Los liberales deben ser agitadores
Friedrich von Hayek
Después de Venezuela ser gobernada al peor estilo socialista y marxista, la Argentina populista y sindicalista, jefatura la inflación más alta del mundo. Un país que fue el primero de América Latina en los años veinte del siglo pasado. En estos momentos gracias al peronismo y a otros izquierdistas y enemigos de una economía de libre mercado, tiene a la mitad de la población disfrutando de algún programa social, pero al mismo tiempo 42% de la población se encuentra en situación de pobreza, siendo paradójicamente uno de los países de mayor producción de alimentos en el mundo.
La primera vez que llegamos a Buenos Aires fue en el año 2008, gracias a los dólares preferenciales que el gobierno de Chávez lanzaba a todos los venezolanos, y me acuerdo de que en ese año hasta nos alojamos en el Hotel Meliá Buenos Aires. En ese entonces, el gobierno venezolano le había enviado un maletín lleno de dólares a alguien en Argentina para financiar la campaña electoral de Néstor Kirchner, llamado a la paz del señor pocos años después.
Recientemente, regresamos a Buenos Aires, la capital bien manejada por Horacio Rodríguez Larreta, su alcalde, pero al mismo tiempo, además de ver magníficas avenidas como la Corrientes, la 4 de Mayo, la espectacular 9 de Julio, la avenida más grande del mundo, esta vez, nos alojamos en la larguísima calle Salta, en el apartamento que estaba alquilado por nuestro hijo. Marchamos, sin pausa y sin descanso, día y noche por casi todas las avenidas importantes y otras calles aledañas, y nos impresionamos al mirar la cantidad atronadora de mendigos con colchones y todo durmiendo en las calles y avenidas de la sultana del plata. Recuerdo, en especial, una especie de rancho chiquito que habían montado en frente de la oficina de correos en la populosa Av. San Juan. Toda esta cantidad de mendigos merodeando por toda la ciudad nos recuerda la gran herencia del kirchnerismo de una población en estado de pobreza del 42% y 10% de indigentes.
La senda que condujo a Javier Milei al triunfo
La crisis económica que ha estado azotando a Argentina no es nueva ni reciente, arranca desde los años en que por primera vez llegó al solio de San Martín el general Juan Domingo Perón. De acuerdo con un recuento del reputado diario Clarín (8-12-22) en esta nación sureña existen 167 impuestos, ha tenido 60 años de déficit fiscal, 77 años de inflación más 18 millones de pobres en la actualidad.
Según el extraordinario analista y experto abogado Enrique Guillermo Avogadro:
- La sociedad argentina viró fuertemente a la centro-derecha, harta de los modos del kirchnerismo y de su proyecto pauperizador. Casi 60% de los votos válidos repudió el modelo populista y autoritario que encarnó el kirchnerismo en los últimos veinte años.
- El peronismo sufrió la peor derrota desde su fundación. El kirchnerismo perdió en su provincia-cuna y la cantidad de votos que había logrado en el Conurbano bonaerense, base de su poder desde 2003, cayó verticalmente.
- Sergio Massa (ministro de Economía) y su cónyuge, Malena Galmarini, perdieron en su propio distrito electoral, Tigre, pese a todo lo que intentaron para frenar a su contendiente, incluyendo presiones violentas sobre quiénes acompañaban a éste.
- Se confirmó que los grandes aparatos políticos y su inmensa disponibilidad de fondos, personificados en Sergio Massa y en Horacio Rodríguez Larreta, dejaron de asegurar triunfos, ya que ambos cayeron ante adversarios muchísimos más modestos en materia de recursos. (negritas nuestras)
Aquí debo agregar, de mi propia cosecha, que Horacio Rodríguez Larreta, el exitoso alcalde de Buenos Aires, había dejado buenos servicios en la gran metrópoli (el Metro o Subterráneo, las 150 líneas de autobuses, 26.000 policías, etc.) pero no anunciaba planes para cuando fuera presidente de la nación de cómo pensaba acabar con este flagelo de la inflación, sino más bien pregonaba más gastos. Por lo tanto, le agarró el principio de Peter, ha debido permanecer en su sitial donde lo hacía para muchos relativamente bien. Y como lo fue en Nueva York el gran alcalde Fiorello La Guardia.
También hay que reconocer la cantidad de centros pro libertad y la cultura del liberalismo que han impulsado instituciones como el Eseade y otras fundaciones como la Fundación Libertad y Progreso, mientras que en Venezuela, Cedice no ha logrado impactar fuertemente al público. El IESA, una escuela renombrada de posgrados en administración se orienta preferentemente por políticas keynesianas, y uno de sus profesores más famosos recientemente fallecido era ¡admirador de Karl Marx!
En fin, Javier Milei, cuyo principal caudal de votos está en las nuevas generaciones, aceptó el consejo del gran intelectual liberal Friedrich von Hayek de ser agitador.