Iván Márquez -gravemente herido en un atentado en junio de 2022 en territorio venezolano por sus rivales en el negocio de la droga- sorprendió con su aparición en un video publicado por el diario español El País el 11 de mayo pasado, una prueba fehaciente de vida.
Es posible sin embargo que casi nadie recordara que el canciller de Colombia, Álvaro Leyva, dio por bueno lo que alguien muy conocedor de lo que ocurre en Venezuela le dijo por teléfono en 2023: “Los muertos que vos matáis, gozan de cabal salud”. Y él reforzaba eso con una conclusión propia: “No hay acta de defunción, no hubo día de entierro”.
Lo cierto es que el jefe de la Segunda Marquetalia -protegido por el régimen de Maduro- sorprendería también en su video con un lisonjero apoyo a la propuesta de una asamblea constituyente para reformar la carta magna, que el presidente Gustavo Petro planteó en marzo y que ha generado cuestionamientos y protestas en Colombia.
Y en un gesto que el medio colombiano Semana calificó de cínico, el jefe guerrillero abogó por un mecanismo para evitar que a la constituyente lleguen voceros designados “por el dinero multimillonario y corrupto de la mafia de la cocaína”.
Hace mucho dejó de ser un secreto que la alianza entre la guerrilla de Iván Márquez y el régimen socialista en Venezuela data de 1999, cuando Hugo Chávez y las FARC decidieron “inundar” de cocaína Estados Unidos, con lo cual se enriquecían y de paso le hacían daño al “imperio”.
Hay razones para suponer que esa vieja alianza en el crimen organizado fue la que a la postre hizo que el Cartel de los Soles se empeñara en resolverles a sus socios de las FARC de Iván Márquez la competencia que les planteaban sus rivales de la narcoguerrilla, y que para ello arrastrara a la Fuerza Armada Nacional Bolivariana a la guerra de guerrillas de 2021 en el estado Apure.
Esa constituyó una penosa demostración de impotencia técnica y errores estratégicos de un alto mando inepto que lanzó al suplicio a jóvenes soldados y empañó el prestigio del uniforme de la institución. Por eso el descontento probablemente pervive en los cuarteles venezolanos y está pendiente la rendición de cuentas de los culpables, como ha sucedido siempre después de toda derrota.
Luego de esa desastrosa aventura militar y la necesidad de esconder al jefe de la alicaída Segunda Marquetalia -sin lugartenientes que movieran la cocaína producida en Colombia-, se complicó la obtención de efectivo para seguir aferrándose al poder. Al final, esa necesidad apremiante habría sido lo que impulsó al socio de Maduro a dejar la casa segura y quedar a merced del enemigo.
“En medio de su soberbia”, destaca Semana, Iván Márquez dijo en el video que respalda a Palestina y atacó al primer ministro israelí Benjamín Netanyahu y al presidente norteamericano Biden. Otro tanto hacen sus socios del Cartel de los Soles -una peligrosísima larva antisemita-, que izaron la bandera palestina en el cerro Ávila, en velado apoyó al movimiento terrorista Hamás y su aliado Irán.