“¡Hipócrita! Saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano”. (Mateo 7:5)
Como siempre el régimen decidió hacerlo por las malas, con sus desafueros y argucias echan el resto para mantenerse en el poder; un poder que por lo demás detentan sin algo digno que exhibir, que antes por el contrario ha dejado a su paso la destrucción del país. Vale destacar de la larga lista de los infortunios patrios, el vil aventamiento -al mejor estilo cubiche- de mas de una cuarta parte de nuestra población que hoy se encuentra esparcida en todos los rincones del planeta; la pobreza extrema de los que aún habitamos esta Venezuela hoy postrada, sin redención; la voracidad por lo ajeno, la persecución y la tortura, y un gran déficit de todo cuanto a institucionalidad democrática se refiere. Pudiésemos decir que somos una aventajada colonia del régimen castrista que finalmente se ha salido con la suya, para su bien y para nuestra desdicha.
Fue esa una ambición histórica de Fidel. En efecto, los propósitos que persiguió, y logró cristalizar en Venezuela el régimen cubano, desde la instauración del chavismo, son los mismos animaron aquel 2 de mayo de 1967, cuando en la segunda incursión cubana al país, despedía a los guerrilleros cubanos y venezolanos que desembarcarían seis días después en la playa de Machurucuto. Uno de ellos, el ya deslindado Macho Héctor Pérez Marcano, importante protagonista del aquel fallido intento, contó en una entrevista que le concedió a la BBC, que «Fidel pasó toda la noche anterior con nosotros, dando las últimas instrucciones, chequeando todos los materiales, trasmitiéndonos algunas de sus experiencias en la lucha guerrillera en Cuba. Estuvo supervisando hasta el último minuto y nos acompañó hasta el barco a las 6 de la mañana, que fue cuando zarpamos”. Al montarse en la embarcación, les dio a cada uno 10.000 dólares, 10.000 bolívares y un reloj Rolex, de cortesía.
Esa intención de aquel sátrapa de la entonces URSS de colonizar por las malas a un país con una democracia aún frágil por incipiente venía del reconcomio con Betancourt, quien se negó al chuleo de nuestro petróleo para que lo pusiera al servicio de una revolución ajena a los postulados democráticos. La mantuvo latente por décadas luego del fracaso de la lucha guerrillera. Ya para entonces estaban fuera del sistema interamericano (tal como lo está Venezuela hoy), por la instauración de un régimen antidemocrático y por fraguar la invasión de Machurucuto que fue denunciada en esa instancia y en la ONU por Rómulo.
Esperó hasta que llegó el momento en el cual tuvo la oportunidad de hacerlo, cuando al país se le torció su rumbo democrático con el ascenso al poder de Hugo Chávez. Prácticamente el “comandante eterno” le entregó en bandeja de plata al malandraje cubano, petróleo y poder politico sobre Venezuela y la región. El mismo Pérez Marcano refiere que la ambición de Castro fue la de conquistar Venezuela y controlar sus reservas petrolíferas, así como lograr el dominio de su posición geoestratégica; “para el tirano eran asuntos de vida o muerte para el proyecto de dominio continental“, y además puntualiza que “Chávez era una especie de arcilla en manos de un orfebre tan bueno como Fidel”. De la mano sumisa de Chávez, logró avanzar y conseguir estos objetivos.
En lo interno podemos destacar la entrega de cotos en la administración pública. El Saime, registros, notarías, minas, asuntos electorales, participación en el gabinete ejecutivo y principalmente el petróleo, son los mejores ejemplos de esa entrega, pero tal vez la más importante ha sido la ideologización de nuestro estamento militar, no en balde se realizan desde hace mucho tiempo en la isla cursos de adoctrinamiento a nuestros cuadros de oficiales. La exaltación de la Revolución cubana y sus líderes está presente con imágenes y lemas en muchos actos oficiales y en instalaciones de nuestra administración pública, particularmente en la castrense.
Puertas afuera, en poco tiempo avanzaron geopolíticamente con Petrocaribe y el Caricom; con Unasur, el Alba, tratando de consolidar al Grupo de Puebla y al Foro de Sao Paulo. Se financiaron campañas electorales en el extranjero. De esa estela, que va de retro, quedan registros sorprendentes. Ha sido grosera la injerencia del castrismo y sus títeres en otras latitudes.
Con su acostumbrado proceder, el hegemónico régimen madurista ha trastocado realidades con su falsa narrativa en la que ya no cree la mayoría de los venezolanos. Atribuirle a los opositores traición a la patria para perseguirlos, enjuiciarlos y apresarlos, es “ver la paja en el ojo ajeno, y no la viga en el propio”. La entrega de Venezuela a Cuba de poder y petróleo, y la enervación de nuestra histórica posición en el Esequibo, favoreciendo a una Guyana apoyada por el régimen castrista, representan esa viga.
Desde aquí exigimos la libertad de los presos políticos y que cese la persecución de nuestros compatriotas. Particularmente, nuestra solidaridad con Rocío y Sebastiana.
@vabolivar
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