OPINIÓN

El segundo gobierno de Rafael Caldera

por José Tomás Esteves Arria José Tomás Esteves Arria

Foto Ernesto Morgado

Ante todo, Rafael Caldera fue un buen cristiano toda su  vida, y también un  Caldera en el . buen padre de familia. Ahora bien, como político, tuvo sus éxitos: crear en el año 1945, a Copei, partido social cristiano, y haber cooperado en 1959-64 con el gobierno adeco de Rómulo Betancourt en su lucha contra algunos intentos de golpe de Estado, manejados por nostálgicos del perezjimenismo, como contra los comunistas alzados en armas. También, su primer gobierno fue bueno aprovechando la excelente conducción económica que su antecesor Raúl Leoni había realizado. Aquí es conveniente destacar que en el último año de su gobierno empezó la inflación en Venezuela, en efecto, en el año de 1973, la tasa de inflación fue de 4,0%, cuando en el año anterior había sido de un 2,63%. Esto es, la larga historia de la inflación permanente en el país comenzó con su primer gobierno.

Ese primer gobierno de Caldera tuvo como ministro estrella el de Obras Públicas, José Curiel, quien hizo una gran transformación física, complementando el trabajo anterior del ingeniero Leopoldo Sucre Figarella. Otros miembros estrellas del gabinete de aquellos años lo fueron Arístides Calvani, excelente ministro de Relaciones Exteriores, y Enrique Pérez Olivares como titular de la cartera de Educación.

Nuestro expresidente no pudo lanzarse nuevamente de candidato sino hasta después del período previsto en la Constitución de diez años, y lo derrotó un pésimo candidato adeco como Jaime Lusinchi. Posteriormente, cuando finalizó 1988, quiso lanzarse de nuevo, y se disgustó terriblemente porque Eduardo Fernández dentro del propio partido Copei le disputó la candidatura, como queriendo decir que Copei había sido fundado para que siempre fuera candidato permanente, el expresidente.

Con el intento de golpe al segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, se presentó el error fatal de permitirle al ex presidente Caldera dar un discurso desde el congreso en vivo, donde exaltado dijo: “que el pueblo no se podía inmolar por la democracia si no sentía que se alimentaba”. Unos han dicho que conspiraba secretamente. Sea como fuere, ese discurso revelaba la ignorancia que siempre en materia económica rodeó a este excelente biógrafo de Andrés Bello. No se había dado cuenta de que Carlos Andrés Pérez había encontrado al BCV sin reservas internacionales y tuvo que  poner en ejecución  un programa extraordinario de reformas estructurales y ajustes económicos. Dicho programa  fue anulado por las fuerzas opositoras a las que se les sumó su propio partido AD conducido por Alfaro Ucero viejo caimán de los tiempos del 45. Hasta inventaron un Consejo Consultivo que nombrado el 26 de febrero de 1992,  e integrado  por un grupo de personas de diversas profesiones e ideologías, planteó hasta 125 medidas muchas de ellas contradictorias y con escaso fundamento. ¡ Como si fueran otra constituyente más !

Carlos Andrés Pérez, fue enjuiciado vilmente, y encontrado culpable por haber ayudado a la gestación de la democracia en Nicaragua. Lo sacaron de la presidencia y lo sustituyó Ramón J. Velásquez, quien sirvió como una especie de presidente bisagra.  De seguida, Rafael Caldera, busco los votos de la izquierda, del MAS y de un llamado “chiripero”. Llegó a ser presidente, y de inmediato les dio algunos cargos a militares que estuvieron comprometidos con el golpe contra el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez, demostrando así que la deslealtad contra la democracia si pagaba.  Por fueran pocos todos los males que afligían al país, se abrió la caja de Pandora al producirse una campaña de rumores contra el Banco Latino, y estalló una crisis bancaria que afectó al 45% de las instituciones bancarias, al 50% de las oficinas del sistema, y al 55% de los depósitos.  En el primer semestre de 1994 las reservas internacionales  netas del BCV se redujeron 3.766 millones de dólares, equivalentes al 45% de su monto inicial. Esto obligó al gobierno a establecer un estricto control de cambios. Dos años después, en 1996, se produjo un cambio en la política económica, parecido al programa de ajustes del año 1989. De tal modo que se eliminaron los controles de cambio y de precios. Pero es año la inflación alcanzó 103,2%.

De igual modo, el gobierno tuvo la sensatez de abrir el mercado petrolero para nuevas empresas y tuvo la valentía el gobierno de permitir la quintuplicación  del precio de la gasolina.,

Es interesante la opinión de la doctora Ruth de Krivoy sobre Rafael Caldera, “en franco contraste con Carlos Andrés Pérez quien supo entender que lo que le había servido a Venezuela en el pasado no necesariamente funcionaría en estos nuevos tiempos, Caldera recurrió a las herramientas de antes: el populismo y un estilo autocrático para hacer prevalecer sus ideas” (véase el libro Colapso, Ediciones IESA, 2002, p.182).

Sea como fuere, después de haber despotricado contra el FMI, en abril de 1996 este organismo aprobó un préstamo a Venezuela de 1.500 millones de dólares. El director-general del FMI Michel Camdessus, por un tiempo persona non grata para el gobierno se convirtió en huésped de honor de Rafael Caldera.

Según una presentación-documento, que circuló por Internet algún tiempo, el segundo gobierno de Carlos Andrés Pérez gastó 50.019 millones de dólares mientras que el también segundo mandato de Rafael Caldera gastó la friolera de 107.047 millones de dólares.

En lo político, además esta administración sobreseyó la causa contra Hugo Chávez F. Así mismo, Luis Miquelena quien le convenció en competir en las elecciones,  una enorme abstención le permitió ganar y ya todos conocemos lo que nos vino después. Hoy por hoy, nadie sabe si existe todavía Convergencia el aparato que armó  en una ocasión para alcanzar por segunda vez el trono de Miraflores.  Rómulo Betancourt, demostró su calidad de estadista al rechazar ofrecimientos para ser presidente por segunda vez, y Gonzalo Barrios sin ser ni siquiera presidente demostró que mandaba como un estadista al emitir consejos y recomendaciones los domingos desde su hogar.

En los indicadores vemos que la inflación promedio fue superior en el segundo gobierno de Rafael Caldera, la tasa de cambio aumentó su crecimiento más con este segundo gobierno y la liquidez también creció más, si bien las exportaciones totales en los años del segundo mandato del candidato que una vez fue socialcristiano, pero el PIB por persona en dólares a precios de 1990, en el segundo gobierno  se redujo.