1. Utilería en la sombra universitaria y su guion
Los medios desinformativos oficialistas, como un logro de su poder, reproducen la imagen de Nicolás Maduro, sentado, en horas nocturnas, no laborables y bajo restricciones de movilidad, en un pupitre de un aula aparentemente de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela, como escondido ante la luz que vence la sombra; rodeado de sus servidores bedeles ministeriales y guardianes, no de estudiantes y profesores. Tal imagen y sus palabras parece que tienen como un guion la sentencia de Sala Constitucional, Nº 324 del 27 de agosto de 2019, que estableció un sistema violatorio de la naturaleza de las universidades de comunidad espiritual de profesores estudiantes, al sustituirlo por un sistema de clases sociales; y que faculta al gobierno para suspender y remover sus autoridades. Circunstancia esta que ya anunció Nicolás Maduro, supuestamente para reconstruir la Ciudad Universitaria, cuyo deterioro como patrimonio cultural y moral del país se debe a la asfixia presupuestaria a que han estado sometidas nuestras universidades nacionales durante 22 años. Y al igual que en el régimen de Pérez Jiménez, que ejercía su control a través del instituto autónomo de la ciudad universitaria para su protección, como su sucesor en un gobierno autocrático, Maduro a los fines de su reconstrucción designó un “protectorado”, modelo del más rancio coloniaje, en lugar de acordar un crédito adicional para ello. Crédito cuya administración, por la garantía constitucional de la autonomía universitaria, establecida en el artículo 109 de la Constitución, correspondería constitucional y legalmente a sus autoridades rectorales y decanales y nunca a un supuesto conserje o guardián universitario o a un mayordomo universitario.
2. El accionar antiuniversitario de las modelos ilustrativos
2.1 El mussolinismo universitario
Esa imagen de Maduro, sentado en un aula universitaria, recuerda a los dictadores que, ante su rechazo por el mundo de la cultura, lo que es crucial para su apariencia de demócratas, pretendían hacerse pasar por universitarios, construyendo universidades o autodesignándose, o haciéndose designar doctores honoris causa, por intelectuales y académicos funcionarios. Figuras estas, incluso egresadas de universidades, que en la política mussoliniana se les llamaba las «almas» del fascismo”, y que se impuso y dirigió a través del Partido Nacional Fascista (PNF), bajo la dirección del profesor Ángelo Nicolato, especie de “protector” de las universidades durante el fascismo para garantizar la continuidad e interacción entre las elites políticas oficialistas y la clase académica. Política que configuraba un «modelo de universidad» donde la autonomía (administrativa, docente y científica) quedaba limitado por intensos correctivos autoritarios, mediante la reforma propuesta por el Ministro de Instrucción Pública, Giovanni Gentile, que dio lugar al sistema universitario jerárquico, centralizado e ideológico. Se dice, que ¨”la fascistización de la universidad”, tuvo en la Ley Gentile el punto de partida para alcanzar el control totalitario de la institución, donde de una nómina de candidatos, eran el rey y el ministro quienes elegían los titulares de los cargos académicos. En poco tiempo la situación se politizó aún más y el Partido Nacional Fascista (PNF) empezó a intervenir directamente en la universidad. No era extraño, se dice, que, por ejemplo, Achille Starace, vicesecretario de este Partido, enviaba al Ministerio de Instrucción Pública una evaluación de los méritos y deméritos de los rectores potenciales para la universidad. Esta práctica, de relación entre un ministro protector y las jerarquías políticas se convirtió en un sistema habitual de la dictadura fascista para asegurarse de que se confiaba el rectorado a alguien leal.
