Como profesional de las Ciencias Estadísticas me veo en la obligación de denunciar las corruptelas de los encuestadores y de los encuestadores sin ningún tipo de ética y escrúpulos. Cinco empresas encuestadoras de maletín dan ganador a Maduro, estas empresas Idea Datos, Insight, Data Viva, Cmide 50.1 y Paramétrica, creadas por el régimen desde hace apenas meses y con páginas web recientes, son en buena medida fuente de información de redes sociales oficialistas, las cuales divulgan noticias falsas o arregladas en favor del régimen. Sus presuntas encuestas arrojan resultados totalmente opuestos a los de las firmas de análisis de datos que tienen larga trayectoria en Venezuela tales como: Meganálisis, Consultores 21 y Delphos, cuyos resultados estiman que entre 11 y 37 puntos están por encima de Nicolás Maduro y, muestran insignificantes porcentajes a conocidos políticos tradicionales antiunidad. Podemos decir con gran confiabilidad que el resultado será: 5 a 1 a favor de la oposición.
Ahora, connotados “encuestadores” con profesiones muy alejadas del rigor estadístico de las encuestas por muestreo, oportunistas por conveniencia, pregonan a viva voz su miserable opinión, obviamente subjetiva, de una “validez” sustentada en investigaciones “inventadas” y se aprovechan de su supuesta ascendencia en la opinión pública para tal pregón, cuando realmente son informantes en su condición de fichas del régimen. Vulgarmente, sin rubor y mucho menos sin ética, afirman mentirosamente que Maduro ganará la elección presidencial, y públicamente el más connotado oportunista anuncia que “Edmundo Gonzalez sacará 5,6 millones de votos, Maduro 6 millones de votos y el resto medio millón”. Este personaje con cara de piedra, con antecedentes, de ausencia de ética, y en el tradicional lenguaje sociológico afirma este disparate, el cual complementa lo expresado por su socio con apellido de rey de la selva y del tal Schemel a nombre de Hinterlace, cuyas afirmaciones y convenientes declaraciones les permitiría según ellos ablandar la avasallante opinión pública, apuntalar el fraude electoral y proteger la permanencia delincuencial de sus socios mayores en el poder.
Los desesperados estrategas del régimen están creando una matriz de opinión de que Maduro puede ganar las elecciones del 28 de julio. A estas maniobras de las encuestadoras se suman medios de comunicación que fueron secuestrados por el régimen, así como de personas que tienen mucho que perder y que tienen cierta influencia en las redes sociales, y que de manera orquestada divulgan información falsa violando todo principio ético, es más, comunicadores sociales sin ética se prestan a ello en emisoras oficialistas y otros caen en el chantaje justificándose con el argumento de sobrevivir contribuyendo a potenciar la matriz de opinión de que Maduro ganará las elecciones del 28 de julio.
Esas encuestadoras de dudosa metodología muestran inconsistencias estadísticas e imprecisiones técnicas que ponen en evidencia el supuesto favoritismo del régimen y muestran la patraña con afirmaciones temerarias acerca de los resultados que cambian los sondeos de opinión de otras encuestadoras que, aunque son más serias con algunas excepciones, pero en general tienen estadísticos, de mucho prestigio profesional que permiten confiabilidad en sus informes.
Es de larga data la denuncia reiterativa sobre la manipulación del Registro Electoral que tiene demasiadas irregularidades no resueltas y que tienen entre muchas cuestiones que ver con la obsoleta estructura demográfica, la irregular distribución de los circuitos y centros electorales, limitaciones en nombres, repeticiones y todo lo que se ha dicho, incluso la exclusión de más de 4 millones de electores que viven en el exterior, la limitación de no incorporar a más de 2 millones de nuevos votantes, contener las identidades capciosas de extranjeros incluidos de manera irregular, entre ellos, cubanos que dicen que nosotros somos provincia cubana y por eso tienen el derecho de controlar el sistema de identidad, los registros públicos y hacer con esa información lo que les venga en gana, incluyendo el desprestigiado sistema patria.
Las maniobras electorales ciertamente hacen presumir que hay que tomar en cuenta la determinación del venezolano cuya gran mayoría que pasa del 80% de la población votante no aceptará un fraude, que quiere un cambio, que es imposible modificar esa realidad y no va a tolerar un burdo cambio en los resultados con la consecuencia que ello puede tener al arrebatar un triunfo que es evidente. Además, la oposición consciente sabe que impedirá en las mesas la trácala del cambio de actas, la táctica de las captahuellas; los comanditos y el pueblo en general estarán al pie del mingo para impedir chantajes, cambios, sabotaje de cualquier tipo y no tolerar la presencia de grupos hostiles.
Es evidente que se impedirá el fraude si al régimen se les ocurre hacerlo y anuncian sin vergüenza un cambiazo, las consecuencias serán impredecibles; todo el mundo sabe cómo se reaccionará ante una trampa evidente. La defensa del voto se va a lograr para evitar sorpresas de madrugada, y en el supuesto caso de que, sin vergüenza, empoderados con la fuerza y por las malas los resultados sean controlados y hagan el fraude, la reacción popular puede generar un enorme problema para el régimen.
No es ningún secreto que el fraude tiene un componente importante y manipulado, se trata del sistema informático, lo crearon expertos sin ética que distan mucho de su condición profesional. Actúan como delincuentes, conocemos quiénes son, expertos de empresas de comunicación y de encuestadoras, desarrolladores informáticos sin ninguna ética, esos personajes ya tienen ficha delincuencial, sus expedientes se conocen y engordan cada día.
Existen procedimientos técnicos que hemos aplicado y que permiten el control del proceso, entre ellos: contrastes en la distribución de los votantes por mesa, centro, municipio y estado, contraste con las estimaciones reales demográficas y de sus estratos etarios por edades y sexo. Es posible detectar el viejo truco de más votos que habitantes y el voto repetido por una misma persona con varias cédulas o el voto virtual. Se las verán muy duras para aplicar esta táctica fraudulenta o manipular mesas sin testigos, en zonas inaccesibles para el ciudadano común.
Existen métodos de validación que ya fueron empleados y nos permitirán técnicas adecuadas para poner al descubierto la manipulación electoral, como, por ejemplo: el modelo Ley de Newcomb-Benford, Métodos de Inconsistencias, Comparaciones Estadísticas en la Comunicación de Datos; igualmente auditorías de los sistemas informáticos y de todas las cajas y no de una muestra siempre manipulada, y también métodos de Control de Resultados entre grupos de máquinas de votación electrónica y de los centros de votación, clasificados por tipos de acuerdo con el volumen de tráfico de datos entrantes y salientes de las máquinas desde y hacia los servidores totalizadores del Consejo Nacional Electoral (CNE).
Estos métodos permiten objetivamente denunciar el fraude y sirven de prueba jurídica ante los Tribunales Penales Internacionales. Tal como ocurrió con las elecciones de 2018, cuando el TSJ en el exilio sentenció el fraude en las elecciones presidenciales y emitieron sanciones penales que desgraciadamente no concluyeron en una sentencia internacional producto de las maniobras de gobiernos asociados al chavismo y de los oportunistas dueños de empresas colaboracionistas y de encuestadores comerciales que contribuyeron a ignorar tales decisiones, pero todos ellos se están incorporando a la lista de los más buscados.
La verdad y la libertad se impondrán esta vez.
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