Les aseguro que valdrá la pena, mucho más que nunca, el que semana a semana vayamos recogiendo y analizando la historia inmediata, y sopesando, con aspectos de la cultura política, personajes e intereses que hay en cada lugar.
El quién o quiénes, el cómo, el cuándo y dónde se están produciendo los acontecimientos políticos definitivos. Encuentros entre los actores más relevantes del actual orden internacional, y el nuevo que se nos aproxima, desde ya en estos días medio navideños, pero irrenunciablemente familiares, en el amor y la solidaridad con los presos políticos y víctimas en general, en medio de las luchas contra las represiones e incertidumbres de los regímenes de la oscuridad.
Lo que es, y va mucho más allá de una victoria electoral, más o menos convencional, será lo que significa la nueva victoria electoral de Trump, y su pronto arribo al poder del país más poderoso del mundo. Ahora con la experiencia de una segunda vez en la Presidencia de los Estados Unidos de América.
Estos son los hechos que en definitiva nos han ido dibujando el inevitable reacomodo mundial que habrá de concretarse en los próximos meses. Pero es bueno saber que para que cambien las cosas que tienen que cambiar, las cosas que tienen que ocurrir ya han comenzado a suceder y a mostrarnos señales de lo inevitable.
Cuando los ucranianos mostraron sus deseos de avanzar en un cambio para una mayor y definitiva integración hacia las sociedades europeas, tuvieron que enfrentarse a más que el sabotaje de quien fungía como su presidente, Viktor Yanukovych. Pero a la navegación de esa nave entonces la dirigían corrientes de las mafias de Moscú, presidida por Putin.
En el caso ucraniano desconocían, vía represión a su soberanía popular, con las aspiraciones que tenía, y que expresaba, entre otras vocerías, una de las principales líderes prooccidentales Yulia Tymoshenko. Apresada en 2012, ya para febrero de 2014 se desataron protestas con casi un centenar de asesinatos de manifestantes. Se violaban sus derechos humanos, a dicha aspiraciones de construcción de más libertades y democracia para sus ciudadanos. El mundo fue testigo de a qué se enfrentaba, con la agresiva actuación de una casta mafiosa empresarial de la extinta Unión Soviética, representada por el Putin que se tomaba Crimea. Allí trasladó a Yanukovych y se tomó esta zona estratégica del puerto de Sebastopol en el mar Negro… Eso es, en pocas palabras, lo que ha estado ocurriendo previo a la guerra de invasión de Putin contra una nación ucraniana que, sencillamente, no está dispuesta a aceptar los dobles estándares que pretendían imponer un régimen de mafias mutadas del comunismo, y hasta de la antigua cultura de las autocracias zaristas. Es una Rusia que no termina de librarse, hasta ahora, de dictaduras como las de Putin; con quien, como está visto, se negociará una salida.
No menos importante, la situación del Medio Oriente nos coloca ante esta otra latitud con un Estados Unidos y Europa en una encrucijada definitiva frente a lo que Israel significa para el mundo occidental. La protección de nuestros valores familiares, la mujer como ciudadana de primera, con los plenos derechos de igualdad ante las leyes que les otorga nuestra cultura política occidental. La democracia va mucho más allá de solo elegir y ser elegida, y que nos está demostrando el avance sin precedentes de su destacado papel para la reorganización de las sociedades mundiales, y para elevar la calidad de vida de los países del mundo.
En Venezuela se producirá el cambio de régimen, con una transición indispensable hacia el gobierno democrático y humanista del presidente Edmundo González. María Corina seguirá representando ese papel de la mujer venezolana, líder de un proceso de cambios que deberá ser creativo en asignar un nuevo modelo de Estado para construir el país que realmente hemos soñado, y sabremos construir con una ingeniería social trascendente.
La clave no está, ni estará en el 10 de enero, sino en las imparables realidades que se nos aproximan, ante el derrumbe de las bases de sustento represivo del castro-madurismo. Les quedan tristes regímenes y cúpulas que les dan soporte. Esas fuerzas malignas están representadas por los más oscuros intereses del planeta, y van desde esa Europa donde el gobierno de pacotilla del sanchismo-zapaterismo, que ya viene anunciando su colapso definitivo. Tienen caletas en África, como en Guinea Ecuatorial por ejemplo. En el Medio Oriente las guerras entre cúpulas extremistas, de Irán, Siria, Isis, y demás sectas teocráticas se están autodestruyendo entre sí mismas. Mientras tanto tenemos a un Israel inteligente en la profundización de su entendimiento con la realidad de familias de monarquías modernas, que sirvan al avance del progreso humano y económico compartido. Restablecer el respeto a los derechos de la mujer, y de la sociedad humana en general, mediante las fuerzas del bien que propendan con sus acciones a la estabilización mundial.
Se están dando acontecimientos que nos conducirán inexorablemente a cambios globales, cuyo estremecimiento nos anuncia que se darán, sin duda alguna, a partir de comienzos de 2025, cuando se completará un cuarto de este siglo XXI. Será una etapa de la humanidad será recordada como una de las etapas históricas cruciales, de mayor sentido común para el bien de la humanidad, lo que implicará el inicio, debe ser así, y será para la superación de las más aberrantes injusticias y violación de los derechos humanos en cualquier parte del planeta.
Con el Supremo Autor del Universo como faro de luz, mantengámonos en unidad y esperanza activa con el cambio, para abrir los caminos del progreso humano: ¡Avanzar!
@gonzalezdelcas/catedrainterna