2.2. El protectorado perezjimenista del instituto de la Ciudad Universitaria
La foto nocturna, en cuestión, de quien se dice presidente sentado en un pupitre en un aula diciendo que su gobierno ha reconstruido, nos retrotrae a épocas de la universidad en tiempos de dictadura, que habían sido superadas en Venezuela, a partir de 1959; en las que las universidades eran su principal enemigo. Por ejemplo, bajo el régimen de Marcos Pérez Jiménez se promulga la Ley de Universidades Nacionales del 2 de agosto de 1953, en cuyo texto no se consagraba la autonomía, no se hacía mención alguna al modo de elección de las autoridades universitarias, ni tampoco se establecía el derecho a elegir, ni para el profesorado, ni para los alumnos. Imagen publicitaria de Maduro en un pupitre, que rememora el accionar de las dictaduras ante lo universitario, como lo es considerar las universidades como un campo de guerra en donde hay que combatir las ideas, como define este accionar la magister Delfina Doval, de la Universidad Nacional de Entre Ríos, en el marco de la exposición 40 años del Golpe (1976-2016), en la República de Argentina. Y que llama “la ley de la peste’, tal como es descrito en la obra de Camus, es decir la normativa jurídica de la persecución para sacar de las universidades las ideas que pudieran ser contagiosas para la sociedad, bajo la ideología del vaciamiento y el disciplinamiento en las instituciones educativas para organizar la sociedad de abajo hacia arriba. En ese orden de ideas del accionar antiuniversitario de las dictaduras, la Dra. Carolina Kauffmann, de la misma universidad, considera que el sistema consiste en vincular la política educativa con la política de la dictadura y su partido, y uno de los mecanismos de esa vinculación es destituir las autoridades universitarias y sustituirlas por colaboradores o protectores en las universidades y hacerse figurar en los claustros universitarios4. La razón de este accionar de las dictaduras no es otro que acabar con la universidad en razón de que es un campo propicio para la movilización y la protesta por las libertades; por lo que dentro de sus víctimas mayormente se encuentran estudiantes, profesores y personal administrativo. Pero, la historia demuestra, que ese accionar no acaba con el espíritu democrático y pluralista universitario, porque las ideas no se matan; ni apaga la luz que vence su sombra.
2.3 El sistema castrista universitario
Otro ejemplo, del accionar de dictaduras contra la institución universitaria, los es Cuba, en donde se creó en 1960 la Comisión Mixta de Reforma de la Educación Superior y con el fin de cambiar las bases de la educación universitaria del país el régimen cubano materializó la implantación de la reforma de la enseñanza superior de 1962. A partir de ese momento, se inició una sutil pero poderosa transición hacia la pérdida de autonomía de las instituciones de educación. La reforma de 1962 estableció cambios en el gobierno universitario, produciendo con ello un proceso de democratización subrepticio en el que estudiantes y profesores compartían el direccionamiento de las casas de estudios, pero, sin embargo, la autonomía universitaria se vio vulnerada en la medida que las juntas superiores de gobierno de las universidades fueron nombradas por el Consejo Superior de Universidades, que a su vez fue nombrado por el Gobierno revolucionario. Con esto, se quebrantó el principio de autogobierno que debe regir a estas instituciones, llevando a que los intereses del régimen en el poder fueran los mismos a los del gobierno de las diferentes universidades5. El principio constitucional de la autonomía de la Universidad de La Habana había sido reiterado por la Ley Fundamental de enero de 1959, promulgada por el Gobierno Revolucionario. Sin embargo, el 15 de julio de 1960 el comandante Rolando Cubela, al mando de las «milicias universitarias», ocupó los locales de la Universidad de La Habana, estableciendo una Junta Superior de Gobierno que depuró a 80% del profesorado universitario y liquidó de facto la autonomía universitaria. No fue la toma de la universidad por las milicias de Cubela la primera interferencia del Gobierno Revolucionario en el gobierno de la Universidad. La Comisión Internacional de Juristas, entidad consultiva del Consejo Económico y Social de las Naciones Unidas, relató que la primera intervención se produjo con motivo de las elecciones estudiantiles universitarias, a cuya presidencia aspiraba, junto con el estudiante Pedro Boitel el prenombrado Cubela, que era comandante del ejército rebelde, el cual el día anterior a las elecciones se apersonó pidiendo una sola candidatura y el estudiantado protestó, pero ante la presión Boitel retiró su postulación, y quedó como único candidato Cubela. Y, según la citada Comisión Internacional de Juristas Boitel fue detenido y que para la fecha de su informe aún no se le había celebrado juicio6. Por otra parte, la autodenominada Junta Superior de Gobierno de la Universidad de la Habana, fue refrendada luego por el Gobierno Provisional mediante la Ley 859 del 4 de agosto de 1960, que se había constituido el 15 de julio de ese mismo año, a la cual se le otorgó, la dirección y el gobierno de esa universidad y se le atribuyó plena eficacia y valor jurídico a los acuerdos que hubiere dictado y a los que adoptara en el futuro7.
