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Eppure non è fisso

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Una buena noticia es la que publicó El Nacional el pasado 20 de marzo en un artículo firmado por la Agencia EFE y titulado «Conindustria: Operatividad del sector industrial privado creció 12,9% en un año».

Dicho artículo tuvo como abreboca el siguiente texto: «De acuerdo con un estudio, la industria del país operó a un promedio de 39,9% de su capacidad instalada entre los pasados meses de octubre y diciembre».

También el artículo señala los principales problemas que afectan la actividad del sector, a saber, la competencia de productos importados, los excesivos tributos fiscales y parafiscales, la falta de financiamiento, la baja demanda nacional y el contrabando. Subrayo la baja demanda nacional.

La información suministrada por la Agencia EFE se deriva de la presentación a la prensa de la Encuesta de Coyuntura Industrial correspondiente al IV Trimestre 2022, el pasado lunes 20 de marzo, misma que ustedes pueden ubicar en el portal de Conindustria.

Abonando en una interpretación que complementa a la difundida por la Agencia EFE, me centraré en las cifras que orientan sobre las expectativas que tenían (¿tienen?) nuestros industriales en esa fecha.

Aquí lo usual y por aquello de la estacionalidad inherente, es que se comparen cifras del IV trimestre de 2022 con cifras del IV trimestre de 2021. Sin embargo, lo haré de manera distinta utilizando el concepto de «Grado de Avance» que utilizaba el Banco Central de Venezuela en aquellos tiempos en que publicaba cifras de crecimiento económico. Es decir, compararé las respuestas a preguntas hechas a los industriales que denotan expectativas en dos trimestres consecutivos, el IV trimestre de 2022 con su precedente o III trimestre de 2022.

A fin de hacer el análisis más digerible y difundible, agruparé las cinco categorías utilizadas por Conindustria en las respuestas (mucho mejor, mejor, igual, peor y mucho peor) en tan solo dos categorías que he denominado positiva (mucho mejor y mejor) y negativa (igual, peor y mucho peor).

Resumiendo hasta aquí: la presentación de la encuesta reporta respuestas de los industriales que representan perfectamente las expectativas de los mismos en torno a tres perspectivas que van de lo macro a lo micro: el país, la industria y la empresa. Tales respuestas las agrupo en dos categorías: positiva y negativa. Finalmente, las dos categorías son comparadas en dos trimestres consecutivos: el III y el IV de 2022 (T3 y T4 respectivamente).

La pregunta que hace la encuesta de Coyuntura Industrial es ¿Cómo considera usted que será la situación económica dentro de 12 meses respecto a la actual, para el país? (y se repite igual para el sector industrial y la empresa).

Pues bien, con relación al ítem país, las respuestas negativas aumentaron sensiblemente. En el T3, 25% de los encuestados tenía expectativas negativas mientras que en el T4, la encuesta recoge que 85% de los encuestados tenía expectativas negativas.

Con relación al ítem sector industrial, las respuestas fueron similares: en el T3, el 25% de los encuestados tenían expectativas negativas mientras que en el T4, la encuesta recoge que el 83% de los encuestados tenía expectativas negativas.

Finalmente, aquí y de nuevo, los resultados son similares a los anteriores: en el T3, 22% de los encuestados tenían expectativas negativas mientras que en el T4, la encuesta recoge que 79% de los encuestados tenía expectativas negativas.

Resumiendo: según las cifras de la propia Conindustria, para el IV trimestre de 2022, en comparación con el precedente III trimestre de 2022, las expectativas de los industriales venezolanos en el espectro de lo macro a lo micro, evolucionaron enormemente hacia lo negativo.

Cabe resaltar que dentro de los aspectos metodológicos de la encuesta se afirma que con los 228 establecimientos que participaron, la misma tiene un nivel de confianza de 90% y un error del 5%.

Estos resultados en expectativas son consistentes con al menos dos conjuntos de cifras que dan cara al mismo fenómeno. Por un lado está el Índice de Precios al Productor (IPP) reportado en la lámina 33 de 40 de la presentación de Conindustria: finalizado septiembre 2022, el IPP fue de 298,9 y finalizado diciembre de 2022, el IPP fue de 577,4 y lo cual se traduce en una inflación de 93,17% en tres meses y al finalizar el IV trimestre de 2022.

Por otro lado están las cifras de inflación reportadas por el Cendas-FVM: finalizado septiembre de 2022, el costo de la canasta alimentaria fue de 3.681,87 bolívares y finalizado diciembre de 2022 fue de 8.221,76 bolívares y lo cual se traduce en una inflación de 123,30% en tres meses y finalizado el IV trimestre de 2022.

Como seguramente ustedes saben, la inflación deteriora el poder adquisitivo del consumidor con impacto directo en la demanda de productos y servicios.

A pesar de que la encuesta de coyuntura –ni su presentación- lo dicen expresamente, no hay que ser un genio para inferir que, como diría Galileo Galilei si es el caso y estuviera en Venezuela, “eppure non è fisso”. De allí el incremento de expectativas negativas de nuestros industriales.

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