OPINIÓN

El SELA en acción

por Javier Paulinich Javier Paulinich

Terminamos este año de gestión en el Sistema Latinoamericano y del Caribe con mucha satisfacción. Logramos cumplir casi en su totalidad el programa de trabajo que nos solicitó la membresía y consolidamos la estructura de la organización. Reconocemos que no han sido tiempos fáciles en nuestra región. Esto nos obliga a focalizarnos en las necesidades y en los temas que hay que fortalecer, no solo para contribuir a mejorar las capacidades institucionales sino para tener mecanismos de alertas tempranas ante distintos escenarios que puedan tener impacto en el desarrrollo económico y social.

He alertado en distintas oportunidades sobre la fuerte desigualdad de la región,  la necesidad de apoyar a las micro, pequeñas y medianas empresas y la de evaluar de una manera sistemática la masiva migración venezolana a otros países de Latinoamérica y el Caribe. Estos están entre los principales temas económicos y sociales del SELA para el año 2020.

Como organismo el SELA tiene entre sus objetivos examinar e integrar la cooperación y el comercio de sus 26 países miembros.

Hace unas semanas el Consejo Latinoamericano, órgano superior del SELA, nos dio nuevas directrices. Entre los temas en los que nos concentraremos se destacan las relaciones intrarregionales, la cooperación económica y las relaciones extrarregionales, entre los cuales queremos destacar el importante papel de China y de la India, que ya se encuentran como importantes socios comerciales  de algunos países de la región.

Se prevé un muy bajo crecimiento regional de 0,1% para el año 2019 y se proyecta un crecimiento también bajo de 1,8% para 2020, cifras que nos preocupan desde el SELA, pues afirman que de continuar esta tendencia podría tratarse de una crisis estructural de la región. Por ello nuestro trabajo busca cooperar e incidir con los gobiernos miembros  para que se tomen las medidas necesarias para mitigar efectos negativos.

Como principal solución, he hecho énfasis en fortalecer las micro, pequeñas y medianas empresas, que constituyen  65% del tejido social de la región latinoamericana.

Para contribuir a esta solución, creo que las grandes empresas, principales contribuyentes del producto interno bruto de los distintos países, tienen un papel muy importante que desempeñar, pues deberían unirse con las micro, pequeñas y medianas empresas para así fortalecerlas. Veo con entusiasmo el esfuerzo que se está realizando con cierto éxito en la Alianza del Pacífico: México, Perú, Colombia y Chile,  todos países con crecimiento económico en los últimos años.

Con relación a la migración venezolana, los países miembros nos han pedido seguir evaluando el tema con una visión multidimensional. Sin duda, la masiva migración de venezolanos a distintos países de la región genera preocupaciones. Uno de los objetivos de estudio que nos hemos trazado es medir el impacto que tienen en los mercados laborales a los cuales migran.

Colombia y Perú están entre los países que más venezolanos han recibido y son claros ejemplos de los impactos tanto negativos como positivos de esta migración masiva.

Con un 2019 convulso para muchos países de la región, desde el SELA contribuiremos al proponer posibles soluciones para el venidero año.

El robustecimiento de las micro, pequeñas y medianas empresas supone el fortalecimiento del tejido social más vulnerable; es decir, de la mayoría de la población en el caso de los países de Latinoamérica y el Caribe.

Para finalizar, quisiera insistir en que hay sectores vulnerables que son la base de muchas de las demandas que actualmente se presentan en la región. El aporte de las mipymes al producto interno bruto es bastante mediocre actualmente. Su crecimiento está bastante limitado por diferentes factores que, en su mayoría, se deben a regulaciones internas. Por lo mismo, queremos mantener desde el SELA una política de apoyo a este sector, tanto en la internacionalización como en la formalización y desarrollo de buenas prácticas que contribuyan a facilitar la inserción de este sector. Sin duda, 2020 será de nuevos retos para nuestra organización interregional.

Deseo un Feliz Año a nuestros amables lectores.