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¿El perdón de Felipe VI, de Sheinbaum o del Herodes Nicolás Maduro?

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«Yo no haría nada en contra de España. Mi propósito es lograr la independencia de mi patria, Venezuela, y la de las demás naciones iberoamericanas” (Sebastián Francisco de Miranda 1750-1816).

¡Qué estreno de gobierno, señora presidente Sheinbaum! Se fue usted largo con más demagogia que la de su antecesor: el gran pacificador de los narcos mexicanos, Andrés Manuel López Hablador. ¡Perdón, pido perdón si de perdón se trata! Quise escribir al expresidente López Obrador, y me traicionó el subconsciente ante su principal “maní-obra” en seis años: la política de “abrazos y no balazos”.

Suerte de Poncio Pilatos latino de nuestro tiempo, apoyándose en un muy discreto manejo de las entreveradas y muy complejas relaciones internacionales de hoy, con presencia en México de una de las mafias más destructivas del continente, y hasta del mundo, López Obrador gobernó bajo el efecto populista a lo Pablo Escobar. Cuando el hambre y la indefensión que sufre el barrio aprietan, se van aceptando y asumiendo dádivas y relaciones de todo tipo para la supervivencia.

Usted sí que entendió y asumió la mentira para una patria hermana de México, Venezuela, pero patria hermana de buenos mexicanos, no de usted Sr. López. Usted calló ante Maduro, y cayó ante la historia. Usted de modo más que ignorante, oportunista-populista, apeló a ofender a un Jefe de Estado de la que, le guste o no le guste a usted, es nuestra Madre patria España. De ella tenemos aún tanto que conocer, amar y aprender.

Repartidos van quedando los amplios territorios tomados por el paraestado criminal que le ha dejado usted a México. Esto nos hace perder la dignidad humana a todos, en la auténtica necesidad de libertad y seguridad ciudadana global, y familiar. Es vital la efectiva protección de nuestras hijas e hijos a nivel mundial.

Le dejó usted también a México y al mundo a su discípula, la señora presidente Sheinbaum. Al parecer continuará el circo con el que usted mareaba semanalmente a sus conciudadanos. Con insólito enanismo mental se estrena su mandato ofendiendo, no sólo a un jefe de Estado, sino a toda la verdad sobre Iberoamérica y su historia.

Le deja usted a su pueblo mexicano la pérdida de más de 300.000 vidas, entre ciudadanas y ciudadanos asesinados y desaparecidos en 6 años. Ello tiene consecuencias que van más allá de sus fronteras. No se trata de reconocer algo tan elemental como la simple existencia del “tren de Aragua”, sino de la tiranía que le dio origen en 25 años de desgobierno antidemocrático y ladrón. Ese que hoy ha quedado en cueros y es reconocido hoy como una tiranía homicida que se robó las elecciones.

¿A quién hay que exigir disculpas entonces, señora presidente Sheinbaum? ¿A quién, señor expresidente López Obrador? ¿No será más bien Nicolás Maduro por tanto crimen organizado transnacional con que nos agobia? Son ingentes los recursos en grandes bancos lavadores de dineros sucios, y de lujosas empresas del desarrollo inmobiliario y del tráfico humano. Niñas, niños y adolescentes encarcelados y traficados sexualmente. De explotación humana, junto a una ya secular migración desesperada ustedes han visto deambular al venezolano por tierras mexicanas para huir de Maduro.

Así las cosas, parece que se seguirá delineando un México traicionado por la vía de más demagogia e ignorancia administrada. México de un supuesto progreso para un mexicano con supuesto “pan pa’ hoy y hambre pa’ mañana”. Distraer a los pueblos con un falso nacionalismo para surfear sobre su pobreza es irresponsable. Los gobernantes populistas que continuamente nos van a discursear sobre la pobreza, pero no asumen los cambios para superarla, siguen atrapados en el mismo círculo vicioso de empobrecimiento, debido al factor común y principal del deterioro de su seguridad, de su educación, y de una muy limitada atención a su salud. De la adecuada nutrición del pueblo, ni hablar.

Basta con consultar indicadores de diversas fuentes, desde las más ortodoxas organizaciones de Naciones Unidas como la Comisión Económica para América Latina y el Caribe, Cepal, u organizaciones otras cualesquiera de la banca multilateral, para ver que todas coinciden en un bajo crecimiento promedio de alrededor del 2% proyectado para este 2024 para la región. Todos los analistas, de orígenes y distintos pelajes, pueden coincidir y corroborar, casi consensualmente, que se trata más bien del atraso político de vastas regiones, en particular de países de la América Latina que hoy nos ocupa; lo que no es de su exclusividad en el planeta. La muy escasa evolución de cultura político-institucional no termina de permitir la expansión de la libertad económica y el robustecimiento de sistemas de leyes universales, donde las obligaciones para con el Estado estén fundadas primero que nada en el derecho individual de mujeres y hombres libres a ser dueños de su destino, de lo que producen como empleados, como empresarios o de lo  que comercian. Claro está, dentro de sensatas regulaciones fundamentales para dar garantías al consumo dentro de parámetros de cuidado de la salud del colectivo, y de los bienes comunes ambientales.

Hoy les exhorto a que no nos dejemos distraer  por grotescas operaciones distractivas de sensacionalismo mediático como el insulto al rey Felipe VI, que ha resultado ser un jefe de Estado de gran magnanimidad. El absurdo asunto del perdón de crímenes históricos, de tiempos y gobernantes antepasados, para hacernos voltear y descuidar el objetivo para confundirnos sobre lo más importante y más urgente que es devolver a todos los países de América a la senda democrática y para alcanzar el progreso mediante el intercambio económico mundial. Lo que se necesita es mejorar mucho más que nunca el desempeño económico de México, Colombia, Brasil y Venezuela; y que junto con Estados Unidos y Canadá en América, y España y Francia como nuestras naturales puertas de entrada a Europa, permitan dar respuesta a la desesperanza de países que como Venezuela y Haití se hunden en una anomia inhumana. Las esperanzas de progreso en nuestros países deben lograrse para detener las oleadas migratorias que huyen para escapar a tan desolador panorama.

La verdad es que ante las anti históricas payasadas con que nos pretenden seguir distrayendo los gobiernos alineados  de países que han caído en el plan estratégico del Foro de Sao Paulo y Puebla, como México, Brasil, Colombia y Venezuela, nos toca ser defensores del conocimiento y de la libertad del ser humano. Los demócratas del mundo tenemos que unirnos para recibir y  transmitir conocimientos y experiencias desde “países del viejo mundo” que como España lograron su superación, independencia y libertad desde aquella Hispania romana y de un gran desarrollo institucional , pasando por casi ocho siglos de dominación árabe hasta el mismo año de 1492, cuando Isabel la católica del reino de Castilla y Fernando del reino de Aragón juntos liberaron sus naciones y apoyaron la maravillosa expedición de Cristóbal Colón a un “nuevo mundo”, trayéndonos con la colonización de América un proceso extraordinario de transformación e intercambio de la nueva y cambiante humanidad hasta entonces conocida.

catedrainternacionallibertad@gmail.com / gonzalezdelcas

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