Mucha agua corrió bajo el puente en la lucha de la mujer. Capítulos dramáticos, sociedades arcaicas le cerraban el paso. Sin embargo, persistían en sus sueños de igualdad. Una sociedad donde prevaleciera la justicia era su norte. Muerte y cárceles se atravesaron el camino, mentes retrógradas se aferraban en mantenerlas sumidas en la esclavitud. Fueron rompiendo cercos hasta obtener algunos reconocimientos.
Años después en nuestro indómito Caribe se inicia una rebelión surgida del pensamiento avanzado de unas féminas incomparables. Su fuerza estaba en las manos, como aquel corazón desprendido, que se aferraba a la vida mientras las injusticias eran el desayuno de cada día.
Minerva Mirabal era una persistente luchadora por los derechos de la mujer en plena dictadura del siniestro Rafael Leónidas Trujillo, aquel sátrapa dominicano acostumbrado a ahogar con sangre los asomos de libertad. Sus hermanas Patria y María Teresa la acompañaron en sus arriesgadas actividades. Ellas fueron llamadas “las Mariposas”, eran mujeres universitarias con un buen estatus de vida. Eso no les impidió enfrentarlo todo por lograr beneficios para aquellas que carecían de lo indispensable. Mientras los hombres callaron, las mujeres dominicanas hablaron, impulsadas por la rebeldía de las Mirabal.
El 24 de noviembre de 1960 Minerva Mirabal y sus hermanas son secuestradas por un grupo armado del gobierno. Un día después son encontradas en el fondo de un barranco. Su cuerpo despedazado mostraba un odio visceral de un animal burócrata que perseguía arrancar de raíz la lucha que había iniciado. “Si me matan sacaré las manos de la tumba y seré más fuerte”. Aquella predicción se fue cumpliendo paulatinamente, mientras aclaraba el día para potenciar la justicia.
Trujillo cayó como todo represor. Las mujeres del planeta honraron su legado histórico hasta conquistar espacios. En 1975 la ONU decreta el Día Mundial de la Mujer. Aquel logro era el resultado de siglos de lucha.
Años después, en homenaje a las Mirabal, se oficializó el día de la no violencia contra la mujer, es imposible que ambas conmemoraciones no sean parte de la misma lucha, que prosigue en la búsqueda de la igualdad plena.
La mujer campesina
Las profundas injusticias en el campo se multiplican en la vida de la mujer rural. Siempre fue vista como alguien atrapada entre las tapias de un fogón. Sus derechos se mantuvieron como atrapados por años. Su trabajo es subestimado y poco remunerado. En la mayoría de los países no son dueñas de la tierra, y las que lo logran, son extensiones pequeñas con poco apoyo crediticio. En América contamos con 58 millones de mujeres campesinas. Solo 30% por ciento posee tierras agrícolas, apenas 5% recibe asistencia técnica. Por la tradicional discriminación sus voces son poco escuchadas. Si hablamos de la violencia esta sigue incrementándose de manera dramática. La violencia contra la mujer es un problema mundial. Afecta el tercio de la población del planeta, en el campo es mayor este problema. Vulnera los derechos fundamentales de participación en la sociedad afectando su salud física y mental. Ante esta cruda realidad deben articularse esfuerzos para crear redes de atención en diferentes aspectos. Debemos desde lograr mayores niveles de justicia social, hasta fortalecer el ámbito psicológico. Una mujer con plenos derechos hará más sólida a la familia.
¿Cuándo una mujer es violentada?
