OPINIÓN

El pueblo judío

por Francisco Bustos Serrano Francisco Bustos Serrano

Escribir algo nuevo sobre el pueblo judío es una tarea casi imposible, pues está casi todo dicho y de mil maneras. Sin embargo, el autor no puede evitar expresar una serie de reflexiones personales sobre este pueblo tan singular.

En primer lugar, hay que definir si ser judío es una cuestión de religión o de raza. Sin duda el judaísmo es muy importante para los judíos, pero también existen muchos judíos que se consideran ateos y que, sin embargo, siguen considerándose como tales. Del mismo modo es difícil considerar a los judíos como una raza, teniendo en cuenta que existen judíos pertenecientes a todas las razas, etnias y culturas.

En definitiva, podemos asumir, como hace Tracey R. Rich en la revista Enlace Judío, que los judíos “se refieren a un grupo de personas con una historia común, un destino compartido y el sentimiento de que cada miembro del grupo está conectado a los demás”.

Sin duda, es sorprendente que después de varias diásporas el pueblo judío mantuvo su identidad y, estableciéndose en diferentes países, no dejaron de ser judíos y siguieron con sus costumbres.

También es digno de interés que el progreso económico de este pueblo fue casi siempre muy elevado. Existen varias teorías de por qué esto es así. En primer lugar, al no ser un pueblo tradicionalmente de agricultores, debían buscar otras formas de ganarse la vida, lo que les llevaba, por ejemplo, al comercio. Del mismo modo solía ser difícil para ellos participar de la administración del Estado. Esta idea viene reflejada en La ética protestante y el espíritu del protestantismo de Max Weber.

Este progreso económico y en otras áreas también puede venir de lo que algunos defienden como religiosidad del pueblo judío, ya que, debido a ella, los niños leen los libros sagrados desde edades muy tempranas, lo que quizás haga que tengan un mayor desarrollo intelectual.

Muchos han sido los judíos que han influido a lo largo de la historia en distintas áreas del conocimiento y del arte, como, por ejemplo, Albert Einstein, Sigmund Freud, Karl Marx, Frida Kahlo, León Trotsky, Baruch Spinoza, Woody Allen, Steven Spielberg, Calvin Klein, Levi Strauss, entre otros

El antisemitismo existe desde tiempo inmemorial. Varias pueden ser las razones principales. La primera, claro, religiosa. Para los creyentes cristianos la responsabilidad moral de la muerte de Jesucristo recae en los judíos. Sin duda, el poder político y económico que suelen alcanzar las comunidades judías también las hacen blanco de envidias y ambiciones de poder, que las hacen ser perseguidas y expulsadas.

Es digno de analizar la expulsión de los judíos de España en 1492. La expulsión fue realmente un chantaje, ya que a los judíos se les ofrecía la posibilidad de convertirse al cristianismo y quedarse en España. Según distintas fuentes, pudo haber 200.000 judíos expulsados y 200.000 conversos, judíos convertidos al cristianismo. Según el antropólogo Mario Javier Sabán, al menos 25% de los españoles tiene orígenes judíos.

No puede dejar de mencionarse el holocausto nazi de la Segunda Guerra Mundial. Además de las teorías racistas, también influyó para la muerte de 6 millones de civiles judíos, el hecho de que se les acusaba de haber perjudicado a Alemania durante la Primera Guerra Mundial, haciendo boicot a sus acciones militares. El holocausto judío perpetrado por la Alemania Nazi es una de las mayores tragedias de la humanidad.

Más recientemente, la creación del estado de Israel es un hecho nunca visto anteriormente. Que un pueblo haya recuperado su tierra original, después de miles de años, es increíble, aunque esto, claro, le haya llevado a enemistarse con una amplia mayoría del pueblo árabe.

En definitiva, sobre la historia del pueblo judío se han escrito ríos de tinta, pero, en la humilde opinión del autor de este artículo, más se debía haber escrito, pues los hechos que rodean a este colectivo, como la hemos definido anteriormente, son sencillamente increíbles.