2.4. El sistema soviético universitario y del nazismo del protectorado político. Sistema educativo: gobierno-partido.
En el mismo orden de ideas una política del accionar anti universitario de las autocracias, es, por ejemplo, la institucionalización del proyecto soviético del proceso educativo, cuya fase es la de la escuela ́única de la dictadura del proletariado. Una vez terminada la Segunda Guerra Mundial, el estado soviético continuó desarrollando una política educacional que tendía a reforzar el aparato educativo políticamente, conforme los objetivos determinados por el Partido Comunista y los órganos de gobierno. Por ello se concluía que la educación en la URSS fue todo un sistema creado para atender un proyecto pedagógico socialistas8. Otro ejemplo, de ese accionar contra la universidad y la educación lo fue el nazismo, según el cual la educación es un pilar básico de la política de dominación, por lo que el sistema educacional debe perseguir inculcar la ideología oficial en todos los niveles de enseñanza y adoctrinar al alumnado desde su más temprana edad para “pensar exclusivamente alemán, sentir exclusivamente alemán y comportarse exclusivamente alemán”. Todo ello mediante la revisión de los libros de texto y la nueva orientación de los planes de enseñanza en las asignaturas más importantes (historia, germanística, geografía, biología y deportes) y la adecuación del profesorado a la filosofía oficial. Es decir, el sistema educativo de la dualidad partido-estado. De ese modelo de educar ideológicamente es un testimonio el corto de Walt Disney basado en el libro homónimo de Gregor Ziemer. El cortometraje narra la historia de Hans, un niño nacido y criado en la Alemania Nazi, por lo que es educado para convertirse en un despiadado soldado. El cortometraje termina con Hans marchando vestido como un soldado nazi, a lo que el narrador agrega “ahora es un buen nazi. – Ve solo lo que el partido quiere que vea, dice solo lo que el partido quiere que diga, y hace solo lo que el partido quiere que haga”9.
3. El antibolivarianismo universitario
Si se tiene presente la propaganda del gobierno que ejerce Nicolás Maduro, criticando, desde un pupitre la comunidad universitaria de la UCV, no cabe otra calificación que tal asiento lo ocupa un anti universitario, al comparar su deterioro, debido a la asfixia presupuestaría de su gobierno, con un retén que fue destruido por inhumano. Tal declaración es una confesión pública del abandono que por 22 años el régimen vigente en Venezuela ha mantenido la ciudad universitaria, calificada de patrimonio cultural nacional e universal. Porque un gobernante verdaderamente universitario que visite una universidad, ante su deterioro, lo menos que puede manifestar es que garantizará la autonomía presupuestaria universitaria, para recuperar ese patrimonio. En este orden de ideas, no solo de la acción dictatorial contra la autonomía universitaria, también esa conducta desde la UCV, es un desagravio al legado del Libertador, sobre lo cual cabe recordar el discurso dado por el Dr. Francisco De Venanzi en el acto de proclamación de la autonomía universitaria, el 18 de diciembre de 1958, en el cual dijo lo siguiente:
“El Congreso de Colombia, reunido en Bogotá, promulgó el 18 de marzo de 1826, una ley que trataba de organizar la instrucción pública. El 3 de octubre del mismo año, el Poder Ejecutivo dictó a su vez un plan provisional de enseñanza. El claustro de la Universidad de Caracas se abocó al estudio de las nuevas disposiciones solicitando que se mantuvieran por dos meses más las antiguas constituciones. Finalmente, presentó al Libertador un proyecto de estatutos que fue aprobado con pocas modificaciones y adiciones. Los estatutos fueron solemnemente promulgados en la Capilla de la Universidad, el 15 de julio de 1827. En la nueva constitución universitaria se establecía la elección del Rector por el Claustro pleno de dos tercios de los votos presentes o por mayoría absoluta, según fuese o no catedrático el candidato. En efecto, el Libertador Simón Bolívar, presidente de Colombia, mediante decreto del 24 de junio de 1827 dicta los Estatutos Republicanos de la Universidad Central de Venezuela, dirigidos a reformar la vieja universidad colonial, elitista y eclesiástica, y crear una nueva institución abierta, tolerante y científico. El decreto de Bolívar, en gran parte redactado por Vargas, además de establecer los planes de estudio para las diversas facultades y señalar normas muy detalladas para todos los aspectos de la vida universitaria, determinaba las rentas propias que