OPINIÓN

El poder está en todas partes

por Carlos Blanco Carlos Blanco

 

  1. La semana pasada Alberto Ray, José Gustavo Arocha y quien esto escribe, lanzamos un informe que pronto estará disponible en las redes sociales sobre la situación de Venezuela desde una perspectiva novedosa. Ray es consultor senior en Seguridad y Riesgos Emergentes y especialista en Análisis Estratégico de Riesgos; por su parte, Arocha es especialista en Desarrollo Organizacional, licenciado en Ciencias y Artes Militares, investigador senior en el Centro por una Sociedad Libre y Segura, además de articulista en temas de Seguridad Hemisférica. Juntos constituimos el The Risk Awareness Council (TRAC), una organización no gubernamental y sin fines de lucro, creada para el estudio y divulgación del conocimiento sobre riesgos políticos y de seguridad que emergen de la complejidad del mundo globalizado y que impactan al continente americano.
  2. En este primer informe, titulado “Esto es Venezuela, entre la estabilización y la amenaza de un Estado en disolución”, abordamos un tema crucial que sostiene que a “diferencia de períodos previos de la historia en los que las Fuerzas Armadas eran factor preponderante en la sociedad venezolana; en la actualidad son las redes ilícitas, junto con los actores externos estatales y no estatales, el nuevo centro de gravedad del poder y quienes mantienen al régimen de Maduro al mando”. Esta situación genera una fragmentación y posterior articulación del poder. Como allí  afirmamos, “el poder en Venezuela está compartimentado en una compleja y entramada red militar, política y criminal, que actúa como sistema de disuasión, propaganda y represión, y tiene como uno de sus objetivos impedir la acumulación de una masa crítica interna que conduzca a un cambio de régimen, a pesar de que más de 80% del país desea la salida de Nicolás Maduro y su entorno del poder”.
  3. En un autoritarismo tradicional, el poder está organizado en las instituciones del Estado aunque apele a instrumentos paraestatales. En el caso venezolano hay una confluencia del “crimen organizado transnacional, las redes terroristas globales y otras amenazas transregionales” que “utilizan al país como centro de operaciones logísticas para su beneficio… Los actores ilícitos globales y la tiranía de Maduro, mediante la conformación de un canal basado en recursos provenientes de economías criminales (narcotráfico, minería ilegal, contrabando), facilitan el uso de herramientas de conflictos asimétricos que tienen como objetivo expandir su área de influencia y asegurar la permanencia de la tiranía en el poder”.
  4. Así se constituye un nuevo tipo de poder. El tradicional es un poder estructurado, ejercido desde instituciones y con fundamentos legales que, en el caso de las dictaduras, se acomodan a conveniencia. Este nuevo poder es un “Sistema Adaptativo Complejo” que funciona en forma de redes interconectadas, ejercido desde múltiples nodos de gran plasticidad, cada una con sus jefes que se contraponen, equilibran y coordinan en caso necesario. En cada espacio hay varias de estas redes interconectadas que actúan bajo el comando de algún militar de la causa, algún jefe político o jefe de banda paramilitar.
  5. El núcleo básico de organización lo proporciona la estructura militar: las REDI, las ZODI y las ADI. Las Regiones de Defensa Integral son ocho, las Zonas Orgánicas de Defensa Integral coinciden aproximadamente con los estados y las Áreas de Defensa Integral aproximadamente con los municipios. En estas últimas se da la confluencia entre la estructura “oficial” militar y los cuerpos políticos y paramilitares (colectivos, guerrillas, bandas de narcotráfico y de explotación minera) que tienen sus propios comandos, aunque obedecen a la estrategia de “defensa integral” del régimen.
  6. Esta estructura tiene autoridades plurinacionales; en ellos coinciden venezolanos, cubanos, rusos, iraníes y otros colaboradores de la tiranía, cuyo objetivo es el mantenimiento del comando y control, así como el diseño de operaciones domésticas y externas con tal propósito. Hay un sistema de equilibrios importante en el cual se ponen a competir –y de ser necesario se anulan entre sí– las ramas de la represión; por ejemplo: Guardia Nacional vs Ejército; Sebin vs Dgcim; Policía Nacional vs policías regionales, FAES vs Cicpc, entre otras rivalidades.
  7. Como se observa, es un dispositivo de alta complejidad; si no se le entiende, no se le puede combatir; menos aún si no se consideran todas las capas que lo constituyen y de la cual la represiva es solo una de ellas. Estos temas son los más relevantes para entender de qué va una corporación criminal en el poder.