“Es una ofensa que una autopista lleve el nombre de un genocida. Francisco Fajardo fue un genocida”. Con esas palabras anunció Nicolás Maduro el 12 de octubre de 2020 que la autopista que atraviesa Caracas se llamaría a partir de entonces Gran Cacique Guaicaipuro. Pero no fue sino hasta mediados del mes pasado que colocaron el cartel con el nuevo nombre en la vía. Estarán felices los ociosos eruditos que lo asesoraron.

Permítanme, sin embargo, hablarles un poquito de Francisco Fajardo:

Lo primero que les voy a contar es que, contrario a lo que muchos creen; Fajardo NO era español… Fue venezolanísimo.

Nació en la isla de Margarita en 1528, es decir; 245 años antes de venir al mundo Simón Bolívar. Su padre, del mismo nombre; era un ibérico que se residenció en lo que hoy es el estado Nueva Esparta. Y su madre era una aborigen de la Tribu Guaiquerí; a la que bautizaron como Isabel. ¡Además, era sobrino del Cacique Naiguatá! Por tal motivo, Fajardo era un mestizo y sus rasgos, representados en óleos y pinturas antiguas; así lo reflejan.

Francisco Fajardo poseía una altísima estima entre los indios Guaiqueríes, quienes evidentemente lo consideraban parte importante de las etnias. Se desempeñó como militar, político y expedicionario.

En 1555 se embarca hasta tierra firme con el objetivo de explorar los territorios de los aborígenes de las Tribus Caracas. Lo hace, junto con un buen número de Guaiqueríes; llega primero a lo que hoy es Chuspa en La Guaira y sigue de camino a los valles caraqueños. Al bordear el Waraira Repano, lo reciben de forma hostil y se defiende; luego de tantas disputas, logra dialogar y se impone el respeto.

Se devuelve a Margarita, pero regresa en 1557 para convencer a la población autóctona de Caracas que se debía fundar un asentamiento permanente… Así, gracias a él; nace el Hato San Francisco, pequeña comunidad que se establece como la génesis de la ciudad capital que hoy todos conocemos . Por tal motivo, Fajardo es considerado como el precursor de Caracas.

Gracias a esto y como homenaje a su figura, una de las autopistas que atraviesan a nuestra ciudad más importante fue denominada como: Francisco Fajardo 😉

En 1564, Fajardo decide irse de Caracas y visitar Cumaná; ciudad a la cual ya había ido antes. Allí, el mayor Alonso Cobos lo hace prisionero, ordena ahorcarlo y desmembrarlo. Su liderazgo ante los nativos le hace ser considerado como una amenaza para la fuerza política cumanesa que obedecía a la corona española.

Tras su asesinato, la noticia de su atroz muerte llegó a Margarita. Por tal motivo, una gran tropa de indios Guaiqueríes salieron a vengar su cobarde fallecimiento hasta Cumaná, tomaron preso a Alonso Cobos y lo llevaron a la isla para que fuera juzgado y penado; siendo condenado a muerte por abuso de poder.

Una acción así NO la despierta un genocida; sino alguien que se ha ganado siempre los máximos honores.

Eso era todo… es historia; muchachos.


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