OPINIÓN

El racismo en Estados Unidos

por Francisco Bustos Serrano Francisco Bustos Serrano

La muerte de George Floyd a manos de un policía en Estados Unidos ha provocado una ola de protestas antirracistas en todo el mundo. Pero ¿cuál es la situación de las minorías raciales en Estados Unidos?

La población afroestadounidense compone 16% de la población total de Estados Unidos, siendo esta la segunda minoría más grande luego de la población hispanoamericana.

En el índice sobre la igualdad racial 2015 de la organización de derechos civiles National Urban League (NUL), se reflejan ciertos datos de sumo interés para comprender la situación de la minoría afroamericana en Estados Unidos. Usando variables como la tasa de desempleo, el nivel de ingresos y educativo, la salud o la participación ciudadana, la calidad de vida es casi un 28% inferior para la población negra, siendo 100 el nivel igualitario entre blancos y negros.

En el ámbito económico, la comunidad afroamericana parece estar muy lejos de la igualdad con 55,8%. El ingreso medio por hogar entre los afroamericanos era de 34.815 y entre los blancos de 57.684 dólares. Los cambios se producen lentamente, en 2005 la igualdad era de 56,8%; en 2010 de 57,9% y en 2015, de 55,8%.

Estos datos reflejan la obviedad de que la minoría afroamericana se encuentra en peor situación económica que la mayoría blanca. Pero, además, despierta varios interrogantes, como saber si la igualdad es un objetivo alcanzable y cuáles son las políticas correctas para acercarse a la misma.

Una de las posibles políticas intervencionista es la discriminación positiva, que se puede encontrar, por ejemplo, en el acceso a universidades, donde existe una proporción de plazas reservadas a las minorías. Sin duda la educación es clave para mejorar económicamente, pues asegura un acceso a puestos de trabajo mejor remunerados.

Las políticas de transferencias de rentas y subsidios sociales, más favorecidas por el Partido Demócrata, pueden ayudar a mejorar la situación, pero también, según la opinión del Partido Republicano, puede hacer que se fomente el depender de estas ayudas y no buscar la mejora a través del esfuerzo.

La política hacia una mejora de la situación económica población afroamericana en Estados Unidos puede llegar a través de un fomento del estado de bienestar. Que el Estado provea los servicios de salud y mejore los de educación, constituye una transferencia de rentas hacia las capas de la población más desfavorecidas que no implican un desincentivo hacia el trabajo.

La educación es clave para la mejora económica, pues la formación de los trabajadores es fundamental para optar a puestos de trabajo más cualificados.

La igualdad es también una cuestión ideológica. ¿Debe haber igualdad? ¿No es justo que si alguien se esfuerza más gane más? Los menores ingresos, ¿son debidos a circunstancias injustas de la vida o a un menor esfuerzo?

Sin duda la raza negra en Estados Unidos empezó su periplo en este país en circunstancias muy desfavorables en comparación con la población blanca. La esclavitud es, obviamente, la mayor forma de desigualdad. Se puede afirmar, por tanto, que como forma de compensación del “pecado original” de la esclavitud, la sociedad norteamericana debería adoptar políticas activas en la lucha contra esta situación.

La desigualdad, sin embargo, no se resuelve en el corto plazo. Según Piketty, en su libro El capital del siglo XXI, llevó todo un siglo en las sociedades del primer mundo el reducir la desigualdad de patrimonio y que se creara una clase media patrimonialista, que fundamentalmente consistiera en que la clase media fuera propietaria de su vivienda.

En definitiva, se podría afirmar que Estados Unidos deberían adoptar unas políticas activas de lucha contra la desigualdad para favorecer a la minoría afroamericana, que hiciera que esta mejorara su estatus económico y situación social.