OPINIÓN

El pilar axiológico en el investigador

por Pensar Educativo Pensar Educativo

Por Maria Margarita Galindo

El pilar axiológico viene a representar el valor que el actor que se forma le otorga a su proceso de formación en sí; y que además es capaz de impregnar todos los elementos presentes en ella; en tal sentido, se considera la axiología como el eje transversal que atraviesa toda esa formación del docente-investigador.

En este orden de ideas, no basta tan solo tener el entorno o los medios para desarrollar el propósito, se considera de gran relevancia el impulso interno que construye y modifica las estructuras internas del sujeto, y por lo tanto determina su conducta y/o comportamiento como un actor social sumergido en un contexto de formación como docente-investigador.

La axiología, conocida también como la teoría de valores es descrita por Audi (2004) de la siguiente forma: ”Rama de la filosofía que se ocupa de la naturaleza de los valores y de qué tipo de cosas tienen valor … En una acepción más restringida, la teoría de los valores se ocupa de lo intrínsecamente valioso o valioso y deseable por sí mismo y de los conceptos relacionados de valor instrumental, inherente y contributivo”. (p.964)

De lo expuesto tenemos elementos que es preciso destacar y uno de ellos es el valor que el docente es capaz de adjudicarle a su formación como investigador dentro de su propio quehacer educativo. Es imprescindible reconocer el valor que un sujeto es capaz de otorgarle a su formación.

En tal sentido, se hace necesaria la necesidad enlazar “el saber con el deseo”, lo que significa reconocer que en el docente “el deseo de” tiene que ver precisamente con su composición interna de valores y de inclinación que este pueda tener hacia una formación profesional que le haga distinguirse y crecer como sujeto activo de su propia transformación y desarrollo. Lo que el docente haga para insertarse en un entorno de investigación debe proporcionarle la satisfacción que solo una teoría de valores puede llegar a interpretar y reconocer.

Cuando algo es valioso para un sujeto significa entonces que este objeto o asunto tendrá interés para la persona. Ese es el objetivo dentro de la presente aproximación teórica, reconocer que el valor que el actor social (docente-investigador) le adjudique a su proceso de formación como tal, tiene un papel muy importante en su proceso de desarrollo y evolución como un docente-investigador al servicio de la producción de conocimiento científico relevante para la transformación de realidades.

En tal contexto, desde el subjetivismo axiológico, Seijo (2009) señala lo siguiente: “Se parte de la idea que es el sujeto quien otorga valor a las cosas. Éste no puede ser ajeno a las valoraciones y su existencia sólo es posible en las distintas reacciones que en él se produzcan, es decir, las cosas no son valiosas en sí mismas; es el ser humano quien crea valor su valoración”. (p. 154)

Dentro de esta concepción prepondera lo subjetivo por parte del sujeto, se adecua la posibilidad de que es el docente quien le otorga valor a su proceso de formación como docente – investigador, vive la existencia en su formación por que le asigna valor, por ello es capaz de buscar e incorporarse a un entorno de investigación, y no sólo integrarse, sino sentirse parte de él, sentirse y reconocerse como una persona productiva y necesaria para empujar el éxito de esa realidad social, como lo es un entorno de investigación. El valor proviene del sujeto, la valoración que el docente otorga a su formación como docente – investigador depende de él. Desde esta perspectiva, el sujeto supera lo que se puede considerar “malo” o “bueno”, lo importante es que el valor es una idea, es decir, la formación docente – investigador es ese ideal que valora el sujeto.

En tal espacio, el docente-investigador jamás debería perder contacto con sus estudiantes, pues estos son fuente de dudas, de razonamiento, de crítica, de reflexión compartida que hacen que nuestras dudas, inquietudes y hasta diferencias, puedan tener respuestas argumentadas en procesos de investigación genuinos. Por otro lado, el educador debe reconocer que al unificar su práctica a la investigación es lo que mantendrá vivo, activo y vigente su rol porque la investigación es fuente de conocimiento para su ser, hacer y saber docente.