OPINIÓN

Escala de la verdad: visible, pública, notoria e irrefutable

por Daniel García Daniel García

Luego de transcurrido el proceso electoral presidencial al que el pueblo venezolano se volcó para participar y defender su voto, podemos decir y asegurar que todo los estudios estadísticos y lo visto en la calles en la precampaña y campaña formal se dio y en mayor cuantía de lo que se esperaba pronosticaba.

Comienzo por argumentar lo que aquí escribo tomando como ejemplo  mi centro de votación, donde la participación fue extraordinaria, cívica y entusiasta, cuyos resultados dieron como ganador por amplio margen a Edmundo González Urrutia. En mi mesa de votación el resultado fue 428 votos  (79%) Edmundo  González y 103 Nicolás Maduro (19%).  Siendo el candidato opositor ganador en las 4 mesas de votación del centro, los resultados fueron obtenidos, grabados y documentados por todas las partes involucradas, es decir, estando presentes los miembros de mesa, testigos de los candidatos y veedores de la ciudadanía, Plan República, cuerpo policial del municipio y comunidad en general, cuyo número estimado de personas ascendió a más de 350 personas. El resultado informado públicamente a viva voz de cada presidente de mesa fue en total de 1.756 votos por Edmundo González (82%) y 355 por el Sr. Nicolás Maduro (17%). Lógicamente, como ciudadano responsable doy fe de este resultado por haber estado presente al igual que todos quienes presenciamos este acto democrático.

Posteriormente todos los interesados e involucrados en este histórico proceso constatamos con el 100% de las actas en mano el resultado de los centros de votación de  la parroquia en la cual sufragamos y el resultado fue  similar en todas las mesas y todos los centros electorales, arrojando un total de 5.164 votos para Edmundo González, equivalente al  (77%) y 1.361 para Nicolás Maduro que alcanzó el (21%).

Ahora bien, ante esta escala perfectamente verificable cotejamos y sumamos los resultados de las cinco parroquias que componen el municipio Campo Elías del estado Mérida y la realidad fue la misma con una característica determinante e inobjetable en todo este municipio, el tercero con mayor peso electoral del estado cuyo resultado , considerado exitoso, claro, contundente y transparente, pese a las dificultades,  arrojó la impresionante cifra de 35.875 para Edmundo González (77%) y  8.410 para Nicolás Maduro (21%). Evaluando más profundamente estos resultados se pudo determinar para asombro de todos que el candidato de la unidad nacional Edmundo González Urrutia ganó en todas las mesas y centros electorales del municipio, pese a tener como alcalde a un oficialista, a quien por cierto las fuerzas vivas le decretaron su preaviso como autoridad local. Sin discusión y con sustento numérico, actas en mano, el Sr. Maduro fue cuadruplicado por Edmundo González, numéricamente hablando.

Los comandos y estructuras políticas participantes finalmente captaron la información general del estado compuesto por 23 municipios, los cuales ganó en su totalidad Edmundo González Urrutia, al igual que todos los centros y mesas de votación del estado Mérida, hasta en los rincones más apartados, siendo considerado este resultado histórico como el más importante alcanzado por candidato alguno en nuestra historia republicana. La victoria la obtuvo Edmundo González con 303.664 votos, que representan 77% y Nicolás Maduro  con 84.410, equivalente al 21%.

Lo aquí señalado está sustentado en los parámetros legales necesarios para la totalización de las actas en todo el país y en el estado Mérida, al igual que en todos los estados del país, se entregaron las cuentas claras, para presentarlas  y confrontarlas ante el anuncio del ente rector, que dio como ganador al candidato oficialista, al que proclamó sin publicar ni siquiera los resultados, a pesar del reclamo que enfrenta.

Finalmente, el fenómeno en cada mesa, en cada centro, en cada parroquia, en cada municipio y estado del país concluyeron con la victoria de Edmundo Gonzalez con más de 7 millones de votos contra Nicolás Maduro, que obtuvo un poco más de 3 millones. Ambos coparon la preferencia del electorado, dejando tan solo 2% -lo que equivale a 250.000 votos- para repartirlo entre los otros 8 candidatos que no tuvieron ninguna incidencia electoralmente hablando.

Este inédito proceso con características muy especiales, digna de análisis mostró al mundo algo sorprendente, todas las regiones y municipios del país dieron su respaldo a la opción de cambio planteada  por la oposición cuyos integrantes llenos de limitaciones, víctimas del ventajismo y con condiciones electorales desfavorables se alzaron con la victoria.

El país está claro de la situación que se ha presentado, que reviste gran complejidad. Sin discusión confía en su dirigencia actual, tiene conciencia de que todas las batallas las hemos ganado y los obstáculos, todos vencidos, pero aún tenemos  un gran reto que superar, más que vencer a Maduro en una elección y es  mantener la confianza, aferrarse fervientemente a la fe que hemos pregonado y que a veces pretendemos abandonar.

Cada venezolano en cualquier rincón de Venezuela y el mundo sabe lo que sucedió, lo que logramos y lo que tenemos que defender con la fuerza de la razón y la verdad. La violencia no será nunca nuestro instrumento de lucha. Quien tiene la partida ganada no se desvía de la ruta cívica y pacífica. El que pierde muestra su enojo, pierde la cordura y arremete contra lo que afecta sus intereses. Venezuela demostró al mundo su talante democrático, que finalmente se impondrá por la voluntad popular que ya fue cuantificada por quienes ostentan el poder.

Dios, la Virgen y José Gregorio Hernández nos sigan acompañando