OPINIÓN

El viacrucis del emprendedor en Venezuela

por Isabel Pereira Pizani Isabel Pereira Pizani

Si usted cree que al tener una idea novedosa y un plan de negocios puede poner el proyecto de sus sueños en marcha y crear una empresa en Venezuela, ¡despierte!

El emprendedor en Venezuela enfrenta el proceso más pesado del mundo para poner a funcionar una empresa, ostenta el récord mundial de duración con 230 días, seguido por Bosnia, Camboya e Irán; países que concluyen el procedimiento en menos de 80 días, una cuarta parte del tiempo que toma en Venezuela.  En la mayoría de las naciones, estos trámites se hacen entre 10 y 30 días.

El número de procedimientos que involucra poner a funcionar una empresa en otros países no supera un dígito, mientras en Venezuela son 20. Esta cifra no incluye las trabas sobrevenidas  en cada una de las instancias oficiales que son -en general- vías para procedimientos corruptos donde se penaliza, multa, se exigen pagos fuera de cuerda a los emprendedores y  contribuyen a la ejecución de procedimientos de por sí largos, penosos y costosos  que desaniman al futuro empresario, pueden anular su intención y con ello restar esfuerzos para contribuir al desarrollo económico del país y a la generación de oportunidades de crecimiento económico, nuevos empleos, productos y mejores salarios.

Son corrientes los episodios que obligan al candidato a costear la habilitación de procesos (costear un trabajo extra de funcionarios) por efectos del ejercicio de trabas y manipulaciones que demoran las respuestas y la consecución de permisos requeridos. Un ejemplo: vence un permiso en el número de días estimado por ley, porque no han concedido otro permiso que antecede y es obligatorio para avanzar al nuevo paso, esto obliga al empresario (víctima) a pagar un monto adicional a criterio libre del funcionario para que el inconveniente sea resuelto.

Esta operación corrupta puede denominarse como “forzar habilitaciones para obtener respuestas en procesos encadenados”, cuando un procedimiento es precedido de otros con caducidad estimada, si una parte del proceso expira, se paraliza el resto, y hay que empezar de nuevo y de nuevo costear, a menos que se convenga en pagar una coima al funcionario que controla la entrega del permiso clave.

Una práctica difundida es no informar fechas de vencimiento y multar al candidato a empresario. Estas multas son aplicadas a libre criterio de los funcionarios, en la institución responsable de impuesto el monto promedio de la multa es 10.000 dólares si se incurre en el error de pagar esta multa abusiva, la institución gubernamental habrá conseguido una presa extorsionable y de seguidas se crearán las condiciones para aplicar otra multa, esta vez de 5.000 dólares. Los funcionarios deben creer que si accedió a pagar una vez, seguirá pagando.

Muchos analistas opinan que la lenidad y permisividad en la aplicación de multas y pagos ilegales se debe a la realidad que representa los bajos salarios de los funcionarios. Pareciera que la orden es rebuscarse en prácticas ilícitas para compensar los bajos salarios.

Estos procedimientos se cumplen en todas las fases del proceso, por esa razón obtener un permiso para el funcionamiento de una nueva empresa constituye un proceso corrupto, demorado y contrario a la necesidad de expandir la economía.

Esta realidad es afectada y complementada por las políticas de amenazas de expropiación de las empresas y por los controles abusivos e intervenciones en el desenvolvimiento de las empresas, causas determinantes de que de las 12.000 compañías existentes antes de socialismo siglo XXI hoy sólo permanezcan 2.000 duramente en pie, víctimas permanentes de los abusos jurídicos, procedimentales y la corrupción del régimen en el poder.

Estos son los pasos generales para crear una empresa en Venezuela:

I. Registrar la empresa en el Registro Mercantil: un registro público donde se inscriben todas las empresas y sociedades mercantiles que actúan en el país. Comprende los siguientes procedimientos:

II. Obtención del RIF: El Registro de Información Fiscal (RIF) es un documento que identifica a la empresa como contribuyente ante el Servicio Nacional Integrado de Administración Aduanera y Tributaria (SENIAT). Requiere presentar la documentación de la empresa en una oficina del SENIAT.

Estos son algunos de los requisitos para obtener el Registro de Información Fiscal (RIF) en Venezuela:

III. Obtener los permisos necesarios: según el tipo de empresa y su actividad, se pueden exigir permisos adicionales como permiso sanitario o permiso de uso de suelo. Estos varían según cada caso.

IV. Registrar la empresa en el sistema de seguridad social:  en Venezuela, las empresas están obligadas a pagar una serie de contribuciones y aportes a la seguridad social para sus empleados.

Estos son los principales conceptos y porcentajes:

V. La licencia de funcionamiento: imprescindible para iniciar operaciones. La otorga la alcaldía del municipio donde se encuentra la empresa.

Estos son algunos de los requisitos comunes para obtener la licencia de funcionamiento en Venezuela:

Algunos datos adicionales.

Tipos de impuestos y sus porcentajes para las empresas en Venezuela.

En Venezuela, las empresas están sujetas al pago de diversos impuestos y contribuciones. Algunos de los principales  son los siguientes:

Estos porcentajes pueden estar sujetos a cambios y existen ciertas exenciones y beneficios fiscales para algunas empresas según su actividad económica y otros factores. Estos requisitos están bajo control del funcionario.

Algunas conclusiones.

Los servicios en línea funcionan solo para recibir el pago de impuestos, pero están en permanente caída para emitir recibos de cumplimiento de pago de servicios.

Las instituciones que intervienen en este proceso de creación de empresas y de velar por su funcionamiento muestran un comportamiento que no favorece la creación de nuevas entidades, actúan en sentido contrario. Crear empresa no es concebido como un aporte al crecimiento económico, el surgimiento de nuevos empleos y oportunidades, constituye adversamente una presa de la cual se pueden obtener beneficios discrecionales y fraudulentos.

Esta situación, de gran impacto en la economía venezolana, debe ser analizada y reconducida de forma inmediata. La explicación de la conducta de los gobiernos venezolanos, históricamente negativa frente a los emprendedores y empresarios, tiene obligatoriamente que ser reconocida, limpiada y convertirse en lo contrario, una vía para el crecimiento de iniciativas empresariales básicas para alcanzar un bienestar económico del país.

Es el momento para poner fin al viacrucis del empresario y de los futuros emprendedores. Urgente poner manos a la obra en beneficio de todos, desestatizar y estimular el surgimiento de iniciativas ciudadanas, fundar el crecimiento en una ética del trabajo y no esconderse en el volumen de una renta manejada discrecionalmente por quienes concentran el poder. Bienvenida la Nueva democracia.

Artículo publicado en La Gran Aldea