En nuestra columna de la semana presentamos una reflexión acerca de las recientes elecciones regionales en Venezuela, ciertamente eran notables las voces disidentes que llamaron al boicot o la abstención, sin embargo la gran mayoría de los partidos políticos de la oposición y que son reconocidos concurrieron a dicho evento.
Sin duda, que todos eran conscientes de la naturaleza política del convocador de dichas elecciones, se trata del régimen de Maduro, cuestionado por la comunidad internacional por una gran cantidad de denuncias sobre violación de derechos humanos que pesan sobre su gestión, entre los que cabe citar los reportes de Naciones Unidas diligenciados en la figura de sus dos principales órganos de derechos humanos. Me refiero a la comisión encabezada por la alta comisionada de los derechos humanos Michelle Bachelet y la Misión Internacional Independiente de determinación de los hechos sobre la República Bolivariana de Venezuela, qus han señalado al régimen de Nicolás Maduro como violatorio de los derechos humanos y le están acusando de delitos de lesa humanidad, llevando estos casos hasta la Corte Penal internacional, donde ya iniciaron los procesos de investigación, así que esta convocatoria electoral se plantea en medio de esta compleja circunstancia legal y penal.
Más allá de los argumentos legales a los que hemos aludido está el hecho connotado que la oposición venezolana aceptó la convocatoria electoral, al parecer en el marco de acuerdo alcanzado en las mesas de negociación patrocinadas por Noruega y realizadas en México, también como consecuencia de las presiones de factores de poder en la Unión Europea y Estados Unidos. A este punto entendemos que la oposición no tuvo otra alternativa, acude a elecciones so pena no solo de perder influencia internacional o de ser sustituida, también porque no se arriesga a seguir perdiendo espacios o presencia en lo poco que queda del entramado institucional de Venezuela, al final a Maduro le sigue conviniendo el ausentismo de la oposición democrática habida cuenta que puede fabricar un espacio para su propia oposición, así quedó demostrado en las elecciones parlamentarias.
Sobre este tema de la participación de la oposición, ya veníamos conociendo los movimientos de Capriles y Henri Falcón que junto con factores adecos y copeyanos han trabajado en función de alcanzar un mínimo de entendimiento con Maduro, ahora después de estas alecciones, hay que agregar a los partidos dentro de la MUD, con la excepción de María Corina Machado y el presidente encargado Juan Guaidó, aunque su partido Voluntad Popular sí participó en las elecciones de Maduro.
Sobre los resultados obtenidos en las elecciones regionales de Maduro, la oposición obtuvo 4 gobernaciones y 123 alcaldías, aunque el régimen de Maduro inhabilitó al candidato ganador del estado Barinas, así que solo cuenta 3 gobernaciones, en sentido contrario el régimen de Maduro obtuvo 19 gobernaciones. La oposición por lo mínimo perdió 3 gobernaciones por falta de unidad, estas son las gobernaciones de Lara, Táchira y Mérida y probablemente Apure.
Con relación a las gobernaciones ganadas por la oposición, hablemos un poco de la Gobernación de Nueva Esparta ganada por el partido Fuerza Vecinal que postuló a Morel Rodríguez, por cierto militante de Copei, demás está decir que la victoria de Morel fue contundente y aplastante, los mismos chavistas le votaron; además, ganaron las principales alcaldías, tan solo el PSUV obtuvo las alcaldías más despobladas o rurales del estado.
En el estado Zulia la victoria de Manuel Rosales fue igual de contundente, obtuvo una amplia mayoría de votos, también ganaron la mayoría de las alcaldías y estuvo cerca de ganar la Alcaldía de Maracaibo, que en este momento sigue siendo disputada, así que Manuel recupera buena parte de su electorado, pero además genera un nuevo vórtice de apoyo en la oposición con una base real de seguidores. En Cojedes la victoria corresponde al adeco José Galíndez con 48,28% de los votos.
Las lectura que obtenemos de estas elecciones es que en principio la gente que hace vida dentro de Venezuela apoya la tesis de la participación electoral como forma de resolución de la crisis, no lo digo yo, son los números, 40% de participación es un número razonable dentro del estándar internacional y esto desafía contundentemente a quienes llamaron a la abstención como medio de presión.
Pienso que los venezolanos han interiorizado que en gran medida y en muchas formas que tienen que afrontar lucha por la libertad con lo poco que tienen, y esto son los precarios espacio electorales que ofrece el cuestionado régimen de Maduro con vigilancia de la Unión Europea, puede ser discutible o debatible los razonamiento en torno a esta participación, pero son un hecho innegable.
Algo que es importante destacar, luego de estas elecciones. es que observamos al régimen de Maduro y sus números electorales bastante empobrecidos, deslucidos. Vimos a Maduro con su militancia desanimada y con una notoria ausencia de electores chavistas.
Estamos claro que alcaldías y gobernaciones en manos de la oposición no van a hacer el trabajo de los organismos internacionales garantes de la justicia internacional, ni tampoco harán el trabajo de observadores de la vida social de los venezolanos, y en este sentido queda de parte de cada venezolano estar atento de los derechos constitucionales que le asisten y denunciar cualquier evento violatorio de los mismos ante organismos competentes internacionales y ONG.
Así que el episodio que estamos viviendo los venezolanos luego de estas cuestionadas elecciones regionales es de manejo de una profunda y compleja crisis política, somos conscientes de la naturaleza violenta del régimen de Maduro totalmente controlado por fuentes ideológicas extremistas, con militares al mando de su ejército que están acusados ante la Corte Penal por delitos de lesa humanidad, sin duda son muchas las amenazas que se ciernen sobre los gobernadores y alcaldes electos, se estará gobernado con pinzas en un país secuestrado por potencias mundiales, por agentes comunistas cubanos y hasta por guerrilleros en armas, de eso se trata esta realidad de los venezolanos que hoy tienen que acudir a trabajar en estos entornos de gobierno altamente volátiles y riesgosos contra la vida personal de ellos, en lo que a mi respecta espero podamos obtener un compromiso de la comunidad internacional de observación permanente de las instituciones en Venezuela de modo que puedan salvaguardarse la vida de nuestros compatriotas.
Ahora en este instante la comunidad internacional pone sus ojos en las acciones post electorales de Maduro, y están tomando apuntes, en lo inmediato tenemos reportes de acoso, secuestro y detenciones de alcaldes electos por la oposición. De eso se trata, de observar detenidamente lo que hace y hará el régimen de modo que podemos seguir compilando pruebas del comportamiento del régimen y agregar mas denuncias para que el mundo sostenga su opinión sobre este régimen dictatorial y mantenga el sistema de sanciones que le siga obligando a ceder en función de abrir oportunidades para la democracia hasta que obtengamos nuestro ansiado proceso electoral libre y transparente.
Me despido no sin antes invitarles a ver mi programa de TV Análisis con Esteban Oria donde abordare una reflexión politológica sobre las elecciones regionales, hasta aquí el post de la semana, será hasta una nueva oportunidad, nos seguimos leyendo en El Nacional.
@€stebanoria
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional