OPINIÓN

El secuestro, tortura y calcinamiento de un sueño

por Gustavo Tovar-Arroyo Gustavo Tovar-Arroyo

Por Leopoldo López y Gustavo Tovar-Arroyo | @leopoldolopez @tovarr

Prólogo de un nombre y de una lápida fría

Sé lo que significa perder -asesinado- a un compañero de lucha o a un amigo, sé también la indignación que se siente cuando esa pérdida ocurrió a manos de una tiranía criminal. Conozco ese sufrimiento bien porque tenemos varias cruces alojadas fatalmente en el cementerio, lápidas blancas y frías con un nombre rotulado entre dos fatídicas fechas, un nombre que simboliza una piel, una mano, un abrazo que más nunca lograremos sentir.

A ese nombre solo podremos hallarlo a través de una piedra inerte sembrada en la tierra. Sé lo que significa ese inconsolable dolor y por eso he decidido cederle la palabra a Leopoldo López. Su afectado pero inspirador mensaje tras la muerte política a manos de la tiranía de su copartidario Edmundo “Pipo” Rada es una bengala que anuncia una nueva etapa en la lucha de la libertad. Ojalá sea la definitiva. Eso dependerá de cada uno de nosotros.

Aquí su voz y nuestro eco.

El secuestro, la tortura y el calcinamiento de un sueño

Con mucho sentimiento, con mucha frustración, mucho dolor, hoy quiero mandarles este mensaje. Se trata del secuestro, la tortura, el ajusticiamiento y luego el calcinamiento de nuestro hermano Edmundo Rada, Pipo, como lo conocíamos todos nosotros. Pipo, concejal de Petare, petareño de pura cepa, un hombre dedicado a la lucha social; una persona que desde todo punto de vista era eso que nosotros decíamos: “Para ser un líder político, primero hay que ser un líder social”, y Pipo era un líder social que asumió la política para transformar la realidad de su barrio, de su Petare, de su ciudad y de su país, Venezuela. Pipo siempre estuvo desde el inicio, desde que fundamos Voluntad Popular, en la primera fila de la lucha, en la vanguardia, asumiendo todos los riesgos en los momentos difíciles; pero también toda la solidaridad, todo el amor, todo el cariño que tiene que tener un líder en estos momentos que está viviendo Venezuela.

Yo no tengo ninguna duda hermanas, hermanos, que este asesinato de Pipo está políticamente motivado. Los indicios así lo afirman. Y es otra expresión más de la crueldad de la dictadura que hoy está en el poder en Venezuela y que nosotros tenemos la responsabilidad, la obligación de despojar del poder. Tenemos la obligación por la memoria de los que han fallecido y por el dolor y el sufrimiento de quienes todavía padecen en tierra venezolana y en tierra extranjera las consecuencias de la dictadura.

El camino hacia la mejor Venezuela

Nosotros, hermanas, hermanos, en este momento estamos ante una coyuntura: o abandonar la lucha, o seguir la lucha con más firmeza. Yo entiendo, hermanas, hermanos, que una noticia como esta nos pone a todos a reflexionar si vale la pena o no vale la pena la lucha; si vale la pena o no vale la pena arriesgarse; si vale la pena o no vale la pena estar en la vanguardia; y yo les digo hermanas, hermanos, claro que vale la pena.

Estoy seguro de que Pipo estando en el cielo, compartiendo con Dios Nuestro Señor, en estos momentos está apoyando esta posición de seguir en la lucha hermanas, hermanos, de seguir adelante. De hacer lo que nos corresponda para despojar la dictadura del poder, para construir la libertad, para construir el camino hacia la mejor Venezuela y que no va a ser un camino fácil, no lo ha sido hasta ahora, ni lo será. Pero requerirá lo mejor de nosotros, la mayor dedicación de nosotros, la mayor seriedad de parte nuestra, el mayor compromiso entre nosotros mismos, la mayor solidaridad con nosotros, nuestros equipos, con la gente que sufre, y los venezolanos que hoy están siendo objeto de una desgracia creada por la dictadura. Y nos corresponde a nosotros, hermanas, hermanos, seguir en esta lucha.

Nosotros no podemos abandonar a nuestro pueblo, abandonar a los millones de venezolanos que tienen fe en que esto va a cambiar, que tienen la convicción de que podemos y tenemos que transitar hacia la libertad y hacia la mejor Venezuela.

