El lector, quizá, habrá estado envuelto en, o presenciado, una conversación que a modo de ejemplo va así: uno de los interlocutores, trabajador en una empresa venezolana, afirma “me fui de allí porque me pagaban muy poco» y el otro interlocutor responde “define muy poco». Y es que lo que es muy poco para unos puede ser mucho para otros, de allí la solicitud de mayor claridad y significado.

Las definiciones captan diferentes aspectos de la realidad y su significado y las hay de varios tipos. Merrilee H. Salmon, en su libro titulado Introduction to logic and critical thinking (Wadsworth, Cengage Learning, 6th edition, Boston, MA, 2013) le dedica una sección entera al tema de las definiciones y su relación con el lenguaje y la argumentación.

Salmon, ya retirada, es Profesora Emérita de Historia y Filosofía de la Ciencia, en la Facultad de Filosofía y Antropología de la Universidad de Pittsburgh, en Pensilvania, Estados Unidos.

Según Salmon y con relación a las definiciones, las hay ostensivas, intencionales, las específicamente diseñadas para transmitir fuerza emotiva, las hay sintácticas, las hay implícitas, las hay teóricas y las hay operacionales, amén de otros subtipos.

El caso es que cuando somos conscientes de los diferentes tipos y propósitos de las definiciones, podemos expresar nuestras ideas con mayor claridad, evaluar los argumentos con más cuidado y evitar algunos errores comunes en el razonamiento.

El punto de la definición es importante y constituye un tema que todavía persiste en el caso del pensamiento crítico: ¿Qué es pensamiento crítico?

En opinión de Christopher Dwyer la definición de pensamiento crítico es uno de sus aspectos más frustrantes en la investigación sobre este tema. En palabras del propio Dwyer: ¿Cómo se puede investigar algo, y mucho menos enseñarlo, si no sabemos qué es?

Dwyer es Psicólogo y PhD en Psicología, ambos títulos obtenidos en la Universidad Nacional de Irlanda, en Galway, Irlanda. Se desempeña como profesor asistente (lecturer) en Psicología Aplicada en el Instituto de Tecnología de Athlone, Irlanda y como Investigador Senior en la Universidad Tecnológica de Shannon también en Irlanda.

Para Dwyer, el pensamiento crítico es «un proceso metacognitivo (autoconsciente), que consiste en habilidades y disposiciones que, cuando se aplican a través de un juicio reflexivo, autorregulador y con propósito, aumentan las posibilidades de producir una solución lógica a un problema o una conclusión válida a un argumento».

Ahora bien, Dwyer reconoce que presentar al pensamiento crítico con tal definición en un taller, a una audiencia amplia y no académica, puede resultar en una definición un tanto «inaccesible». En consecuencia y a lo largo de los años ha acumulado varias descripciones simplificadas de pensamiento crítico.

Más aun, en una oportunidad le preguntaron si podía explicar o describir el pensamiento crítico dentro de los límites de 140 caracteres. Con la expresa intención de responder en mente escribió, por allá por el año 2020, un artículo en la revista Psychology Today titulado «9 descripciones del pensamiento crítico en 140 caracteres». El lector debe apreciar que Dwyer utilizo la palabra «descripción» y no la palabra «definición» ello, en mi juicio, con la finalidad expresa de evitar consecuencias negativas en el futuro con una internet en donde el «copy-paste» y la «repetición sin citar fuentes”, son el rey y la reina, respectivamente. He aquí las 9 descripciones de pensamiento crítico:

1) Jugando al abogado del diablo (25 caracteres);

2) Tómate tu tiempo y ten cuidado al pensar (33 caracteres);

3) Dejando la emoción en la puerta (26 caracteres)

4) La aplicación de habilidades, disposiciones y juicio reflexivo específicos para sacar una conclusión o resolver un problema (107 caracteres).

Dwyer afirma que las tres primeras no son precisas y son más bien problemáticas porque no explican el pensamiento crítico. En cuanto a la cuarta, Dwyer afirma que es «vaga y no exhaustiva». Para las restantes 5 descripciones, Dwyer hace un ejercicio descriptivo ampliado apoyado en la cuarta descripción para hacerla menos vaga. Notar que Dwyer, en lo que sigue, se apalanca en la palabra «habilidad»:

5) Habilidad que implica la identificación de la estructura de un argumento, el papel que desempeñan las proposiciones en él, así como sus fuentes (121 caracteres)

6) Habilidad para evaluar las fortalezas y debilidades de un argumento en cuanto a credibilidad, relevancia, fortaleza lógica, equilibrio y sesgos (124 caracteres)

7) Habilidad para reunir pruebas y sacar una conclusión razonable (54 caracteres)

8) Inclinación, tendencia o voluntad de realizar las habilidades necesarias (64 caracteres)

9) Comprender la naturaleza y los límites del conocimiento y cómo esto puede influir en la defensa del razonamiento y su posible falsificación (118 caracteres)

Finalizado su ejercicio descriptivo, Dwyer concluye que resulta muy difícil explicar en qué consiste el pensamiento crítico a audiencias no académicas.

Todo lo anterior me lleva a aquella anécdota relacionada con Albert Einstein (1879-1955) y la Teoría de la Relatividad. Aclaro que hay muchas de estas anécdotas que si bien no son ciertas, forman parte de una suerte de “folklore” tejido alrededor de Einstein. Con relación a la anécdota que sigue, no he comprobado si es o no cierta (y tampoco lo haré).

En una oportunidad, un periodista le preguntó a Einstein: “¿Me puede explicar usted la Teoría de la Relatividad?”. Y Einstein le contestó: “¿Me puede explicar usted cómo se fríe un huevo?”. El periodista lo miró extrañado y le contestó: “Pues, sí, sí que puedo”. A lo cual Einstein replicó: “Bueno, pues hágalo, pero imaginando que yo no sé lo que es un huevo, ni una sartén, ni el aceite, ni el fuego”.

Los conceptos clave para poder entender una definición de pensamiento crítico abarcan términos como «metacognitivo», «habilidades», «disposiciones», «juicios reflexivos», “autorregulación”, «problema», «argumento», «sesgos» y «falacias».

El caso es que no existe una manera sencilla de explicar ciertas cosas a una persona que no tenga conocimientos previos. Y eso es lo que frecuentemente esperan las audiencias amplias y no académicas así como también, algunos alumnos en clase que se ubican impacientes y ansiosos ante el conocimiento.

 


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