La realidad en cuanto al estatus de protección temporal (TPS) para venezolanos es que Trump lo pudo aprobar durante sus cuatro años de gobierno, no lo hizo porque no quiso. El TPS es una decisión ejecutiva y administrativa que no necesita aprobación del congreso.
El TPS otorga un estatus temporal migratorio, todos los beneficiados obtienen un permiso de trabajo y seguro social por 18 meses (renovable si el TPS se extiende). La persona se legaliza y puede viajar por todos los estados y territorios de Estados Unidos, incluyendo Hawái y Puerto Rico, pero no puede viajar a su país de origen.
Un día antes de salir de la presidencia y de forma cínica e hipócrita Trump aprobó el Programa de Salida Forzada Diferida (DED por sus siglas en inglés) para poder decirles a los votantes de la Florida que hizo algo.
El DED te protege de deportación, pero no te concede estatus migratorio y puedes aplicar para un permiso de trabajo pero es dado en bases individuales. En el TPS el permiso de trabajo es automático y no es en base individual sino a todo el colectivo que recibe el beneficio.
Biden decide en menos de los primeros 100 días de su gobierno otorgar el TPS a los venezolanos que ingresaron sin documentos por alguna de las fronteras terrestres, o los que ingresaron por algún aeropuerto con algún tipo de visa y luego la dejaron vencer y se quedaron indocumentados antes del 8 de Marzo del 2021.
El TPS es la mejor opción de todas las disponibles que no requieren acción del congreso y beneficiara a 300 mil venezolanos aproximadamente.
Esa es la realidad, fin de la historia.