OPINIÓN

El vaso medio lleno

por Arminda García Arminda García

Al analizar esta expresión se puede considerar que forma parte de la psicología positiva que nos invita a ver siempre el lado bueno de la vida con optimismo, es decir, “el vaso medio lleno”. Esto se refiere a generar la motivación necesaria para cambiar nuestro punto de vista, favoreciendo el bienestar, la salud y el equilibrio, en todo sentido.

Se ha demostrado que este es un tipo de positivismo realista que mantiene presente las ilusiones favorables, la autoestima, el fortalecimiento personal, la sensación de tener el control, racionalizando de manera objetiva la percepción que tenemos del entorno. Esto nos hace conscientes de las adversidades presentes, las cuales fortalecen la capacidad de resistir y superar los obstáculos.

Entonces, se puede establecer que esta forma de asumir la vida tiene sin duda la finalidad de protegernos, invitándonos a observar la realidad y a tomar de allí tanto los aspectos negativos como los positivos, haciéndonos ver que si no sabemos cuidar y apreciar nuestras circunstancias, podríamos perder todas las oportunidades y los aspectos favorables.

También, una forma distinta de reflexionar sobre esta expresión es abrir la mente a nuevos planteamientos, observando el vaso de manera diferente.  Si la mitad contiene líquido y la otra parte aire, entonces podemos pensar que está medio lleno y no medio vacío, considerando que el aire es un elemento, además, substancial en nuestras vidas, pues nos permite respirar.

La intención de razonar sobre este asunto es entender si se le da más importancia a lo que ya tenemos. Si es así, entonces no se le concede suficiente relevancia a lo que nos hace falta. Esto depende del punto de vista de cada uno, cuando analizamos los acontecimientos de la vida para obtener una visión propia, lo cual responde tanto al pensamiento de los  que son optimistas, como a los que no lo son.

Es significativo recalcar que está comprobado que los individuos optimistas cuentan con el empuje y la motivación necesaria para alcanzar eventualmente sus metas en todos los ámbitos de la vida. Además, observan las faltas y los problemas de una manera que les permite encontrar y aprovechar las oportunidades que los pesimistas no ven. Por eso, es elemental cultivar esa actitud positiva para alcanzar nuestros objetivos.

Se debe decir que contar con una actitud  favorable requiere un estado emocional que se va construyendo a través de un proceso de transformación, el cual responde a una decisión totalmente personal. Ver el vaso lleno para alguien que lo ha visto siempre vacío requiere cierto tiempo, cambios de hábitos y la constancia necesaria, que nos llevará a contar con esa forma positiva de ver la vida que nos mueve como un motor.