Pienso que Guillermo Morón es hoy [junto con Uslar Pietri, Salvador Garmendia, Denzil Romero y José Balza] uno de los cinco escritores venezolanos con mayor proyección internacional. Tuve la oportunidad de conversar con él recientemente en Mérida, cuando vino en nombre de la Academia Nacional de la Historia [de la cual es Director] para donar una colección de libros a la «Facultad de Humanidades y Educación» de la Universidad de Los Andes.

-«Nuestra Academia ha publicado 670 títulos –dijo orgulloso-. He traído 400 a Mérida, para enriquecer la Biblioteca de la Facultad Humanidades y Educación –me informó el afamado historiador y narrador-. Estoy seguro que sabrán aprovecharlos»

Morón logró notoriedad literaria el Año 1984 cuando, en España, fue finalista del «Premio Planeta» con su novela El gallo de las espuelas de oro. Antes había publicado Historia de Francisco y otras maravillas (1982) Luego, en 1985, sorprendió con una compilación de cuentos titulada Ciertos animales criollos.

Entre las distintas actividades que realizó en nuestra ciudad, Morón asistió a la presentación de Festejos: un ensayo escrito por Juandemaro Querales sobre su quehacer literario: la víspera editado, precisamente, por la Academia Nacional de la Historia.

-¿Qué opinas del libro de nuestro amigo Querales? –lo interrogué.

-No soy crítico y entiendo muy poco de «crítica literaria» –admitió-. Leí el trabajo de Juandemaro y descubrí cosas respecto a mi obra narrativa que nunca imaginé estuvieran insertas en ella. Me siento a escribir sin pensar en la crítica. Analiza planos que no visualizo: la recreación literaria y mítica de Carora, que no me propuse […]

Yo había leído Ciertos animales criollos poco antes de dialogar, más reposadamente, con él en la Cátedra «Simón Bolívar» de la Escuela de Letras. Impactado por el tono fantástico y universal de esos «relatos» breves, le comenté a nuestro ilustre visitante que tenía dudas respecto al género de ese libro. En  ocasiones sus textos parecen cuentos infantiles, pero otras veces queda explícito que el autor satiriza a los políticos.

-Es un libro lleno de ironías –promulgó, confirmando mi observación-. Vinculo la fábula contemporánea con la antigua. Las primeras historias están arrancadas de Esopo, de quien no sabemos si existió. No parodio la Fábula Antigua, sino que la uso: no como los escritores de esa época, con intenciones moralizantes. La Fábula es el género más difícil después de la Poesía […]

Supe, por confesión del propio autor, que actualmente traducen Ciertos animales criollos al rumano. Recordé las afirmaciones de Juandemaro Querales en Festejos: -«Los aportes de Morón a nuestro proceso narrativo son variados y sostenidos de una a otra proposición en el campo del lenguaje […]»

-¿Crees –realmente- que es difícil hacer poemas? –insistí-. ¿Por qué si, obviamente, imaginar, transcribir y ulteriormente corregir un cuento o novela es un trabajo arduo?

-La Filosofía y Literatura nacieron en versos –formuló-. La Poesía es la esencia misma de la Literatura […]

-Si fuese tan difícil como sostienes, ¿por qué la mayoría de las personas con inquietudes intelectuales elige escribir poemas y descarta la prosa?

-No he dicho que escribir cuentos o novelas sea fácil: lo que sucede es que la Poesía es la síntesis de la Literatura. Es verdad que, cada día, la gente lee menos mientras aumenta el número de poetas: pero, entre mil uno sobrevive […]

-¿Escribes poemas?

-Comencé, como todos, escribiendo poemas. Aun cuando todavía lo hago de tarde en tarde, los escondo. Este es un tiempo, en cierto modo, «anti-poético».

No se equivocaba el narrador. Los hombres de nuestra realidad y tiempo dejaron de respetar, difundir o promover la Poesía. No les parece una disciplina del «Conocimiento Científico». Morón lo lamenta:

-Durante el Siglo XVIII, el escritor [por excelencia] fue poeta. En el curso del XVI difícilmente se era un novelista o ensayista, se era también poeta. Cervantes inició con poemas.

Guillermo aseguró que, en todas las épocas, la Poesía se ha escrito para élites de lectores cultos.

-Salvo pocas excepciones, ¿por qué tarde los hacedores venezolanos empezaron ser difundidos y respetados internacionalmente? –curioseé.

-Nuestra narrativa no está en crisis y tenemos magníficos escritores –defendió-. Ocurría que no hacíamos esfuerzos para promovernos: como han acostumbrado los mexicanos, argentinos, colombianos y hasta peruanos.

-Pero, Morón: hay críticos venezolanos a los cuales pareciera divertir pisotear la creación nacional  […]

-Es verdad, Alberto: tenemos pseudocríticos que no leen y condenan, insólitamente, la Narrativa Venezolana. Abundan los malintencionados que critican con el único propósito de molestar a los escritores.

Guillermo Morón mencionó nombres. Medité al escucharlos. De súbito, quise saber por qué se abstuvo, durante tanto tiempo, de publicar sus textos en prosa. Esclareció mis disquisiciones:

-«Estaba dedicado a una tarea intelectual de disciplina profunda e investigación en el ámbito del Ensayo Histórico. Entre mis 25 y 40 años, publiqué una decena de libros de esa naturaleza. Me aparté de la actividad académica y retomé la Poesía y Narrativa»

Morón tiene una nueva novela: Los hechos de Zacarías, que, según me anuncia, pronto será difundida en Venezuela y el exterior. Un libro mágico, intenso, la historia de un peón de finales del Siglo XIX y principios del XX.

-«El peón murió el 17 de Diciembre de 1935 –aseveró-. La trama de la novela comienza en un pueblo llamado Arenales  [Estado Trujillo]. En ella están presentes el odio, la esperanza, ternura, relaciones sexuales, lo mítico […] Hago un estudio del Español que se habla en Los Andes Venezolanos. Sin embargo, el libro es universal»

@jurescritor


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