Los venezolanos votantes divididos por el gobierno, las autoridades del poder electoral y el caudillismo partidista enfrentan este 21 de noviembre un reto más para ratificar su existencia demócrata ciudadana cuando asistan a las mesas de sufragio a escoger los representantes regionales de su ámbito estatal, de distrito, municipio y junta parroquial, organización esta última para la representación vecinal en la base de la pirámide socio política.
Sin garantías de imparcialidad el directorio del Consejo Nacional Electoral constituido por mayoría ilegal de sus miembros con tres directores identificados con el Partido Socialista Unido de Venezuela-PSUV; se enrumbaron a llevar adelante una consulta más sin corregir las violaciones a citas para sufragar ajustándolas estrictamente a la norma en Procesos Electorales.
Omitir tales correctivos era de vital importancia para acrecentar en el votante la confianza en las autoridades y técnicos encargados de la ejecución de pasados, presente y futuros encuentros para la escogencia de sus autoridades naturales en los grados indicados por la Constitución de Venezuela.
Mas no es así, instituciones, expertos invitados como observadores junto a organizaciones no gubernamentales y la sociedad civil una vez superadas las convocatorias han presentado legajos de análisis debidamente respaldados por el trabajo de campo recomendando los encausamientos a ser ejecutados ante los venideros referendos y ajustar a derecho sus resultas.
Los cambios amañados atentan contra el acto comicial y más cuando esta propensión de cambios inconsultos reiterada cita tras cita tiende a distorsionar circuitos electorales de vital importancia.
El Centro Carter en el año 2006 emitió recomendaciones invitando a ser corregidas por la autoridad electoral. Igual iniciativa ha sostenido vehementemente la Organización de Estados Americanos y su secretario general, Luis Almagro, ha hecho de ello y la vigencia del Tribunal Supremo de Justicia legítimo una constante cruzada.
En cuanto a instituciones más allá del continente suramericano, la Organización de las Naciones Unidas al referirse al tema electoral creó una oficina para motivar la participación electoral en el mundo, así como en cuanto a Venezuela se refiere al pleno ejercicio de los derechos constitucionales del ciudadano común, dentro de estos la actitud sesgada del CNE ante la libre y transparente escogencia de sus mandos por parte del votante.
La Unión Europea en su visita previa a Venezuela para explorar el envío de una comisión de Observadores al encuentro de este 21 de noviembre, se refirió a las fallas del sistema como la poca iniciativa en acotar los correctores necesarios. Las críticas de UE no se han hecho esperar, pero desestimo por inapropiado el comentario del representante del gobierno común del viejo continente Josep Borrell en menoscabo de la operatividad electoral contemplada en la carta marga.
Hoy por hoy más de 70% de los venezolanos rechazan al gobernante Maduro Moros y su dupla cubana. La falta de unidad de los antagonistas al régimen los podría alejar de un triunfo seguro en las urnas de nombramiento, aunque esta alerta ante la posible tramoya del gobierno para desconocer el legítimo triunfo de la oposición al ordenar a sus secuaces presentar como hecho final cifras inciertas de los candidatos de la preferencia extrema roja, tal como aconteció en reuniones anteriores.
Luis Vicente León, presidente de Datanálisis, expresó en conferencia con comerciantes zulianos que la oposición tiene chance en los estados Miranda, Zulia, Mérida, Táchira, Lara, Nueva Esparta, Anzoátegui y Bolívar, pero observa atentando contra la legítima victoria al fantasma de la división. El resto de estados podría verse beneficiado el comunismo.
Para Victor García de Infocifras en Zulia, Mérida, Táchira, Aragua, Nueva Esparta y Falcón, los adversarios tienen oportunidad; el resto es para el PSUV.
La disputa de David Uzcátegui y Carlos Ocariz en Miranda, según analistas, le podría restar posibilidades al retirárseles seguidores. Interpretaciones del CNE en el caso Ocariz-Uzcátegui anulando los votos en transferencia de Ocariz hacia su competidor podría ahuyentar los votantes a nivel nacional.
Consultas realizadas por teléfono indican que 34% no votará, 8% no sabe, constituyendo entonces la abstención y tiene dudas juntas la primera opción. Tanto la oposición como el PSUV con 29% cada tendencia están dependiendo del arrastre de última hora para declararse ganadores.
Creo que todos estos esfuerzos por presentar cifras sobre gustos y preferencias del consumidor en las elecciones regionales podrían venirse abajo cuando Maduro Moros intervenga con su lápiz rojo y tache al ganador para poner como victorioso a su representante perdedor.