Durante los últimos años el papa Francisco ha estado muy activo en temas sociales, políticos y económicos, recientemente, el Pontífice visitó Canadá y pidió perdón a los indígenas del país del norte de América, por lo que él llamó su “destrucción cultural y asimilación forzada”; a su vez, también han sido enérgicas sus criticas contra lo que él llama la “globalización capitalista”, algo que él considera un “sistema de muerte”.
Sin embargo, luego de semanas de atropellos en Nicaragua a miembros de la Iglesia que él mismo representa, por parte del régimen socialista de Ortega, su silencio ha sido ensordecedor.
Durante las últimas semanas el régimen de Ortega ha estado en una constante persecución contra distintos sacerdotes, luego de que el monseñor Rolando Álvarez de la diócesis de Matagalpa fuera detenido.
La persecución contra la Iglesia Católica en Nicaragua empezó a acentuarse en 2018, cuando iniciaron los ataques contra obispos, sacerdotes y seguidores de la Iglesia por su rol activo en las protestas de ese año; luego de que miles de ciudadanos salieran a las calles a protestar por las terribles condiciones económicas en la nación centroamericana y la falta de libertades.
Desde entonces, el régimen dictatorial de Ortega, junto a su esposa Rosario Murillo, le han declarado formalmente la guerra a las autoridades de la Iglesia Católica. Solo en los primeros días del presente mes de agosto ordenaron el cierre de siete emisoras de la comunidad religiosa, y tras la detención de Rolando Álvarez, han arrestado a dos compañeros más de profesión sumando así tres sacerdotes detenidos en las últimas semanas.
Miembros y seguidores de la Iglesia Católica en Nicaragua han levantado la voz en contra del papa Francisco por lo que consideran un silencio bochornoso, mientras el jefe del Vaticano levanta constantemente criticas contra ciertas políticas económicas y gobernantes, dependiendo de su afinidad ideológica, guarda un silencio vergonzoso ante el atropello de miembros de su propia Iglesia, que están siendo pisoteados por el régimen de los Ortega en Nicaragua.
Nicaragua vive bajo una cruel dictadura desde hace más de una década, y en las últimas “elecciones”, el régimen de Ortega secuestró y encarceló a los 7 candidatos opositores que se atrevieron a intentar disputarle el poder por la vía electoral.
El silencio del Papa no debería ser pasado por alto por la comunidad internacional, y mucho menos por los seguidores de la Iglesia Católica, menos aún, tomando en cuenta que recientemente Francisco habló de Cuba, otra nación oprimida por un régimen socialista, tan solo para indicar que mantenía una “relación humana” con el dictador Raúl Castro.
Las afinidades ideológicas del papa Francisco están suficientemente documentadas, y tiene todo el derecho a tenerlas, lo que no está bien es usar el poder de la Iglesia Católica para tratar de plasmar su agenda marxista en el mundo, lavando el rostro de regímenes asesinos.
Si Jorge Mario Bergoglio quiere hacer política está en todo su derecho, pero que primero se quite la sotana y empiece a hablar en nombre propio, así podría dejar de avergonzar a la Iglesia Católica y permitir que un nuevo pontífice con más respeto por la Institución que él ahora representa se haga cargo.
Twitter: @emmarincon
Instagram: @emmanuelrincon_