debían servir de sustente económico a la institución, consistente en propiedades territoriales como las haciendas de Chuao, Cata, Tácata. La reforma contempla la creación de nuevas cátedras y de laboratorios; la eliminación del odioso procedimiento de seleccionar los alumnos por el color de la piel; reducción del costo de los derechos a pagar para obtener el título universitario; aumento de sueldo al profesorado y la utilización del castellano como idioma de estudio. Este ya venía sustituyendo cada vez más al latín, tanto en las aulas como los textos y exámenes. El decreto de Bolívar, en gran parte redactado por Vargas, además de establecer los planes de estudio para las diversas facultades y señalar normas muy detalladas para todos los aspectos de la vida universitaria, determinaba las rentas propias que debían servir de sustente económico a la institución, consistente en propiedades territoriales como las haciendas de Chuao, Cata, Tácata. La reforma contempla la creación de nuevas cátedras y de laboratorios; la eliminación del odioso procedimiento de seleccionar los alumnos por el color de la piel; reducción del costo de los derechos a pagar para obtener el título universitario; aumento de sueldo al profesorado y la utilización del castellano como idioma de estudio. Este ya venía sustituyendo cada vez más al latín, tanto en las aulas como los textos y exámenes10 .
Por su parte, el profesor Manuel García Pelayo, al referirse al estudiar el decreto del 24 de junio de 1827 del Libertador Simón Bolívar, como presidente de Colombia, por el que dictó los Estatutos Republicanos de la Universidad Central de Venezuela, afirmó; “ uno de sus aspectos fundamentales son: “asignarle a la universidad su autonomía para elegir sus propias autoridades, su autonomía para organizarse y gobernarse a sí misma, romper con el ingreso clasista y discriminatorio de los estudiantes y proponer un sistema basado en la igualdad social, garantizar la autonomía administrativa dotándola de los bienes indispensables para obtener los ingresos suficientes para el cumplimiento de sus funciones, y proponer un sistema de estudios abierto a los conocimientos que permitiera ¨la apertura necesaria para oxigenar una institución inmersa en el clima estamental y eclesiástico que había presidido su nacimiento y que la seguía dominando a la vuelta del siglo”11. Pues, ciertamente, que no hay nada más anti bolivariano que quien pretendiendo fungir de universitario degrade la Universidad creada por el Libertador comparándola con un retén.
4-Pupitres y cátedras universitarias democráticas auténticas. El compromiso con el legado del Libertador
La autonomía universitaria tuvo, según Alberto J. Navas Blanco, en medio del golpe militar de 1948, a un guardián como lo fue Julio De Armas (1948-1950), que, en un poco más de un año, con magistral equilibrio, mantuvo las posibilidades de la UCV de permanecer abierta en el filo de la censura, la persecución y la muerte. Pero durante el perzejimenismo comenzó una feroz y trágica situación universitaria, y en 1951, se instaló el Consejo de Reforma, que dejó sin efecto los Estatutos de la Universidades Nacionales y se designó para la UCV un Rector interventor, quien, siguiendo órdenes precisas del Ministro de Educación, cesanteó de un plumazo a toda la comunidad ucevista clausurando a la institución por dos años. Pero, agrega, Alberto J. Navas Blanco, que “la campanada de una nueva etapa de libertad republicana y de ejercicio de la autonomía universitaria, es generada por los estudiantes ucevistas el 21 de noviembre de 1957 –“El Día del Estudiante”- con una masiva asamblea, en la majestuosa Aula Magna, recién inaugurada, que se transformaría un poco más adelante en testigo de las fiestas académicas con el inolvidable momento de recibir el diploma de grado; de expresión cultural de primera magnitud, ilustrado por el famoso concierto del chelista Catalán Pablo Casals, evidencia de la magnificencia de los artistas invitados y de expresión política de incuestionable diversidad y pluralidad. Ese día, entre la represión y la cárcel, el reloj de la libertad se activó hasta que la dictadura fue depuesta en enero de 1958”. El Dr. Julio De Armas fue designado Ministro de Educación del gabinete de la Junta de Gobierno que luego del derrocamiento el 23 de enero de dictadura de Marcos Pérez Jiménez. El ministro De Armas planifica y organiza la Comisión Universitaria cuyo objetivo sería finalmente, elaborar el texto de la nueva Ley de Universidades, la ley de universidades de 1958, la ley de la Autonomía Universitaria12.
