“Mucha de la historia negra de la humanidad salió a relucir cuando le preguntamos cuáles palabras encontraban más perturbadoras, la respuesta fue: genocidio, masacre, holocausto, tortura, refugiados, inmigrantes, dictadura, guerra, hambre, muerte…” Anónimo.

Debemos empezar por decir que hasta los ángeles se equivocan, tal y como le sucedió a Luzbel, el propio demonio. En esta oportunidad el error le correspondió al régimen de Nicolás Maduro, tentado por la oscura zozobra que le atosiga minuto a minuto por el solo hecho de pensar en que le merodea la espeluznante palabra, elección.

De cualquier forma, el error es una práctica muy costosa. La mayoría de las veces deja profundas huellas y determina el destino de la vida, a veces el final de ella. La semana pasada, acertadamente y a través de un tuit lo señaló José Toro Hardy: “El régimen se peló. Ha hecho lo indecible por dividir a la oposición, pero al dinamitar al Consejo Nacional Electoral lo que logró fue unirla. Ahora, todos coinciden en que se debe elegir un candidato unitario de manera autogestionada, ya sea con voto manual o a través de otras vías”. De todos modos, cualesquiera sean los nombres de los relevos de los echados del organismo electoral, el talante del hacer será exactamente el mismo; esperar que ordene Miraflores para proceder sin titubeos con el encargo táctico o de rapiña según el escenario.

De manera que son indiferentes unos u otros. Ese disparo con un arma con la mira torcida con la que el gobierno tiró al CNE se llevó por delante el obstáculo que impedía que la oposición avanzara hacia la ruta del 22 de octubre sin mayores inconvenientes. Las vacilaciones, las indecisiones, de que si será con CNE o sin CNE cayeron ese día. Todos estos resbalones de la cúpula gobernante son efectos del pánico que seguirá aumentando progresivamente en la medida que el tiempo avance y que las campañas para la primaria se intensifiquen. He podido medir a través de las redes sociales y otros medios de comunicación las numerosas visitas de dirigentes democráticos a zonas populosas en diferentes regiones del país. Aquí caben unas reflexiones que nos abrevian letras en esta nota de hoy: ¿Se imaginan a Nicolás Maduro, Diosdado Cabello o cualquier otro dirigente del chavismo-madurismo caminando por las calles de un barrio o urbanización de cualquier municipio o parroquia de nuestros estados? ¿Tiene hoy Nicolás Maduro los simpatizantes o seguidores que tuvo cuando se enfrentó a Henrique Capriles y tan solo obtuvo una ventaja de 1.4% cuando la situación económica era menos caótica que hoy y cuando todavía el cuerpo de Hugo Chávez estaba caliente? Sin embargo, diez años después se cree que esos resultados fueron a la inversa, que Henrique Capriles obtuvo la mayoría de votos…

Cerrando el círculo, los hechos en la historia no se producen en forma aislada, conforman un proceso, se concatenan; es por eso que pueden ser causa o consecuencia de lo que acontezca más adelante. Ese bombazo en contra del CNE, aparentemente inofensivo y sin trascendencias mayores, pudiera ser el hito donde principia la debacle del régimen del gobierno socialista. Se me ocurre poner en paralelo lo ocurrido en Túnez, la Revolución de la Dignidad, que es como se conoce la intensa campaña de resistencia civil que  precipitó el derrocamiento del gobierno autoritario de Zine Ben Ali. Pero la historia contemporánea ha tomado como fecha de inicio del desplome de la tiranía  cuando un joven vendedor ambulante se quitó la vida a lo bonzo para protestar por la acción de la policía que, al confiscar su puesto callejero de venta de frutas, le había condenado a la miseria. O un ejemplo nuestro, el aumento de tan solo 0,25 céntimos del aumento de la gasolina en el año 1989 trajo como consecuencia grandes protestas y saqueos que se conoce como El Caracazo… Para muchos analistas estos hechos condujeron al golpe de Estado de Hugo Chávez de 1992 y su posterior victoria en las elecciones de 1998; es decir, el mediecito de la gasolina fue el origen de la debacle de la democracia.

Finalmente, la elección primaria será autogestionada. Todos los venezolanos tendrán conciencia de que el número de votantes será limitado, no podrán votar todos los compatriotas que quisieran hacerlo. El hecho es que se tendrá que multiplicar no sé por cuanto los votos que resulten de las urnas electorales de ese día. Lo que está claro y debemos destacar es que todos los venezolanos que puedan votar, votarán el 22 de octubre pasando por encima de todos los obstáculos que nos atraviese el régimen…

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