OPINIÓN

Elmer nuestro

por César Tinoco César Tinoco

Al momento de escribir este artículo, en el portal de la Superintendencia Nacional de Valores (Sunaval) aparece información mensual actualizada del mercado de valores venezolano hasta el mes de febrero de 2021. La Sunaval –y la Sudeban– son las dos únicas instituciones del Estado venezolano que suministran información con mayor grado de actualización al público.

Cabe entonces la pregunta ¿cómo fueron los 12 meses corridos entre febrero de 2020 y febrero de 2021 en nuestro mercado de valores?

Es de hacer notar que 11 de esos 12 meses han transcurrido en pandemia.

Una cifra que hay que tener en cuenta a la hora de hacer comparaciones en Venezuela es la de la inflación. Por allí hay varias referencias y la que este articulista utiliza para observar la evolución del fenómeno y para efectos comparativos, es la inflación que suministra el Cendas-FVM, fundamentalmente por cuatro razones: tiene una periodicidad mensual puntual desde tiempo inmemorial, coincide razonablemente cuando se compara con la suministrada por otras fuentes, es gratis, accesible y verificable (https://twitter.com/cendasfvm?lang=es) y, por último, es la que mejor entiende el consumidor venezolano cuando va al mercado y/o paga sus servicios.

Según lo reporta el Cendas-FVM, la inflación puntual anual (12 meses) hasta febrero de 2021 fue de 1.925% (un mil novecientos veinte y cinco por ciento, para no dejar dudas en la lectura de la cifra) y esa será nuestra inflación a efectos de comparación en este artículo.

En los últimos 12 meses hasta febrero de 2021, el mercado bursátil venezolano visto a través del Índice Bursátil Caracas o IBC creció, en precio, 2.015% (dos mil quince…), mientras que la tasa de cambio Bs/US$ se devaluó en un orden de 2.412% (dos mil cuatrocientos doce…).

Lo anterior quiere decir que si usted invirtió una cantidad cualquiera de bolívares en febrero de 2020 y compró dólares, o compró acciones replicando el IBC, 12 meses después y como mínimo usted logró preservar el «poder adquisitivo» de sus bolívares pues usted «se cubrió» ya que la inflación fue de 1.925% y en ambos casos, la tasa de devaluación (2.412%) y el crecimiento del índice bursátil (2.015%) fueron mayores que la inflación, aunque los pesimistas dirían que, ciertamente, no por mucho.

En la actualidad, casi que todo ciudadano venezolano sabe que puede protegerse contra la inflación comprando dólares. Ahora bien y a juzgar por los resultados mencionados anteriormente, una conclusión es que el mercado accionario resulta también una alternativa adicional para mitigar grandemente los efectos de la inflación pues dos cosas son ciertas: una es que la alta inflación continuará entre nosotros mientras la actual administración continúe en el poder –con la inflación también continuarán entre nosotros la depreciación y la devaluación del tipo de cambio (dos cosas distintas)– y la otra es que el bolívar sigue siendo la moneda oficial y continúa «circulando», aunque de forma electrónica mayormente.

Sin embargo, el mercado accionario como alternativa mitigadora de los efectos de la inflación, no es conocido por todo venezolano y pareciera que alternativas menos “asibles” en lo conceptual –y mucho más riesgosas– como la bitcoin, son las recurridas por quienes además de querer mitigar los efectos de la inflación están motivados por la codicia.

Hay que decirlo, el mercado de valores venezolano es más que su mercado accionario visto en el IBC, en la Bolsa de Valores de Caracas y en las empresas allí listadas: también están y al menos en los últimos 12 meses, los papeles comerciales.

De hecho y para el año corrido entre febrero de 2020 y febrero de 2021, de cada 100 bolívares autorizados para ser ofertados en el mercado primario de títulos valores, 14 bolívares lo fueron en acciones pero 86 lo fueron en papeles comerciales.

Sin embargo, el mercado de los papeles comerciales venezolanos es quizá  el más distorsionado de nuestro mercado de valores y al respecto de tal afirmación dedicaremos algún artículo futuro. Por ahora nos bastará comparar, tal como hicimos en el caso del mercado accionario, el retorno que brinda un papel comercial contra la inflación.

Sea el caso de la conocida empresa XYZ que ofreció un papel comercial a 91 días (emisión: 20/marzo/2021 y vencimiento: 19/junio/2021). El papel salió con un descuento del 77,34% y una tasa de interés anual de 95%. Su rendimiento calculado del período (91 días) fue de 61,98% mientras que la inflación acumulada (medida por Cendas-FVM, asumiendo que la inflación de mayo y junio será la misma que la de marzo 2021 o 14,40%) en los 91 días considerados se estima en 71,55%. En palabras más llanas amigo lector, con este papel comercial usted quedó un poco por debajo de la inflación (61,98% versus 71,55%) y, si bien usted no se benefició completamente, la empresa XYZ sí, pues obtuvo un financiamiento, a todas luces, barato.

En consecuencia y en Venezuela, para tomar decisiones de inversión hay que estar bien claros no solamente de las distorsiones inherentes a la falta de profundidad de nuestro mercado: también es vital tener en cuenta los cuantificados de inflación.