Una vez terminadas las vacaciones es el momento de retomar la rutina, un período que puede repetirse todos los años, pero que igual exige la adaptación de los niños y del grupo familiar. Representa apegarse nuevamente a las normas, reanudar las actividades escolares, el reencuentro con el colegio, con sus antiguos compañeros, conocer a los nuevos estudiantes, ajustarse a los cambios de horario, amoldarse a una nueva maestra, entre muchas otras experiencias, que llevan un tiempo para reajustarse de forma progresiva.
Esta necesidad de readaptación puede suceder de manera recurrente; sin embargo, es importante que los padres aprendan a manejar este proceso para motivar a los niños a disfrutar sus rutinas escolares, su espacio educativo, así como también la oportunidad de aprender y de socializar. Igualmente, les corresponde a los progenitores estar atentos y convivir con ellos ese aprendizaje, además de cuidar que se desarrollen en total armonía para preservar el equilibrio afectivo y emocional de los hijos.
Por otra parte, en la vida actual es muy común encontrar que los padres se han visto en la necesidad de trabajar por distintas y válidas razones. Esto no significa que no deban ambos preocuparse y participar activamente en el proceso educativo de sus niños. En ese caso, se hace necesario nivelar de la manera más adecuada los roles que deben cumplir en el hogar, en especial en lo que se refiere a la educación y no dejar toda la responsabilidad a las madres.
Existen muchas maneras de facilitar la adaptación. Se les puede explicar a los niños lo que vivirán en la escuela, para generarles confianza y minimizar las ansiedades, así como realizar un ajuste progresivo y planificar el día organizadamente, evitando apresuramiento e impaciencia. También, es relevante establecer claramente horarios destinados al estudio, al descanso y al momento de dormir.
Del mismo modo, es oportuno motivarlos continuamente fomentando expectativas positivas sobre sus actividades escolares, mostrar interés sobre lo vivido y aprendido durante el día y mantener una actitud positiva al despedirse, recordándoles que al finalizar su jornada estarán esperándolos.
Se debe recordar que la paciencia demostrada ante sus tareas y todo los que implica su vida escolar les brindará confianza. Por otro lado, es conveniente destinar un tiempo durante el día para conversar con el niño sobre todas las experiencias vividas, escuchando con interés. Mantener contacto con los docentes para aclarar dudas y tener información sobre nuestros hijos optimiza este proceso.
Es muy importante que los padres se involucren en los estudios de sus niños y que los guíen, asegurándose de que cumplan con sus asignaciones escolares de manera óptima, con las estrategias que más les agradan y que brindarán el mejor desempeño. Del mismo modo, hay que tomar en cuenta que cada colegio tiene una forma propia de manejar las tareas, lo ideal es que los progenitores conozcan y sean parte de esta estrategia.
Durante el reinicio de actividades se debe tener presente la importancia de buscar el equilibrio en cuanto al proceso de adaptación y las responsabilidades, para lograr excelentes resultados.