Es increíble ver lo que está ocurriendo en esta campaña. La izquierda anda desesperada por la búsqueda de votos y está tomando como bandera la mentira para la conquista del electorado.
Es imposible no asociarlo con la dictadura venezolana que tan bien conozco. Las corrientes revolucionarias venezolanas siempre utilizaron la mentira como base fundamental de la estrategia política.
Este tipo de estrategias calan profundamente en la sociedad, sobre todo en la desinformada. El mensaje que se transmite, negativo por lo general, circula con mayor fuerza que los positivos o prepositivos.
La estrategia es clara: buscan llamar la atención, visualizar a su candidato. Por su lado, la gestión de Isabel Díaz Ayuso es una propaganda mucho más fuerte que la demagogia, y que las palabras vacías de una izquierda desgastada por su populismo y por sus ataques constantes a Madrid.
El gran problema es, y será, que la izquierda cree que el pueblo es tonto; buscan minar nuestras mentes con palabras sin contenido, sin conocer nuestra idiosincrasia y sin pisar Madrid como nosotros sí la pisamos.
La presidenta, el alcalde, los concejales y los diputados caminan diariamente por las calles de esta ciudad; nosotros sabemos, conocemos y padecemos todo lo que ocurre en esta comunidad. El presidente del gobierno poco se baja del coche oficial, poco sabe de lo que vivimos e intenta destruir una comunidad pujante solo por el hecho de no tener la confianza de sus ciudadanos, ni de la cámara.
El objetivo es destruir todo lo que se ha construido. Buscan apoderarse de la capital, porque así lograrían parte de sus planes.
Si la izquierda se hace con Madrid, traería una inestabilidad total en nuestra forma de vida, en nuestra economía, en nuestra propiedad, en la forma como queremos educar a nuestros hijos; simplemente traerían la misma inestabilidad que hay en el gobierno nacional a una de las pocas comunidades que está creciendo de forma sostenible, aunque estemos atravesando una pandemia. La libertad está en juego.
Ahora ¿qué debemos hacer los que apoyamos a Díaz Ayuso? Es muy simple: hacer caso omiso a la diatriba generada por la oposición madrileña. No hay mejor forma de vender la candidatura, que destacando la gestión, la gran gestión, hecha por la presidenta, sus consejeros y los diputados madrileños.
La mejor opción, la que nos da estabilidad y nos orienta al crecimiento madrileño, es darle nuestro apoyo a las siglas del PP (Partido Popular). Si llegamos a gobernar en solitario, no habrá ni un ápice de inestabilidad política.
De la estabilidad viene la tranquilidad, de la tranquilidad viene el trabajo, y del trabajo viene el bienestar. Garantizar un gobierno en solitario es garantizar una comunidad con menos ruido político y más soluciones.
Han sido 25 años de grandes gestiones en Madrid y ahora somos el pulmón económico de España. Estoy seguro de que, si ganamos, lograremos ser el pulmón económico de Europa.