Ley de Universidades de 1958, que dio origen a la universidad autónoma, popular y democrática, fue producto de un largo proceso de desarrollo, cambio y transformación, promulgada mediante Decreto Ley, el 5 de diciembre de 1958, por el Dr. Edgar Sanabria, Presidente de la Junta de Gobierno, que otorgó a las universidades nacionales su autonomía, en forma amplia y sobre sólidas bases democráticas. Habían transcurrido casi dos siglos (197 años) desde la promulgación por el Libertador de los Estatutos Republicanos de la Universidad de Caracas. Este Decreto-Ley se dictó en un contexto histórico de trascendental importancia para Venezuela en esos momentos: el 23 de enero de ese año se había dado el derrocamiento de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez, luego de un proceso de resistencia protagonizado por el pueblo venezolano en contra de ese régimen dictatorial. Por lo tanto, imperaba en el país un espíritu de lucha a favor del pleno restablecimiento de la democracia. La Junta de Gobierno que se constituyó inmediatamente después de la caída de la dictadura convocó a elecciones presidenciales, efectuadas en diciembre de 1958 y en las que fue electo presidente el candidato del partido Acción Democrática, Rómulo Betancourt que asumió el cargo el 13 de febrero de 1959. La elaboración de la Ley de Universidades fue obra del trabajo realizado por distinguidos profesores universitarios de la Universidad Central de Venezuela que conformaron la Comisión Universitaria, presidida por el Dr. Francisco De Venanzi. Esta Comisión fue nombrada por el ministro de Educación de la Junta de Gobierno, Dr. Julio De Armas, e integrada, además, por José Luis Salcedo Bastardo, vicepresidente, Ismael Puerta Flores, secretario, vocales, Rafael Pizani, Héctor Hernández Carabaño, Francisco Urbina, Jesús María Bianco, Armando Vegas, Fernando Rubén Coronil, Raúl García Arocha, Martín Vegas Pacheco, y el bachiller Edmundo Chirinos13. La Ley de Universidades no sólo fue el primer instrumento legal que le dio verdadero estatuto autonómico a las universidades venezolanas de ese entonces, sino que también fue el primer instrumento que organizó a esas instituciones en un sistema que integró y definió claramente tanto los fines de las mismas, del Consejo Nacional de Universidades, de los distintos órganos democráticos de cogobierno, de las autoridades en sus diversos niveles de dirección y organización académica, sobre la estructura y funcionamiento de las instancias académicas, sobre la composición, funciones, estabilidad y seguridad social del personal docente y de investigación, sobre los estudiantes y la previsión social, como la creación del Consejo de Fomento, el Consejo de Desarrollo Científico y Humanístico, y las Direcciones y Comisiones de Cultura y Deporte. Esta concepción global e integral de la universidad en todos sus componentes fue producto de la amplia visión universitaria que de manera extraordinaria tuvieron quienes trabajaron en esa Comisión y redacción de la Ley de Universidades, así como de haber compartido los ideales y aspectos fundamentales de la concepción universitaria latinoamericana cuya génesis estuvo en el Movimiento de la Reforma de Universitaria de Córdoba en 1918.
