El Estado muestra desprecio por los derechos humanos y por el bienestar social del pueblo al anunciar que cancelará el mísero aguinaldo en cuatro partes.
Ofrecer un morral de cuero con un par de zapatos a los docentes y no garantizar la seguridad social que merecen es humillante.
Rechazo el trato que el Estado le sigue dando a todos los docentes, trabajadores, jubilados y pensionados que actualmente reclaman un salario justo y pensiones dignas para poder sobrevivir a tan feroz crisis económica por la hiperinflación, que luce indetenible como exterminador de nuestra moneda nacional.
La demostración más evidente de la indolencia del Estado convertido en violador de los derechos humanos del pueblo es la de dividir el insignificante aguinaldo en cuatro partes, que seguro estoy lo condenará a una mísera Navidad.
Nuevamente las navidades serán para los poderosos que actualmente tienen el privilegio de contar con sus tres buenas comidas, buenos servicios básicos y seguros de salud con cobertura en divisas; el pueblo, que se coma un cable.
El Estado se burla nuevamente del sufrimiento de los venezolanos al declarar oficialmente la Navidad estando en pleno conocimiento de la situación crítica que se vive en los hogares al no tener cómo adquirir la canasta básica por los bajos salarios y pensiones miserables.
Navidad para los poderosos con su Niño Jesús, no para los menos pudientes.
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