OPINIÓN

Elecciones de EE UU y regulación de las criptomonedas

por German Creamer German Creamer

Las elecciones de mitad de mandato de Estados Unidos ha dividido el Congreso entre los republicanos que controlan la Cámara Baja, la Cámara de Representantes, y los demócratas que dominan la Cámara Alta, el Senado.

Desde el punto de vista político, no se esperaba que los demócratas lograsen esta votación y que ganasen un puesto en el Senado, con lo cual, si logran retener a Georgia en la segunda vuelta, dejan de depender de las restricciones impuestas por el senador Joe Manchin y sus seguidores o del voto de la vicepresidenta. Hay la opinión que estos resultados se deben al ataque a la democracia durante el asalto al Capitolio en enero de 2021 o por la decisión de la Corte Suprema de eliminar el derecho constitucional al aborto. Sin embargo, esta segunda hipótesis no se sostiene según la distribución de la votación por estados y sus posiciones en relación con el aborto. Esto hace pensar que la economía ha jugado un rol central en estas elecciones como también sucedió con Clinton.

El aumento de la inflación ha llevado a la subida de las tasas de interés por el Fed, el Banco Central de Estados Unidos, y a la caída del mercado bursátil, pero esta semana se recuperó ante una disminución del crecimiento del nivel de precios con la expectativa que el Fed pueda reducir su ritmo de aumento de las tasas de interés. El otro aspecto que ha jugado un rol central es el alto nivel de empleo el cual ha facilitado que una gran parte de la población, especialmente la juventud, pueda encontrar trabajo o reubicarse en posiciones con mayor compensación o satisfacción laboral. Esto explica parcialmente que el voto joven demócrata se mantuvo y aún su participación en las elecciones aumentó.

Desde el punto de vista económico, el impacto de un Congreso dividido ha sido bien recibido por los inversionistas ya que en estas condiciones es mucho más difícil aprobar nuevas regulaciones al sistema financiero. Adicionalmente, el Congreso puede frenar la política expansiva del presidente Biden restringiendo el nivel de endeudamiento público y gasto fiscal.  Desafortunadamente, esta división también limitaría la posible regulación del mercado de activos financieros digitales, precisamente cuando es más requerida luego de las bancarrotas de la criptobolsa FTX o de los prestamistas de criptomonedas Celsius y Voyager Digital, con la consiguiente caída del precio y credibilidad de las criptomonedas.

Las crisis de las compañías que negocian criptomonedas no están relacionadas con su tecnología sino con la falta de la supervisión de los entes reguladores. FTX violó uno de los principios más importantes del sector financiero, el cual es evitar especular con los fondos de los depositantes sin su aprobación para salvar a su compañía de inversión asociada, Alameda Research. Esta compañía entró en crisis al ser golpeada por la caída del fondo de cobertura Three Arrows Capital y Voyager Digital.  Aunque FTX está registrada en las islas Bahamas, la Comisión de Valores y Bolsa de Estados Unidos (SEC) inició hace algunos meses una investigación de FTX por violaciones de las reglas de activos financieros. Adicionalmente, en marzo de este año, el SEC estableció una regla que obliga a los bancos y a sus agentes de bolsa a incluir en sus balances financieros activos en criptomonedas. En consecuencia, los principales bancos han evitado custodiar este tipo de activos porque sus requerimientos de capital y liquidez aumentarían. Esta es un área en la que el Congreso, a pesar de estar dividido, debería de legislar regulando la custodia independiente de los activos digitales por parte del sector bancario para proteger a los inversionistas.

Esta misma lección y necesidad de regulación financiera, aun con un gobierno dividido, se aplica al resto del mundo porque los activos financieros digitales comienzan a ser adoptados a nivel de país como monedas digitales y como activos de inversión alternativos, por lo que su control por los entes reguladores es una gran prioridad para la estabilidad del sistema financiero.