Con la consagración legal de la autonomía universitaria, se fue consecuente con el pensamiento civilista del Libertador, frente a la tendencia intervencionista en las universidades, contenido en los Estatutos Republicanos de la Universidad de Caracas, del 15 de julio de 1827, de contemplar para la institución universitaria su autonomía y un “robusto patrimonio económico”, y su propio gobierno, para “su buen funcionamiento académico y administrativo”14. Pensamiento al cual el Licenciado Luis Sanojo le dio basamento jurídico, al elaborar, en 1868, el Proyecto de Ley sobre la Organización de las Universidades, que contempla la potestad gubernativa de las universidades para su claustro, y que lo convierte en el precursor de la autonomía universitaria en Venezuela15. Pues bien, vale la pena recordar las palabras del Profesor argentino Dr. Enrique Díaz de Guijarro sobre la política anti universitaria del actual régimen, que en el fondo es contra de la universalidad de pensamiento, fundamento de la autonomía universitaria, que, “Cualquier acto que sea lesivo para la libertad de cátedra quiebra y anula la función magistral y reduce la Universidad a una mera instancia administrativa, privándola de su sentido humanista y formativo”16.
4.1 La protesta de la comunidad universitaria ante la toma por el bedelismo presidencial de los espacios magnos universitarios17. Otra página de la historia universitaria contra el accionar y la arremetida de la nueva dictadura contra la universidad.
La presencia de funcionarios del régimen madurista en la UCV, en horas nocturnas no laborables y bajo las restricciones de movilidad, el Consejo de Preservación y Desarrollo de la Universidad Central de Venezuela (Coproduce) y autoridades y organizaciones sindicales asociadas a la Universidad Central de Venezuela (UCV), rechazaron lo que calificaron de “toma, por parte de funcionarios que decían actuar como representantes del régimen de Nicolás Maduro, de los espacios de la ciudad universitaria” donde al parecer se desarrollan trabajos “de restauración” y que los representantes del oficialismo no cursaron ninguna solicitud oficial previa “a fin de acordar o planificar acciones conjuntas, trayendo como resultado daños a componentes de piezas del Complejo Aula Magna”. Asimismo, recordaron que la Ciudad Universitaria representa un patrimonio mundial de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco) desde pasado el 2 de diciembre del año 2000. Y que el Aula Magna es el recinto más sublime y emblemático de la Ciudad Universitaria de Caracas y del país, “considerada como una de nuestras maravillas por su condición espacial, acústica, por ser el más representativo ejemplo de integración del arte y la arquitectura”. E, indicaron que el Estado venezolano como la ciudadanía “debemos ser garantes de preservar el patrimonio de la humanidad para las futuras generaciones”. Por su parte, el pasado 4 de octubre, movimientos estudiantiles de la UCV denunciaron el ingreso, de manera violenta, sin autorización a los espacios del Aula Magna por grupos adeptos al chavismo en compañía de la comisión designada, antes de una visita de la vicepresidenta, a quienes responsabilizaron de “cualquier daño o hurto que le suceda al Aula Magna”. Y en el Consejo Universitario, realizado el 6 de octubre de este año, de manera virtual examinó los hechos y acordó rechazar el ingreso, de manera forzosa, al recinto universitario por parte de los representantes oficialistas aglutinados en la comisión presidencial para la restauración de los espacios universitarios y lamentó que esta” toma violenta provenga de ciudadanos egresados de dicha casa de estudios”. “Y calificaron que este “hecho inaudito (…) La violación de este ícono (Aula Magna) representa una afrenta imperdonable al espíritu universitario que abrigamos”. Por otro lado, la Asociación Venezolana de Rectores Universitarios (Averú), condenó estas acciones, al tiempo que denunciaron la violación del principio de autonomía universitaria, que, “La institucionalidad democrática y autónoma que la Constitución y las leyes establecen y ordenan reconocer a las universidades, que constituyen una garantía para el cumplimiento de la función rectora en la educación (…)”. Y, recalcó AVERU, en su Pronunciamiento, que “Estas acciones que violentan, menoscaban el atributo de respeto a sus espacios físicos, autoridades y comunidad universitaria, son inadmisibles y atentan contra la condición de patrimonio de la humanidad”, señala el documento. Y, AVERU, aseguró, que es de conocimiento público “la falta de recursos financieros al sector universitario autónomo para afrontar su óptimo funcionamiento”, lo que ha ocasionado “un deterioro progresivo de las actividades académicas, administrativas y a la estructura física de las instituciones”. Y, solicito, de la comisión presidencial “mantener el respeto a la institucionalidad democrática” de la casa de estudios, a sus autoridades y comunidad universitaria”, ya que “es deber de la nación preservar el Patrimonio de la Humanidad”.
