01.- Los hijos, varones y hembras, de las evangélicas, que son mis vecinas, suelen escandalizar durante toda la noche. Hasta cuando no miran el amanecer no paran. No celebran la muerte, tampoco la vida. Presumo que mucho menos la consagración del caos, estafa, prostitución y robo en Venezuela. Ellos representan el fin del mundo que conocimos los venezolanos, antes de la instauración de ese bodrio que llaman socialismo. No es suficiente que tome pastillas antiansiolíticas para dormir, el vandalismo doctrinal de los desubicados de nuestra moribunda sociedad se encargan de mantenerme insomne.
02.- Cada día se me hace más difícil permanecer vivo.
03.- Semejo a lenguas muertas [latín, sánscrito, hebreo] porque, cuando hablo, nadie entiende lo que pretendo comunicar: si digo a una persona que la amo, me responde que eso le vale estiércol. Interactuar es constipación en una sociedad de individuos que pierden, de forma gradual, el don de la inteligencia.
04.- Nunca ideé asumir una doble vida, por tres fundamentales e irrebatibles motivos: es insostenible ser uno y otro tras presumir que, quienes somos allegados a los histriónicos, no tenemos por opción otra que la imbecilidad. Existe una existencia iniciática, que puede maquillarse y hasta enmascararse, pero, pestilente, supura herida. Nunca podrás erguir dúplex sin que nadie lo advierta, pero, sí proseguir haciéndolo para lesionar a quienes sienten afecto por ti aun tolerándote tanta abominación.
05.- Nací sin que alguien me preguntara cuánto deseaba o no irrumpir en este mundo, empero, consciente de mi existencia, no quise crecer, vivir y aguardar la muerte flanqueado por enemigos: pululan, y no fui quien los engendró
06.- Ofertada una revolución, suele pasar de anunciados anhelos de cambios en los ámbitos humanísticos-científicos y tecnológicos a patéticas escaramuzas e inconmensurables tragedias sociales sólo porque algunos pervierten su significado para incinerar repúblicas con extrema morbosidad.
07.- Mis depresiones empeoran, alucino, el Demonio está confidenciándome lo que depara el futuro inminente a los que arrogan sempiterna impunidad.
08.- Exterminio, te aguardo. El primer paso está consumado. Soy capitán del segundo, seré de los siguientes y escribiré un epitafio al fraude.
08.- Tú, yo, salvos, miraremos cómo la estafa muerde el polvo. Veremos a los comandantes implorar un salvoconducto.
09.- Miro lo que está por suceder como si estuviera en un cinema. Mi mente agita, presa de la catarsis consuma los hechos.
10.- No tengo paz, es el precio que debo pagar por haber sido investido vidente. Empero, seré vindicado. Al cabo, tendré satisfacción. Aun cuando hoy sobrelleve la existencia sin la quietud del monje que todavía habita en lo profundo de mi alma.
11.- La muerte me apura por estar, como mis enemigos fortuitos, desahuciado y fornicándolos, atrapado en un cuerpo presa del priapismo [con irreversibles erecciones] y no he podido sostenerme casto mediante «filosofurias»: satisfacer mis necesidades materiales e intelectuales mínimas aturde mi mente. La sensación de estar vivo me obliga frenar la prisa por contemplar el alba, lo sé, soy un hombre adusto y resisto, porque experimentaré mi triunfo eyaculándolo para no procrear más monstruos y la humanidad extinga.
@jurescritor