La Constitución es clara cuando señala que nadie afín o militante de un partido político, puede ser miembro del Consejo Nacional Electoral, muchísimo menos su cabeza. Tenemos a un presidente del CNE que es una ficha incondicional de la oligarquía gobernante y del PSUV. Ha sido además de dirigente de la organización oficialista, un par de veces diputado gubernamental y hasta consultor jurídico de la propia presidencia de la nación. No solo eso sino que violando la Constitución ya antes se impuso como contralor, convirtiéndose en un verdugo que guillotinó a los principales dirigentes de la alternativa democrática. Más de cien líderes opositores fueron sacados de futuras contiendas electorales durante su labor como contralor y sus funciones constitucionales para chequear y sancionar la corrupción de funcionarios públicos las dejo en el olvido. Entre las inhabilitaciones más perversas la de: María Corina Machado, Henrique Capriles, César Pérez Vivas, Juan Pablo Guanipa, etc, etc, etc…En Barinas tuvo el descaro de inhabilitar al ganador inicial a la gobernación Freddy Superlano, para luego hacer lo mismo con su esposa, quien nunca ocupó cargos públicos, lo que hizo sin ningún basamento jurídico o inclusive racional. Para luego seguir inhabilitando a otros de los candidatos al Estado natal del oficialismo, hasta que no le quedó más remedio que dejar la jugada hasta allí y al repetirse las elecciones la paliza contra el régimen fue monumental.
Ahora Amoroso como presidente impuesto por Maduro al CNE, sigue haciendo de las suyas. Sin ningún tipo de argumentos no permitió que Corina Yoris, la candidata inicial presentada por María Corina, pudiera inscribirse. De buena fuente me confirmaron que el partido Fuerza Vecinal fue chantajeado, bajo la amenaza de inhabilitar a los alcaldes que conforman la organización por 15 años, siendo forzada la organización a postular a un aspirante distinto a Edmundo González, contribuyendo a la división de la oposición. Lo mismo me aseguró el jefe de una nueva agrupación política Derecha Democrática Popular, a la que se obligó a postular a Ratti, un velado oficialista, que ha demandado en el Tribunal Supremo a la organización de María Corina Machado y a la propia tarjeta de la Unidad, la de la manito. Que lástima que sendas organizaciones políticas no aplicarán aquello de que “Fermín Toro no va, porque Fermín Toro no se prostituye”. Lo que hizo Elvis Amoroso con el tarjetón electoral es más que vergonzoso. La figura de Maduro aparece por todas partes y en la franja superior. En la segunda línea confunden la verdadera tarjeta de la Unidad con otra que apoya a un candidato de relleno, que tiene los mismos colores y mucho más grande el título de “Unidad”. Entre otras triquiñuelas no sacaron del tarjetón al partido Unión y Progreso, que en las últimas elecciones sacó los votos necesarios para estar en la boleta electoral. Amoroso, quien está sancionado internacionalmente por violaciones de los derechos humanos, ha vetado la participación de la misión de observación electoral de la Unión Europea, para los comicios presidenciales sin ningún tipo de justificación. Lo que significa negarle a los 27 países que conforman la Unión Europea la posibilidad de enviar la veeduría más profesional que conozca el globo terráqueo. Días pasados uno de los rectores, Juan Carlos Delpino, denunció públicamente la actuación de Amoroso, quien actúa a sus anchas y suscribe decisiones unilaterales que tienen que tomarse de forma colegiada y algunas de ellas incluso por mayoría calificada de los miembros del ente electoral.
Elvis Amoroso, además, se hace la vista gorda ante las detenciones de dirigentes opositores, las denuncias del Colegio Nacional de Periodistas de más de 60 violaciones de la libertad de expresión en lo que va de año, el sesgo absoluto de los medio de comunicación del Estado y la campaña apestosa desplegada por el oficialismo en las redes y la casi totalidad de los medios a los cuales se les impone una censura feroz.
En medio del panorama lleno de fraude y obstáculos, cada día surge con más fuerza el apoyo a la dupla María Corina Machado, Edmundo González Urrutia. El cambio es inevitable. Hay que volver a la Constitución. El artículo 6 es muy claro cuando señala la alternancia. Después de 25 años y en una oportunidad de votar por la presidencia cada 6 años, llegó la hora definitiva. Todos a votar. Recordemos la frase del Libertador Simón Bolívar ante el Congreso de Angostura: “Nada es tan peligroso como dejar permanecer a un mismo ciudadano mucho tiempo en el poder, el se acostumbra a mandar, el pueblo a obedecer, de donde surge la usurpación y la tiranía”.
@OscarArnal
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