No es casual que los multimillonarios Elon Musk, Jeff Bezos y Richard Branson hayan destinado una porción de sus fortunas en investigación y desarrollo de un potencial nuevo negocio: el espacio.
Más allá de sus inversiones aquí en la Tierra, que les permitió acumular ingentes cantidades de millones hoy están viendo más allá del globo y buscando oportunidades afuera del planeta.
El viaje al espacio dejó la esfera de la ficción y pasó a ser realidad.
Seguramente en algún tiempo más consolidarán los viajes al espacio, y en una próxima generación lleguemos a Marte, de manera que lo que hoy parece ficción y temeridad en ese momento será algo habitual.
Lo mismo ocurrió con las Vingt mille lieues sous les mers, obra literaria del escritor francés Julio Verne de 1870 que describía los viajes dentro el mar en un momento histórico en que no existían los submarinos con las capacidades que hoy conocemos. En ese momento era ciencia ficción. Lo propio ocurre hoy: estamos viviendo los prolegómenos de lo que será una fecunda industria especial. Y cuando decimos nicho de mercado nos referimos a la cantidad de negocios que los seres humanos podrán realizar en el espacio, desde el simple turismo, a mejorar las condiciones médicas, genéticas, industria de la energía, tecnología y otros que se van a ir abriendo una vez se hayan conquistado esas nuevas fronteras.
Otro elemento para no descuidar y tomar en cuenta: para el espacio y toda la industria que ello requiera el Estado quedó relegado a un segundo plano. Son los empresarios y emprendedores privados los que tomaron la batuta. Atrás quedó la Guerra Fría entre los estados Unión Soviética y Estados Unidos y su carrera para ver qué estado llegaba a la Luna primero. Hoy son los empresarios privados que salen a conquistar un espacio que en términos de negocios promete ser una verdadera revolución para le economía en la Tierra.
Sumado a los viajes espaciales viene una nueva industria de la energía. La emergencia absoluta de las renovables como la energía solar, principalmente, que de a poco irá reemplazando fósiles y petróleo e irá de la mano con los viajes fuera del globo. Y agarrada a la otra mano avanza la tecnología.
Estos tipos están revolucionando la tecnología, la energía y la industria.
Van a dar mucho de qué hablar. Su alta capacidad financiera y su visión innovadora los coloca en una situación privilegiada en la historia que se está escribiendo.
Por ello es que, desde esta humilde tribuna, apoyo y creo firmemente en los tres innovadores que están buscando ir al espacio y a ocupar Marte porque están abriendo la senda para nuevos derroteros para la humanidad. Están pensando ya no en función de individuos sino de especie.
Quizá logren sus objetivos, quizá no, pero de que están listos para dejar el camino trazado eso nadie discute.
@BorisSGomezU