Los riesgos de la libertad

Somos conscientes de que hay riesgos, pero también somos conscientes de que no asumir los riesgos significa estar perdidos y enterrados en una dictadura que tarde o temprano irá por todos nosotros, que tarde o temprano buscará cerrar todas las puertas de la libertad, del progreso y el bienestar para los venezolanos. Y nos corresponde a nosotros resistir y avanzar, hoy más que nunca, resistir y avanzar.

Hoy escuché el mensaje de nuestro presidente Juan Guaidó, un mensaje claro, valiente, directo, asumiendo la responsabilidad que él tiene en estos momentos. Asume la responsabilidad de dar la cara y de liderar; bueno, hermanas, hermanos, nosotros tenemos que estar allí para acompañar, para apoyar y para que cada uno de nosotros sea la cara de la lucha en el barrio, en el caserío, en la ciudad, en el municipio y en toda Venezuela. Que esta muerte trágica de Pipo nos inspire, que esta muerte trágica de Pipo nos mantenga en la lucha, que esta muerte nos lleve a nosotros a saber que tenemos que seguir adelante.

Yo entiendo, hermanas, hermanos, que esta es una circunstancia que puede generar temor, que puede generar duda, que puede generar incluso que algunos piensen en apartarse de esta lucha por pensar que no vale la pena. Pero yo les pido de todo corazón, hermanas, hermanos, se los pido, que nosotros entendamos que nos corresponde resistir y avanzar, y seguir, y que nunca, nunca olvidemos que esta lucha que estamos dando, que este sacrificio que hemos puesto en el altar de la libertad, se lo debemos a la gente que sufre.

Una bengala en la larga noche chavista

El presidente Guaidó ha planteado y yo quiero apoyarlo al mil por ciento, que tenemos que organizar nuevamente una fase de lucha, de protesta, en la calle para hacer sentir la necesidad del cambio en Venezuela, de salir de la dictadura, de despojar a los delincuentes asesinos que hoy están controlando las fibras del poder para enriquecerse, para su propio beneficio y por la desgracia de los venezolanos que hoy están sufriendo las consecuencias con hambre, con enfermedades, con éxodo y con sufrimiento.

Sigamos adelante hermanas, hermanos, que Dios tenga en la gloria a Pipo, y que nosotros honremos su ejemplo, que nosotros honremos con nuestra dedicación, con nuestra entrega, el sacrificio de quienes han pasado por la dificultad de la persecución, de la cárcel, del exilio, de la tortura y también de la muerte. Nos corresponde hermanas, hermanos, estar en sintonía con el dolor de nuestro pueblo. No es posible pretender liderar un país en sufrimiento si no estamos dispuestos a sufrir; tenemos nosotros que estar dispuestos a sacrificar lo que sea necesario para lograr la libertad de nuestra patria, que significa abrir la puerta para el bienestar y la superación de la pobreza, del hambre, del sufrimiento, de la miseria y de la enfermedad que hoy tiene nuestro pueblo.

Llenos de fuerza y de fe

Sigamos adelante hermanas, hermanos, llenos de fuerza, llenos de fe; atendamos los llamados de nuestro presidente Juan Guaidó, organicemos a nuestros equipos, entendamos que esta lucha es en serio, como siempre lo ha sido y salgamos a apoyar en todos los espacios, todas las luchas, todas las acciones, todas las protestas a favor de la libertad y de la democracia en Venezuela.

Que Dios tenga a Pipo en la gloria, que Dios bendiga a Voluntad Popular, que Dios bendiga a todas las mujeres y hombres que están dispuestos a estar en la vanguardia como ha estado hasta el día de hoy nuestro hermano Pipo y que sigamos adelante por Venezuela, por una Venezuela libre…

(Hasta aquí la fuerza de un discurso y la fe en la libertad de Leopoldo López)

Posdata póstuma (de Tovar)

Ya sabemos que la tiranía está intentando asesinar doblemente a Pipo. En los próximos días iniciará una infame campaña de desprestigio contra Edmundo Rada. Dirán todo de él. No tienen piedad. Ni asesinado de una manera tan despiadada y vil tendrá paz. Me equivoco, sí la tendrá, nosotros se la daremos cuando logremos la libertad.