La respuesta a la comunidad universitaria la dio en términos imperativos la vicepresidenta del gobierno de Nicolás Maduro, sin competencia para ello, diciendo, rodeada del ministro de Interior y Justicia, Remigio Ceballos; del titular de la cartera de Comunicación e Información, Freddy Ñáñez y de Néstor Reverol, quien está al frente del Ministerio de Energía Eléctrica, diciendo que “nada ni nadie va a impedir que nosotros recuperemos la Universidad Central de Venezuela” para que la comunidad universitaria que hace vida en esa casa de estudios y la ciudadanía la puedan disfrutar”. Ante la declaración de que con anterioridad, la arquitecta Dulce Medina, designada por el gobierno para realizar los trabajos en la Ciudad Universitaria, había contactado a la Dirección de Cultura para solicitar el acceso al Aula Magna, la directora de Cultura, Trina Medina, quien estaba de reposo por covid-19, le indicó a la representante de la comisión que los trabajadores no estaban en el lugar porque ya habían culminado su jornada18. Y lo más criticable institucional y académicamente, es que el breve ministro de Educación Universitaria, César Trómpiz, respondió el miércoles 6 de octubre, a través de sus redes sociales, calificando de «descaro» que García Arocha (sic) acuse a la administración de Nicolás Maduro del deterioro en el que se encuentra la UCV, diciendo que el actual estado de la llamada «casa que vence las sombras» es producto de la «autónoma gestión» que la rectora ha hecho”. Cuando lo cierto es que tal deterioro se debe a la no previsión presupuestaria de fondos para la conservación y mejoramiento de las instalaciones universitarias, por parte de su ministerio. Ante la intromisión de Nicolás Maduro, a la Ciudad Universitaria de Caracas, con el apoyo que tiene de las armas, en horas de la noche, para sentarse en un pupitre en la sede de la Universidad Central de Venezuela, incluida en la lista de Patrimonio Mundial de la UNESCO, por su valor universal excepcional de este bien cultural, que merece la protección de la comunidad internacional para beneficio de la humanidad, y que además es un legado del Libertador; vienen a la memoria las frases lapidarias del 12 de octubre de 1936, de Don Miguel de Unamuno, ante una arremetida contra su universidad de Salamanca por un prepotente franquita, que, “Este es el templo de la inteligencia! ¡Y yo soy su supremo sacerdote! Vosotros estáis profanando su sagrado recinto. Yo siempre he sido, diga lo que diga el proverbio, un profeta en mi propio país. Venceréis, pero no convenceréis. Venceréis porque tenéis sobrada fuerza bruta; pero no convenceréis, porque convencer significa persuadir. Y para persuadir necesitáis algo que os falta: razón y derecho en la lucha. Me parece inútil pediros que penséis en España. He dicho”. Repitamos las frases cambiando la fecha del 12 de octubre de 1936 por el 22 de octubre de 2021 y cambiando de prepotentes y pensando en Venezuela.
5. Colofón reflexivo final universitario
Finalmente, ante la intemperancia y la violación de la autonomía universitaria, por autoridades incompetentes, se agrega el sacrilegio a la UCV, un templo de inteligencia y de memoria del Libertador, por la intromisión nocturna de Nicolás Maduro al aula universitaria, el 22 de octubre, por lo que creo, que nada mejor que universitarios y académicos repitamos con el Movimiento Estudiantil ucevista, que “la única manera de que Maduro entre a la UCV es en la noche”. Y, también repetir conjuntamente las palabras del presidente adjunto de la Federación de Centros Universitarios, Luis Palacios Herrera, en su cuenta de Twitter: “A la luz de la oscuridad. ¡Siempre serán sombra, tiniebla y maldad! La presencia de Nicolás Maduro en nuestro recinto mancha el prestigio de la UCV, pero queda claro que es a la luz de la tiniebla que puede hacer presencia». Asimismo, es de actualidad recordar la admonición de Alberto Adriani: “Combatir la educación es un tremendo atraso nacional”.
