La Unión Europea, como todos sabemos, envió una Misión de Observadores Electorales a Venezuela. Hicieron un informe negativo. Maduro los echó, dijo que eran espías, los insultó y Diosdado Cabello se sumó: no quiere ser menos gritón y ordinario que Maduro.
“Observaron” los europeos el uso de recursos públicos en favor de los candidatos oficialistas y falta de independencia del Poder Judicial. ¿Y cuál es la novedad? Observaron muchas otras cosas feas más. ¿Qué esperaban?
De antemano se sabía que no iban a ser elecciones libres, ni limpias, ni legítimas ni democráticas. En Venezuela no hay libertad de prensa, y sin ello no pueden haber elecciones democráticas. ¿Qué elegir?, ¿a quién elegir? En Venezuela el cuarto secreto de votación sí que se transforma en un cuarto oscuro, como creo que le llaman los argentinos. Elegir a ciegas. Es ridículo o por lo menos bien curioso ir a observar y evaluar la validez de unas elecciones en esa situación.
Por si alguien no está enterado o se hace el distraído en el año que va en Venezuela se han perpetrado 251 agresiones contra periodistas y medios, según el Colegio Nacional de Periodistas. Estamos hablando de detenciones arbitrarias, hostigamiento, intimidación, cierre de programas de radios, cierre de emisoras ―en este caso fueron 9 las clausuradas―, bloqueos a plataformas digitales, decomiso de equipos, de celulares y agresiones físicas de grupos de choque del gobierno. Y hay que agregar el embargo a El Nacional, con el cual parece quedarse Diosdado Cabello, quien lo demandó por difamación y ganó (nadie esperaba otra cosa, los jueces allí son obedientes). El Nacional se limitó a recoger información de medios del exterior que informaban que Cabello era investigado en Estados Unidos por estar involucrado en el narcotráfico internacional.
Lindo clima para ir a observar. Aunque usted no lo crea, como decía el Sr. Ripley.
Y entre otras cosas increíbles que se ven por estos días y por esta región, llama la atención el avance del neoprogresismo de izquierda, autoritario y populista en varios países del continente. Todos pro Cuba, con Venezuela, con Nicaragua y con el kirchnerismo argentino. Ya no están tan solos. En cualquier momento hacen mayoría en la OEA. Parece chiste, pero…
Es el socialismo del siglo XXI de Chávez. Los resultados están a la vista. Además de la falta total de libertad y el atropello a los derechos humanos ―todos los informes coinciden, de todos los organismos― la situación económica es desesperante. Ahora están contentos porque la inflación será de tan solo 700%. Aumento de la pobreza, de la pobreza extrema, falta de medicinas, subalimentación de más de un tercio de la población. Esto es de la población que queda, porque ya 6 millones de venezolanos han abandonado el país y según se informa se espera que el año próximo siga el mismo camino 1 millón más.
Un fenómeno bien curioso este resurgir del populismo autoritario, con caratula de progresismo socialista. Pero es así, aunque usted no lo crea.