No tengo la dicha de conocerlo. Estrechar su mano, mientras le invito un buen vino de Jumilla, justamente en los alrededores de la plaza de la iglesia de Moratalla. El sabor de esta localidad murciana radica en las minucias, en ese tipismo de los pueblos serranos de calles angostas y empinadas, jubilados tomando el sol en la plaza del pueblo, bares de vinorro, carajillo y partida de dominó, y el agradable saborcillo que deja la vida. Acampa el sol pronunciado en el cristal de las rebosantes copas, mientras las sardinas saladas son parte de las tapas que combinamos con patatas cocidas y fritas. Un cálido encuentro para escuchar a quien hace de nuestro idioma una magnífica puesta en escena. Eso ocurre con los gentiles magos de la palabra.
Desde hace años el escritor Alexander Cambero nos deleita con un estilo artístico de escribir. Su genio está en cada párrafo, en donde describe con la magia de los elegidos. He leído su novela Aquella mujer. Es una obra que decomisa los sentidos, termina seduciéndote hasta el punto de quedar conmovido. Una historia de amor llena de matices, naciones y detalles que acaban por introducirte en su trama de una manera arrebatadora, un elixir que desciende de los dioses del castellano.
Es increíble su enorme poder descriptivo para contarnos un episodio cualquiera. Por eso su obra logrará llegar muy lejos cuando sea descubierta. Hace un año la profesora Aída Murgas de la Universidad de Murcia me decía: «Este hombre americano goza del genio inmortalizado en su prosa», que estábamos obligados los españoles a estudiar al venezolano, que nos enseña las historias de sus pueblos a través de sus magistrales artículos.
Los mejores diarios de Venezuela y Colombia lo tienen entre sus columnistas más destacados, cada sábado lo encontramos en las páginas de un periódico de la dimensión histórica de El Nacional, igual ocurre con el diario El Tiempo de la gentil Bogotá. La desgracia venezolana es relatada sin amargura por la serenidad de una mente equilibrada. Su aguda inteligencia sobrepasa en estos tiempos donde abunda lo banal. En nuestras clases sobre la realidad sociopolítica de América Latina hemos usado sus trabajos para tesis de grado. Estamos en presencia de un valor suramericano que tiene que ser reconocido.
El umbral de este gran escritor y periodista solo lo conoce el destino, estamos en presencia de alguien que hace historia.
Profesor Leonardo Risques Melino.
Universidad de Murcia- España.
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