Dentro de los tipos de violencia la Ley Orgánica sobre el Derecho de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, en su última reforma del año 2014, tiene estipulado en su artículo quince veintiún tipos de violencia. Finalizando con el feminicidio, que es la muerte de la mujer por el hecho de ser mujer. Para ilustrar les nombraremos algunas de las más conocidas. Violencia psicológica: Considerada como cualquier acto que pueda disminuir la autoestima de la mujer y que la llave a la depresión, o incluso al suicidio. Acoso u hostigamiento: Cualquier tipo de comportamiento abusivo dirigido a perseguir, intimidar o chantajear a una mujer. Amenaza: Anuncios o actos con el fin de causar un daño a futuro para intimidar a una mujer. Violencia física: Todo acto que genere un daño o sufrimiento en la mujer. Violencia doméstica: Cuando cualquier tipo de pariente o persona con la cual sostiene una relación afectiva agrede, intimida o amenaza a una mujer. Violencia sexual: Aquella conducta que vaya en contra del libre derecho que tiene la mujer de decidir sobre su sexualidad. Violencia laboral: Es aquella discriminación hacia la figura de la mujer en los centros de trabajo que obstaculicen su acceso al empleo, ascenso, estabilidad laboral, entra otras. Prostitución forzada: Cuando obligan a la mujer a realizar actos sexuales para obtener un beneficio económico. Esclavitud sexual: Cuando una mujer es vendida, intercambiada u obligada a realizar actos sexuales. Violencia patrimonial y económica: Cualquier acción dirigida a producir limitaciones económicas para controlar sus ingresos. Violencia simbólica: Cualquier tipo de mensaje o símbolo con el fin de transmitir desigualdad, discriminación y o subordinación de la mujer en la sociedad. Esterilización forzada: Cuando privan a la mujer de su capacidad biológica y reproductiva sin su consentimiento. Violencia mediática: Cuando la mujer es explotada, discriminada, deshonrada o humillada a través de cualquier medio de comunicación. Como podemos ver, el abanico de abusos es sumamente amplio y peligroso.
¿Con la cuarentena se ha incrementado las cifras de violencia?
Es evidente que en estos tiempos de pandemia aumentó la violencia contra la mujer. Desgraciadamente la víctima muchas veces convive con el violentador. Cuando acude a las autoridades se fijan unas pautas que no cumple el agresor. Además de conseguirse con cuerpos de seguridad donde están en cuarentena, no existen suficientes funcionarios, donde existen posibilidades no tienen patrullas disponibles por desperfectos mecánicos, o por falta de gasolina, todas estas variables contribuyen a recrudecer el cuadro.
¿Cómo es la incidencia en el medio rural?
La mujer campesina es la más desprotegida, la de mayor vulnerabilidad, dado que no cuenta con transporte para salir de esas zonas tan lejanas donde viven para llegar hasta las oficinas que atienden a las víctimas. Sin embargo, existen muchas organizaciones que se ocupan de esos casos, tal como la que representamos, el Centro de Justicia y Paz (Cepaz). Nos hemos dedicado al empoderamiento de las mujeres. Hoy en día contamos con un servicio de atención psicolegal para las víctimas en una alianza que tenemos con Fundamujer. Igualmente, Acción Campesina para brindarles las herramientas necesarias en estos casos. Desgraciadamente, somos muy pocas las organizaciones que luchamos contra esta distorsión.
¿Cómo podemos combatir esto?
En primer lugar es el Estado el que tiene la obligación indeclinable de adoptar todas las medidas administrativas judiciales y de cualquier otra índole que sean necesarias y apropiadas para asegurar el cumplimiento de esa ley. El garantizarse el derecho a las mujeres víctimas. No obstante, sabemos que la realidad país nos muestra un escenario muy adverso. Una es la falta de conocimiento que tienen nuestros funcionarios para manejar adecuadamente estos casos. Es fundamental la educación. Que la mujer no calle por miedo, que su voz no la apague la muerte.
Noticias Relacionadas
El periodismo independiente necesita del apoyo de sus lectores para continuar y garantizar que las noticias incómodas que no quieren que leas, sigan estando a tu alcance. ¡Hoy, con tu apoyo, seguiremos trabajando arduamente por un periodismo libre de censuras!
Apoya a El Nacional