Para el sociólogo francés Alain Touraine, el debilitamiento general de la democracia en muchos países tiene como causa última la progresiva separación entre la efectividad de la gestión pública y las demandas lógicas de los ciudadanos. En el caso venezolano, la significación que debe tener el espacio del derecho de la ciudadanía es casi inexistente por intereses mezquinos del decadente proyecto ideológico continental llamado socialismo del siglo XXI.
“La insatisfacción de las demandas sociales, la incapacidad de los partidos de renovar la forma de hacer política, la militarización de las instituciones y la erosión del Poder Judicial y de la estructura de contrapesos políticos son algunos de los factores que, según afirma un panel de expertos políticos, acabaron con la democracia en Venezuela”.
La revolución bolivariana hasta el momento ha fracasado en su objetivo de atender las necesidades de la población, caso concreto el aumento de salario. Es necesario un nuevo plan de desarrollo que logre una mejor articulación entre gobierno y la gente, y a la vez refunde el país en procura del bien colectivo. Esta realidad transita de pasar de las protestas a las propuestas, y demostrar que es posible, con la participación ciudadana, construir una mejor Venezuela, tarea nada fácil por sus actuales protagonistas. Refundar el país desterrando un gobierno que se convirtió en “un verdadero peligro” para muchos países democráticos.
La naturaleza de la crisis política, económica y social convoca cualquier escenario electoral incluso por adelantado para salir de esta pesadilla que lleva 23 años, no se puede descartar con garantía del voto y elecciones competitivas: comicios generales, para refundar el Estado. En el país se observa el agotamiento de su clase política /dirigentes. El ciudadano en su mayoría se identifica más con un escenario de cambios gobierno municipal, regional y nacional, a través de la vía democrática y constitucional. Las elecciones generales, una propuesta para refundar el país, son una alternativa para resolver la problemática política inmediatas, frente a discurso ideológico trasnochado, sin visión de futuro, deslizándose en lo aburrido y repetitivos que encuentran rechazo casi unánime por parte de 80%, es decir la mayoría de los venezolanos. La situación de Venezuela está conectada a una crisis económica en ascenso por ahora indetenible, como consecuencia de un modelo económico reconfigurado sobre la base de un incomprensible neo marxismo, articulado en su dinámica a la ingobernabilidad y la corrupción, teniendo como consecuencia inevitable el fracaso en lo económico y social.
Nicolás Maduro sigue gravitando nacional e internacionalmente en busca de oxígeno a través del diálogo o diálogos inducidos, renunciando a ver el “bosque” de la crisis económica y política que transita el país…lo grave es que el futuro de Venezuela es abstracto, Maduro prefiere seguir siendo interpelado negativamente por el pueblo, no se inmuta, mantiene la antipostura democrática en vez de hacer una comprensión final, objetiva, de la naturaleza de la magnitud de la crisis y plantear la urgencia de convocar a una elecciones generales, como alternativa inmediata para refundar y salir de esta situación ha llevado a una buena cantidad de venezolanos a huir del país por razones económicas y humanitarias. Según la oficina para refugiados de Naciones Unidas, Acnur, más de 7 millones de venezolanos son migrantes y refugiados. La gran mayoría se encuentra en países vecinos como Colombia, Perú, Ecuador, Chile, Argentina y Estados Unidos. También un grupo importante de venezolanos, descendientes de españoles que migraron después de la Guerra Civil y durante la dictadura de Francisco Franco, ha retornado a España.
Venezuela tiene que salir de este abismo… cada minuto, hora, día, mes, cuenta en las reconfiguraciones y posturas que pueda tomar un pueblo abrumado por una situación política y económica que perturba su paz y equilibrio emocional.
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