OPINIÓN

El inicio de la conquista de Filipinas: el Imperio del Sol Naciente (IV)

por Carlos Balladares Castillo Carlos Balladares Castillo

“A poco tiempo de haber cumplido cinco años Japón atacó a la Armada de Estados Unidos en Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941. A principios de enero de 1942 las tropas japonesas entraron en Manila en perfecta formación y sobre bicicletas. Las autoridades de la capital filipina la habían declarado ciudad abierta para evitar los devastadores efectos de la guerra.(…) Recuerdo a familiares viviendo en esos días en el negocio de mi padre, turnándose durante la nocheen la guardia, armados, para evitar el pillaje desenfrenado a las que se habían dedicado las turbas una vez que la ciudad careció de autoridad reconocida.

(…) La primera confiscación ocurrió a los días de llegar los japoneses y fue el garaje donde mi padre guardaba el camión del negocio. En ese local los soldados tenían prisionero a dos nativos. Un domingo yendo a misa con mi padre, uno de los cautivos suplicó por un poco de agua, a lo cual accedió mamá, para encontrarse con que no terminaba de servir el vaso cuando el mismo fue desprendido de su mano por uno de los guardias de un manotazo, en medio de una filípica incomprensible. La reacción de mi madre fue sacarme en volandas del lugar. Nunca la había vista tan pálida en mi vida a medida que transcurría la misa” (Rafael Rodríguez Urbina, Mosaico de recuerdos –  II Guerra Mundial en Manila (Filipinas), s/f, mimeo).

El señor Rafael Rodríguez Urbina (1936-2015) lo conocí de niño cuando nos invitó a comer “sotangjon” junto a su familia (los Rodríguez Hurtado) el primero de enero de 1983. Recuerdo que esas navidades mis dos hermanos mayores y yo habíamos afianzado la amistad con sus tres hijos varones, y al iniciar el almuerzo nos explicó que dicho plato era una tradición filipina que él mantenía como recuerdo de su infancia y país natal. No recuerdo si hablamos de la Segunda Guerra Mundial en ese entonces, aunque sí jugamos muchas veces Atari y no olvido que era muy estricto aunque con un gran sentido del humor. Gracias a Dios, a las redes sociales y a la generosidad de su segundo hijo (Guillermo) con el cual he mantenido el contacto a pesar de la distancia que impone la diáspora; pude conocer su testimonio escrito, y poco a poco les ofreceré extractos del mismo cada vez que hablemos de Filipinas.

Rafael Rodríguez Urbina fue parte de la colonia española en Filipinas, pero desde 1958 se establecería en Venezuela. La relación de España con Filipinas comienza en 1521 con la primera circunnavegación de la Tierra realizada por Fernando de Magallanes, desde ese entonces será posesión hispana asumiendo el idioma, su fe católica y cultura. Hasta la independencia de México fue gobernada por el Virreinato de Nueva España, y al igual que Venezuela tuvo una Real Compañía comercial de origen vasco. En 1898 pasaría a ser controlada por Estados Unidos debido a su victoria en la guerra hispanoamericana (en la que España perdió sus últimas colonias ultramarinas: Cuba, Puerto Rico y Filipinas). A pesar de ello se mantuvo una importante población de origen español, la cual prosperaría y atrajo a nuevos colonos, entre los cuales estaba el padre del señor Rafael, que según cuenta en su escrito poseía un comercio en la Plaza de Quiapo donde vivían llamado: “El canal de Suez”.

En nuestras primeras entregas de esta serie sobre la expansión del Japón antes y durante la Segunda Guerra Mundial, explicamos cómo a partir del ataque a Pearl Harbor comenzó una rápida ofensiva para ocupar territorios que eran en buena parte colonias europeas,con el fin de poseer los recursos necesarios para mantener en funcionamiento sus fuerzas armadas y establecer un perímetro defensivo que sirviera de factor disuasivo para los Aliados. El relato y análisis del mismo resulta complejo porque se llevó a cabo de manera simultánea, lo cual resulta asombroso porque en muchas ocasiones poseían menos soldados que los defensores. Redujo temporalmente sus ofensivas en China (no olvidemos que su presencia acá llegaba hasta Manchuria en el Norte en frontera con Mongolia y la Unión Soviética) y distribuyó divisiones con importante apoyo marítimo y de aviación, e incluso llegó a usar tanques en medio de la selva, prueba de que la Blitzkrieg no era monopolio exclusivo de los alemanes, desde la frontera con la India en Burma (actual Birmania), península malaya para cercar Singapur, Indonesia, las islas al norte de Australia (Salomón y Nueva Guinea), Hong Kong, Filipinas y también Wake y Guam (y muchas más de las Islas Marianas, Marshall, Carolinas, etc.) en el Pacífico Central. Algunas campañas son más largas que otras, de modo que las dividiremos en etapas y asumiremos una explicación cronológica.

La Campaña de Filipinas comenzó simultáneamente al ataque a Hawai pero por el huso horario es el día siguiente: 8 de diciembre de 1941 (y finalizaría el 9 de junio de 1942), esa mañana fueron bombardeados por la aviación japonesa los principales aeródromos (que poseían cerca de 150 aviones) para lograr la necesaria superioridad aérea que facilitara los desembarcos. Los japoneses duplicaban en cazas y bombarderos a los estadounidenses, pero tenían igual cantidad de tanques y la mitad de soldados. Los comandantes enfrentados eran el general Douglas MacArthur como defensor frente al teniente general Masaharu Homma. La gran diferencia entre ambos era que el soldado americano no tenía casi entrenamiento ni experiencia de combate a diferencia de los japoneses que tenían años luchando en China. En lo que respecta al ataque aéreo ocurrió lo mismo que en Pearl Harbor: una confusión burocrática y la indecisión de las máximas autoridades de Estados Unidos hizo que los bombarderos japoneses tuvieran a los B17 y P40 alineados para ser destruidos en Clark Field. En los días siguientes el caza Zero japonés era el rey de los cielos de Filipinas y de todo el Pacífico.

Filipinas es el país con mayor longitud de costa debido a que está formado por 7.107 islas que a su vez son selváticas, razón por la que facilitará el desarrollo de guerrillas. Las más importantes islas fueron ocupadas por los japoneses en un principio y fueron acorralando a las tropas filipino-estadounidenses, que por la decisión de la Conferencia de Arcadia de Washington (que analizamos en nuestras anteriores entregas) no recibieron refuerzos suficientes debido a que el esfuerzo Aliado había establecido como prioridad el Frente Europeo. El desarrollo y conclusión de la campaña de Filipinas será analizada entre mayo y junio, la próxima semana atenderemos la ocupación de Malasia. Al ser este nuestro primer artículo del 2022 les deseamos a todos nuestros lectores y editores un ¡Feliz Año! ¡Salud, paz y el logro de sus metas!