«La vida empezaba al revés» (RAFAEL ALBERTI)
Hoy en día no hay nada claro porque todo parece confuso. Al entrar a un café uno no sabe si es mejor decir en voz alta ¡buenos días! o acercarse a la barra a pedir la consumición sin saludar a nadie. Se está perdiendo la sana costumbre de la sociabilidad y la cortesía. Cuando alguien se para en la frontera de la acera para ceder el paso a un viandante o al ciclista que circula por el carril bici son pocos quienes agradecen el gesto.
La sociedad debe volver a trabajar con esa asignatura llamada urbanidad. Es verdad que hoy contemplamos decepcionados la falta de contención, la prisa y la impaciencia de los adolescentes. Parece que no han aprendido a escuchar ni a guardar silencio.
¿Quién ha hablado alguna vez acerca del patrimonio cultural a los muchachos que mancharon con sus garabatos las fachadas de tres iglesias románicas de Zamora? («Telecinco se hace eco del vandalismo contra tres iglesias románicas de Zamora y su muralla», El Español. Alexandra González, 27 de agosto de 2023)*. Afortunadamente, este comportamiento incívico no es la norma entre adolescentes; sin embargo, un par de tontos es suficiente para estropear un legado y esto no puede admitirse. Si los chicos recibiesen una buena educación en la escuela sobre el valor de las cosas, la actitud de estos sería distinta. Claro que habría que contar también con la circunstancia de que no faltasen a clase y que supiesen comportarse en un aula. Los adolescentes mirarían de forma respetuosa los bienes de su ciudad.
Dos veinteañeros británicos del grupo Just Stop Oil que persigue detener la extracción de combustibles fósiles por parte del gobierno británico (suponemos que de todos los gobiernos del mundo) entraron en la National Gallery de Londres con martillos de emergencia alrededor de las 11:00 de la mañana del 6 de noviembre de 2023 y golpearon el cristal protector del cuadro de La Venus del Espejo de Velázquez («Manifestantes ecologistas del grupo Just Stop Oil atacan con martillos la obra Venus en el espejo”. El Mundo, Guadalupe Ponce, 6 de noviembre de 2023)**. Los activistas iban acompañados de un tercero que filmó la escena para dar visibilidad a su protesta. Uno se arriesga a suponer su ideología que probablemente les susurra: «Si algo no te gusta, rompe, grita. Haz lo que sea, pero sobre todo llama la atención»; en pocas palabras, lo que se ha dado en llamar vandalismo. La templanza y la calma son valores que estos dos zagales ignoran o desprecian. Los dos estarán convencidos de haber realizado un acto de heroísmo. Estos veinteañeros estarán orgullosos de despertar la conciencia del mundo. Atacaron un cuadro de Velázquez, pero pudieron maltratar cualquier otra pieza de arte. El mal de estos jóvenes a una obra que, desde luego no les pertenece, y sí pertenece al resto de la humanidad, no debe quedar impune. Un joven imberbe de veinte años sabe el daño que está haciendo en una galería de arte con su martillo. Nadie puede reclamar nada a partir de actos como este. Lo que estos dos activistas han hecho es inmoral.
Si queremos una sociedad sana, tenemos que abogar por la enseñanza y la aplicación de comportamientos responsables y cívicos. Alguien tiene que explicar a los niños y a los adolescentes que los actos vandálicos no caben en una sociedad civilizada y seria.
Un profesor me contaba ayer una vivencia que tuvo lugar durante una actividad extraescolar. El centro escolar en el que trabaja le encomendó la tarea de acompañar y vigilar a sus alumnos a una exposición de arte. Los docentes mantenían una vigilancia discreta de los pupilos mientras estos, los pupilos, disfrutaban a lo loco. Mi amigo paseaba a ratos por diferentes espacios cuando en una esquina observó a un grupo de chicos con un movimiento extraño. Les miró y ellos también le miraron. No dijo nada y siguió andando. A los diez pasos la conciencia le hizo detenerse y volverse. Se acercó al grupo y preguntó si todo estaba bien. Respondieron que sí, que todo bien. Vio que así era y se dio la vuelta. Uno de los chavales le gritó desde el rincón: «Gracias, profesor». Y esto fue lo que pasó. Esta fue una muestra de esa cortesía inesperada que algunos echamos de menos.
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Zamora, España
27.agosto.2023
elespanol.com/zamora/vandalismo-iglesias-romanicas
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Londres, Inglaterra.
6.noviembre.2023
lasillarota.com/mundo/ecologistas/atacan/obra/venus.espejo/Velázquez
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