La lucha debe continuar. Más allá de un eslogan político vacío, los últimos sucesos referentes a la Oficina Nacional de Presupuesto dejan ver dos cosas fundamentales: 1) hay capacidad y voluntad de lucha cuando el objetivo es concreto. 2) el régimen no es tan fuerte como aparenta ser.
A pesar que con la lucha cívica y la protesta pacífica se logró el pago de los bonos vacacionales de los trabajadores, la exigencia es mucho más profunda; es la derogación total del instructivo de la Onapre, como castrador de derechos laborales; y aún más allá, es alzar la bandera de la lucha cívica y constitucional para el logro de un cambio de gobierno.
Los trabajadores que se fueron a las calles no son nada menos que la representación del grueso de la población. Son aquellos que devengan poco menos de 30 dólares mensuales, que representa el sueldo más bajo de América Latina. Son los venezolanos que tienen que combinar oficio, comercio y actividades extras para llegar a fin de mes.
La jornada de protesta contra la Onapre debe invitar a los partidos políticos a hacer un ejercicio crítico, para buscar la manera de acompañar y orientar al pueblo en sus luchas reivindicativas, pues esto es solo una señal de que la población está dispuesta a movilizarse cuando la lucha tiene objetivos claros.
Atrás debemos dejar las consignas al vacío. Los discursos aéreos que hablan de libertades, sin tener anclado un objetivo concreto, palpable, evaluable. Hablemos, por ejemplo, del casi 50% de insuficiencia de insumos en los hospitales, según el Observatorio Nacional de Hospitales; discutamos sobre la tasa de desempleo en Venezuela, que según la ONU es la más alta del mundo.
Recordemos que según un estudio del Banco Mundial, Venezuela registró una inflación alimentaria de 155% entre julio de 2021 hasta julio de 2022, la tercera más grande del mundo.
En fin, el marketing barato, los conciertos gratis y la algarabía en Instagram no quitan el hambre. Los números son claros. Los números nos dicen que la mayoría de los venezolanos somos pobres y estamos en condiciones de precariedad, pero sobre todo estamos dispuestos a la lucha.
El objetivo hoy es definitivamente las primarias del año que viene. Usemos todo lo que esté a nuestro alcance para ir juntos a un escenario electoral que nos saque de esta pesadilla.