el 26 de mayo de 1966, la colonia de Guayana Británica recibe la independencia llamándose a partir de entonces «República de Guyana» (y desde 1970: República Cooperativa de Guyana), fecha a partir de la cual el nuevo Estado pasa a formar parte del acuerdo como país soberano e independiente junto a Reino Unido y Venezuela, aunque sustituye totalmente a Reino Unido en las conversaciones con Venezuela respecto al diferendo limítrofe.
El desarrollo histórico de esta disputa tomó un rumbo completamente desfavorable para el país, con un hecho que se ha vuelto relevante en estos días y frente al cual el gobierno parece hacer caso omiso. Esta actitud evasiva se refleja en la forma en que se manejan las responsabilidades inherentes a esta gran equivocación del difunto eterno. Hugo Chávez Frías fue muy claro al declarar que no se opondría a que Guyana entregara concesiones en el Esequibo si esto beneficiaba al pueblo y contribuía a su desarrollo. Fue en ese momento cuando “autorizó” al gobierno anterior de Guyana, de tendencia socialista, a explotar el Esequibo, otorgando concesiones con el objetivo de “ganar simpatía” y establecer alianzas con los gobiernos del Caribe. Sin embargo, al hacer estas declaraciones desafortunadas e interesadas, el Intergaláctico no imaginó que pasaría a la historia como el traidor más destacado de la patria, al no mostrar firmeza diplomática y manejar asuntos tan importantes para nuestro país con tanta ligereza y falta de interés, para finalmente entregar el territorio del Esequibo.
Haciendo memoria, en el año 2004 Chávez viajó a Guyana y declara: Los brazos bolivarianos están abiertos para este maltratado país… no seremos obstáculos para ningún proyecto de ustedes en el Esequibo… se cancela esta pelea, somos hermanos. Simultáneamente se celebraba en La Habana lo que los Castros calificaron como un triunfo contra el imperialismo: abandonar el contencioso fronterizo y dar rienda suelta a Guyana para tomar los territorios en reclamación. Las pruebas de esa entrega, de traición a la patria, están documentadas, así como también que el artífice de esta entrega por capítulos fue Cuba. Dicho de otro modo, durante casi dos décadas en este tema ha privado la indolencia, pienso que, a propósito, lo cual activó o materializó un principio que en derecho internacional se llama Aquiescencia, y significa: “El que calla otorga”. Y ese “silencio aprobatorio” fue una de las tantas instrucciones del patrón cubano, ya que dejamos de ser un país soberano y pasamos a ser una provincia de Cuba, y esa fue la estrategia del intergaláctico-supremo Chávez con Fidel Castro y el presidente de Guyana para ese entonces Bharrat Jagdeo, en el año 2006 en La Habana.
La disputa por el Esequibo ha sido objeto de debate, pues algunos sostienen que es una cortina de humo para encubrir los errores del gobierno de Maduro. Sin embargo, es el pueblo venezolano quien debe evaluar lo expuesto y formar su propio juicio al respecto.
@robertveraz