OPINIÓN

¿Es factible una economía 100% digital en Venezuela?

por Daniel Arias Alfonzo Daniel Arias Alfonzo

Ante los avisos en todos los medios de comunicación nacionales de la intención de “digitalizar” la economía nacional, especialmente el pago de todo tipo de bienes ordinarios, se hace necesario recordar una serie de acondicionamientos culturales y otros intentos fallidos de “digitalización”  en otros campos de la vida nacional, que hacen cuesta arriba, cuando no imposible la búsqueda de una economía digital, por parte de la administración actual. Recordemos y comprendamos los siguientes casos:

  1. Transporte público

Desde mis años mozos, cuando numerosos estudiantes perdieron la vida en defensa del medio pasaje estudiantil y también muchos ancianos han muerto de arrechera, tratando de no ser abusados, maltratados, vejados o simplemente dejados como “indeseables” en las paradas del transporte público, han sido incontables las promesas de utilizar la alta tecnología para resolver este problema a través de un carné inteligente, que no perjudique al prestador del servicio, ni mucho menos al usuario, levando un registro riguroso de dicho servicio público para evitar la corrupción.  Nunca se pudo equipar el transporte colectivo superficial con las maquinitas para pasar las tarjetas inteligentes, mientras que a nivel férreo se ha experimentado de diversas maneras en el Metro de Caracas en los últimos 40 años, por lo cual se hace muy difícil creer que ahora sí van a digitalizar los servicios de transportación, donde la utilización del efectivo es vital.

2. Acceso al servicio financieramente

En una economía digital, es de esperarse que todos los ciudadanos, desde los jóvenes adolescentes hasta la tercera edad, puedan abrir y movilizar una cuenta bancaria, sin la montaña de requisitos formales que se exigen en la actualidad, que hace imposible para muchos trabajadores informales presentar información fidedigna sobre sus reales ingresos, especialmente en dólares. Según cálculos de algunos de  los expertos “El cierre de 2020 excedió los pronósticos de crecimiento de la liquidez monetaria, la cual ascendió a 584,6 billones de bolívares al corte del 1 de enero… Expresada en dólares estadounidenses al tipo de cambio oficial, el circulante cerró el año en 528 millones, equivalente a 26,4% de los 2.000 millones de dólares en los que se calcula el circulante en divisas estadounidenses en la economía nacional.” (Diario El Nacional, Sección Economía, 10-01-2021).  

Es aquí, donde yo me pregunto, como se pueden colocar los 2.000 millones de dólares en la banca nacional, para que funcione la economía en un 100% digital, cuando no se pueden trazar de donde viene ese dinero de parte de amigos, familiares o clientes, bajo el riesgo inminente de no poder justificar dichos ingresos ante las autoridades bancarias, con el consiguiente riesgo de incautación. Más de una bodega popular  o taller de un barrio, que no tiene patente, ni ningún tipo de permiso legal, se enfrentaría a la destrucción total de sus actividades, castrando la fuente de supervivencia de millones de venezolanos.

Si consideramos la calidad del servicio, donde el autor del presente artículo tiene 10 meses esperando una tarjeta de débito de una cuenta nómina de un banco del Estado, sin esperanza cierta de hallar solución, uno se pregunta ¿Qué fortaleza tiene esta pretensión de digitalizar todos los servicios.

3. Costos estructurales y operativos de la digitalización

En una economía digital, como la que funciona con elevados índices de funcionamiento, como en China, Corea del Sur o Taiwán, existe unos servicios de Internet, prácticamente universales que son disponibles financieramente para cualquier trabajador o familia de ingresos económicos promedios, lo que no es el caso de Venezuela, donde más allá de las interrupciones de datos, servicio eléctrico o baja velocidad de interconexión, existe la dura realidad de muchísimos sectores sin acceso a estos servicios, porque se robaron los cables, no llega el servidor o simplemente, los usuarios no tienen como pagar estos servicios, tal como ha acontecido con los aumentos exponenciales de la televisión satelital en Venezuela en los últimos tiempos.

Igualmente, es necesario señalar que los costos estructurales o sea la adquisición de computadoras fijas, tabletas, celulares inteligentes y accesorios de informática tiene unos precios prohibitivos para una inmensa mayoría de ciudadanos, que esta fuera absolutamente del mundo digital. Esta situación se puede apreciar mejor en la llamada Educación a Distancia, donde miles de estudiantes y docentes, están impotentes ante esta grave situación y no tienen los medios financieros para resolverlos, ante la mirada indiferente de los entes competentes para afrontar y resolver dichas situaciones tecnológicas.

4. Factores culurales

Después de haber destruido el Bolívar Soberano y prácticamente haber dolarizado la economía cotidiana con la presencia masiva de dólares en efectivos, que se usan para la marcación de precios de casi todos los bienes y servicios existentes, se hace difícil creer que los ciudadanos, vayan a aceptar una nueva moneda nacional que no se puede usar fuera de Venezuela, cuando los dólares estadounidense se pueden utilizar en cualquier rincón del planeta, sin importar la condición política o económica del país en cuestión, mucho más aún, si se pretende crear una moneda digital, o volver con la estrategia de la criptomoneda denominada petro, que ha tenido serios inconvenientes para su uso universal, por razones que abarcan las planteadas anteriormente y muy especialmente cuando los comerciantes y empresarios, entienden que fuera del gobierno nacional, no existe nadie en el planeta Tierra que reciba estos “recursos digitales” para pago de importaciones o adquisiciones de bienes en el extranjero, caso muy distinto a otras monedas digitales como el muy popular bitcoin que puede llegar a vales decenas de miles de dólares estadounidenses. Sin embargo, observamos en la prensa lo siguiente:

“La apuesta del gobierno venezolano consiste en fortalecer el petro, su moneda digital, lanzada en 2017 y que espera cobre más fuerza en este 2021. El petro, que estaría respaldado por petróleo, gas, oro y diamantes, es también la solución que ofrece el oficialismo para que la digitalización no sea en divisa extranjera y los venezolanos más pobres tengan acceso a moneda. Incluso, crearon en los últimos meses la aplicación PetroApp, para guardar y usar el petro, y que permite convertirlo en bolívares o dólares, aunque lo que el chavismo espera es que sea usado en transacciones digitales de tal manera que el billete poco a poco desaparezca” (Semana.com 11-01-2021) 

5. Factores políticos

Existen connotados analistas políticos que plantean que la crisis sistémica de la economía nacional, va a terminar obligando a una negociación política de reformas democráticas e institucionales para el levantamiento de las sanciones económicas, que lastran amplios sectores, especialmente a nivel del aparato de Estado, lo cual no parece ser el sentir de muchos diputados recién electos que consideran que hay que profundizar la “Revolución Bolivariana” y llegar hasta el fondo con la creación del Estado Comunal. Estas posiciones marcan el acceso inmediato a los organismos financieros  internacionales y se hace muy difícil pensar que se llegue a este nivel sin una catástrofe social, que haga inmanejable políticamente el país, por lo cual las posibilidades de una reconciliación nacional y una reforma económica de otro signo ideológico, luce muy lejana el día de hoy.

6- Conclusiones

Es evidente que si se maneja la digitalización económica con el mismo criterio con el cual se ha dolarizado la economía nacional, millones de venezolanos podemos quedar fuera de estos circuitos económicos.