Las elecciones presidenciales adquieren interés y atraen la atención pública, en la medida que surgen candidatos y los partidos asumen sus espacios de opinión y preparan la organización de sus bases, en busca de aglutinar el mayor número de votos y apoyo popular para unas eventuales primarias.
En este momento la mayoría de los partidos que se identifican como opositores muestra interés en la unidad a pesar de las diferencias, las cuales han anunciado que serán puestas a un lado, tal como lo solicitan la base popular opositora y destacados sectores de las organizaciones civiles, que reclaman se formalicen a la brevedad las primarias con la participación de todos los aspirantes.
La organización de las primarias es un reto, empezando por la elección del equipo responsable de realizar la consulta, quienes deben garantizar la debida transparencia y generar la suficiente confianza para lograr una masiva participación en la escogencia del candidato, que va a representar a una oposición unida en las elecciones presidenciales.
Existen elevados niveles de preocupación en buena parte de la sociedad civil de que no sea posible alcanzar los acuerdos mínimos necesarios para la elección de quienes integrarán la organización electoral que tendrá la responsabilidad de realizar las primarias.
Se hace necesaria entonces la mayor coherencia entre los partidos y la conveniente estrategia política que conduzca a tener unas primarias que brinden a la base popular la seguridad de que su voto será el factor válido para la escogencia del candidato presidencial de la unidad opositora en los próximos comicios. La nación está atenta a los próximos acontecimientos.
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