«Solo diré esto a los venezolanos: cuando obtengan la libertad, no repitan los mismos errores. Valoren la democracia y la libertad. Será un regalo mío y de vuestros grandes líderes para liberarles de esta dictadura”.
(Elon Musk- Suráfrica, 28 de junio de 1971).
¡El pasado martes 15 de octubre, luego de las afirmaciones en televisión por parte del fiscal general de la República de Maduro, Tarek William Saab, aludiendo a que Luiz Inácio “Lula” da Silva sería actualmente un agente captado por la Central de Inteligencia Americana, CIA, la dictadura castromadurista lo ha desmentido. Además de reafirmar su compromiso con “la construcción de vínculos de hermandad y solidaridad” con Brasil, expresaron el “respeto absoluto a su trayectoria y liderazgo”. Lula había sostenido la posibilidad de continuar intentando una mediación conjunta de Brasil, Colombia y México para propiciar el diálogo entre Maduro y la legítima oposición venezolana.
Ocurre que, durante un tiempo determinado, cuando el “status quo” sufre inexorablemente los cambios necesarios, todo se llena de secretismo o de fábulas callejeras. Alrededor de su ocurrencia, de dicho tiempo, las conspiraciones son inevitables. Al marcar éste el fin de una era, se puede ver desde el optimismo como inicio de un ciclo promisorio de evolución y progreso futuro, como el que pensamos se está hoy produciendo en Venezuela, y también en nuestro mundo.
A veces la importancia de los hechos hace que se mantengan secretos de algún tipo, así sean como los de la CIA, que nos menciona el Fiscal de Maduro, o de cualquier otra organización. El plan o la estrategia para la ejecución y obtención de los resultados deseados así lo podría requerir. Ello ha dado lugar a las más diversas teorías de las conspiraciones que han rodeado a muchos de los grandes acontecimientos provocados y orientados por el hombre.
Venezuela no es la excepción en estos tiempos finales de decadencia castrista, y del experimento castrochavista. He reiterado en calificar el fatídico ensayo de creación de una suerte de país “cubanovenezolano” como el Sistema de “Estado Frankenstein”. La resultante de pedazos de sistemas muertos pegados hasta crear el “Estado monstruo”, criminal, en que han convertido las otroras instituciones de Venezuela. Éstas que no sólo amenazan con devorarlos a ellos mismos, sino que ya ha comenzado a devorarse a más oficiales con la destitución de otra parte de los mandos militares, donde todos están, permanentemente, bajo sospecha.
Es el terror el signo existente en cuarteles y en todas las instituciones del país. Después de producir el escape y destrucción de millones de ciudadanos y familias venezolanas, no es de extrañar que se devoren también entre ellos mismos, y a tipos que, como Tarek William Saab, opinen sobre Lula, o sobre cualquier otro asunto, sin permiso debido. Prohibido pensar. Así el sistema va anulando en sí mismo un mayor progreso de la sociedad.
No existe tal conspiración del señor Elon Musk ni de María Corina. Sencillamente, y a plena luz del día y uso de su plataforma comunicacional mundial X, se le ha antojado informar al señor Maduro y a sus adláteres que ya el billete existe. Que se estará empleando en la faena de extraerlo del poder “ por la buenas o por las malas” , como le encanta decir a su humillado y servil exmilitar Diosdado Cabello. Que esa es la decisión y lucha de todo un pueblo venezolano por superar la barbarie dictatorial, torturadora, y criminal existente en su actual versión exacerbada y convertida en la más horripilante criatura o “Sistema Frankenstein”.
Lo que sí existe, y de ello está en cuenta el mundo hoy, es una victoriosa oposición venezolana, representada por su escogida líder como candidata presidencial original, María Corina Machado Parisca, y el equipo resultante de la Plataforma Unitaria Democrática que decidió con lapidarias primarias del 22 de octubre del pasado año 2023 dirimir el liderazgo para la delicada etapa de reconquistar la libertad y la democracia para Venezuela. Lo que precisamente la dictadura no esperaba fuera la claridad y efectividad de la dirigencia opositora de, primero mantener la candidatura de María Corina durante la fase de primarias internas, y luego la grandeza de María Corina y de todo el equipo al dirigir sus fuerzas hacia una adecuada candidatura sustituta, receptora y depositaria del anhelo de cambio de las mayorías, funcionó exitosamente.
Desde hace un año a esta parte, desde la esplendorosa demostración de lo que puede ser una nueva, robusta y promisoria democracia para el futuro de Venezuela, al haber escogido de modo directo, transparente y respetuoso del ciudadano, así como eficaz políticamente, a nuestra inicialmente candidata presidencial, y que hoy tenemos como líder indiscutible que nos dirige, María Corina Machado Parisca, así como al equipo de la Plataforma Unida Democrática, que contrasta con la que es la derrota autocrática y de la anti popular puñalada dada al país aquel nefasto año 2012. Además de la pésima designación que “a dedo” le clavó a Venezuela el manipulado difunto Chávez, casi todo el mundo también reconoce el estado de intromisión de Cuba en Venezuela. La dependencia psicológica hacia Fidel Castro, seguramente aumentada bajo el sufrimiento por los dolores del cáncer y bajo medicación, le permitieron manejarlo a su antojo para que hiciera tal designación de Maduro. Ante lo que intuía en su razón pero inútilmente en su mundo mágico quería no reconocer, y era la realidad de su inminente muerte, se concretó la si conspiración contra el pueblo venezolano, y a partir de aquél «coma inducido» en diciembre del año 2012, esa muerte finalmente sería anunciada un 4 de marzo de 2013. Eso sí fue una real y patética conspiración.
A Maduro se le ha planteado de muchas formas, y con verídicas explicaciones su oportunidad y conveniencia, para él y su familia inmediata, así como la de sus colaboradores directos y familiares de dejar el poder pacíficamente. Por medios ciudadanos también pacíficos, el pueblo venezolano le ha estado exigiendo sea reconocida la legítima victoria del candidato unitario, Edmundo González Urrutia. La Habana, que tanto se ha querido lucir al prestarse como sede y agente facilitador de conversaciones de paz entre diversos gobiernos colombianos con la guerrilla de ese país, ahora “se hace la yo no fui”. No sólo no quieren coadyuvar a que Maduro pueda salir vivo del poder, si no que, habiéndose beneficiado del botín del secuestro continuado a Venezuela, durante más de veinte años, obstruyen una salida pacífica que es mucho más que una oferta, una oportunidad de paz ante una verdad más grande y redonda como una luna llena que es la decisión irrevocable e indetenible, por cualquiera de las opciones necesarias de cobrar la victoria del pueblo venezolano el 28 de julio. Llegó el momento de acordar con los gringos tu escape Maduro; antes de que los castristas, Cabello o cualquier otra fuerza conspirativa marque tu salida, pero esta vez será seguramente de la total escena terrenal.
Vamos, Venezuela Libre. ¡Avanzar!.
cátedrainternacionallibertad@
@gonzalezdelcas