1 Exmagistrado. Vicepresidente e Individuo de Numero de la Academia de Ciencias Políticas y Sociales. Presidente de la Fundación Alberto Adriani. Profesor de posgrado de la UCV, UCAB y la UMA. Doctor Honoris Causa y profesor honorario de la ULA.
2 Elisa Signori Universidad de Pavía, “El fascismo italiano y la universidad: el caso de Pavía”, Revista Ayer 101/2016 (1): 23-50 (https://revistaayer.com/sites/default/files/articulos/101-1-ayer101_universidadbajodictaduras.pdf
3 Luigi Enaudi, por ejemplo, el 25 de julio de 1943 fue designado rector de la universidad de Turín, pero al no querer rendir el juramento de fidelidad al fascismo ese mismo año tuvo que exiliarse en Suiza.
4 “Miradas sobre la universidad en tiempos de dictadura” (https://www.fcedu.uner.edu.ar/?p=15988),
5 Observatorio de Libertad Académica, Informe N° 8, marzo, 2021 (https://www.researchgate.net/publication/352001745_Practicas_de_ideologizacion_y_discriminacion_politica_en_las_universidades_cubanas_Violacion_a_la_libertad_academica_y_otros_derechos_humanos_de_los_u niversitarios_Informe_No8
6 Pedro Luis Boitel fue un poeta y disidente cubano quien se opuso a los gobiernos de Fulgencio Batista y Fidel Castro. En 1961 fue sentenciado a 10 años de prisión. Boitel murió durante una huelga de hambre el 25 de mayo de 1972, mientras cumplía una sentencia de prisión.
7 Eduardo Sánchez, | 16/01/2019. “la autonomía universitaria y la Constitución; una deuda pendiente con la América Latina” https//rebelion.org/la-autonomia-universitaria-y-la-constitucion-una-deuda-pendiente-con- america-latina/)
8 Mario Miranda Pacheco, “ Notas para un estudio de la educación soviética”, Ponencia presentada en el Seminario de discusión ́on sobre Socióloga de la Educación ́on, organizado por el Centro de Estudios Económicos, Universidad Nacional Autónoma de México, (http://publicaciones.anuies.mx/pdfs/revista/Revista38_S1A3ES.pdf)
9 Alba Pérez Moro, ““La educación en la Alemania nacional socialista: el niño nazi”, trabajo fin de grado curso 2018/2019. Universidad de Valladolid. https://redined.mecd.gob.es/xmlui/bitstream/handle/11162/194122/Pérez-Moro TFG.pdf?sequence=1&isAllowed=y)
10 Boletín del Archivo Histórico U.C.V. Tomo II, 1988: 40)
11 Amado Moreno, “Historia sociopolítica de la universidad y autonomía en Venezuela: Rostros y máscaras” (Educere, Revista Venezolana de Educación, v.12 n.41 Mérida jun. 2008 (http://ve.scielo.org/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1316-49102008000200015)
12 Alberto J. Navas Blanco, “El Rey Felipe V de España y la Fundación de la Universidad de Caracas en 1721, Hoy Universidad Central de Venezuela” (Universidad Central de Venezuela, Año Tricentenario (1721-2021), Ediciones de la Biblioteca EBUC, Caracas, 2021.
13 Boletín Histórico de la Universidad Central de Venezuela: 1988: tomo 1:28
14 “Estatutos Republicanos de la Universidad Central de Venezuela 1827, Coediciones del Rectorado P 6, Caracas, 1987. Cfr., Carmona Rodríguez, Miriam, “Autonomía Universitaria, en el pensamiento del Licenciado Luis Sanojo: Siglo XIX”, Universidad Central de Venezuela, ediciones de la Biblioteca, EBUC, Colección Temas, pp. 35.36., Caracas, 2002.
15 Carmona Rodríguez, Miriam, “Autonomía Universitaria, en el pensamiento del Licenciado Luis Sanojo: Siglo XIX”, antes citado, p 41.
16 Saravía, José Manuel, Presentación a la Obra “Abogados y Jueces” de Enrique Díaz de Guijarro, Abeledo- Perrot, Monografías Jurídicas, Buenos Aires Argentina, 1959, páginas 11 y 12.
18 https://www.elnacional.com/venezuela/maduro-y-delcy-rodriguez-hicieron-un-recorrido-nocturno-en-la- ucv/