OPINIÓN

En Gaza

por John Marulanda John Marulanda

Benjamin Netanyahu, ha sido seleccionado como el mejor de los candidatos para el primer cargo de la nación, por segunda vez, ante la elección que tenían al frente los votantes israelíes. Todo esto en medio de un electorado confuso y poco claro en sus decisiones.

Los casos de Cuba, Nicaragua, Venezuela y en este caso, Colombia, han sido señalados como enemigos del régimen democrático de Israel. No es de extrañar que Cuba, Nicaragua y Venezuela se alinderen con Hamás, pero ¿Colombia?

En el caso de Venezuela, Hamás y Hezbolá tienen, al otro lado de la frontera colombo-venezolana, Hezbolá mantiene sus efectivos como centro principal de sus acciones a nivel regional y a Hamás como centro alternativo de sus acciones.

El presidente de la Asociación Colombiana de Comunidades Judías, le envió una carta a nuestro presidente con el siguiente texto:

“Señor presidente: Hamás es una organización yihadista que no representa al pueblo palestino, que se tomó por la fuerza la Franja de Gaza donde mantiene un régimen dictatorial, usa a la población civil como escudos humanos y su Carta Fundacional, que al parecer no tuvo oportunidad de estudiar, es misógina, teocrática, xenófoba y homofóbica, es decir, todo lo opuesto a los principios que usted dice defender”.

Y mientras esto sucede, los palestinos extremistas más se demoraron en oir las noticias para correr a pintar los muros de la Embajada de Israel en Bogotá, dibujando estrellas de David y Svásticas en sus dibujos.

Desde 2010, el teniente coronel Hugo Chávez Frías, condenó a Israel a los infiernos y con ese discurso de odio no logró que los venezolanos se alejaran de los cánones del cristianismo y del de Jesucristo. Y el pueblo venezolano ha respondido con su flujo migratorio hacia otros países, Estados Unidos, por ejemplo.

En una carta que tuvo poca resonancia en la prensa nacional, una docena de excancilleres del país se lee que: “Los mensajes de la Presidencia de la República y la Cancillería colombiana se separan de manera radical de la tradición de nuestro país por el respeto al derecho internacional y el multilateralismo. Su contenido y alcance alejan las posibilidades de lograr una política de consenso en los asuntos internacionales y debilitan la institucionalidad de nuestra democracia”.

Joe Biden ordenó dos equipos, uno de negociación para el rescate de rehenes y otro para el perfeccionamiento de las técnicas de inteligencia, algo con lo cual le tocó lidiar a los militares colombianos.

Y la pregunta que ronda en el aire es: ¿Qué pasó con la tan anunciada y temida cúpula de acero?

La fresa en el pastel la propuso el secretario general de las Naciones Unidas: “Gaza es el infierno en la tierra”.