El golpe del 4 de febrero de 1992 en Venezuela además de tambalear la tranquilidad nacional, hirió de muerte a la democracia causando estragos que más de 30 años después siguen generando agonía en la nación que en otrora fue la cuna de la libertad y la democracia. Aquel evento que sirvió de trampolín político para el entonces insurgente teniente coronel Hugo Chávez se convirtió en el inicio del ocaso criollo.
Febrero es un mes que nos recuerda a los venezolanos el peligro que trae consigo llevar al poder a individuos resentidos que no creen en las instituciones ni en la democracia. Hugo Chávez llegó a Miraflores para destruir el orden constitucional y en última instancia para atornillarse en el cargo. El país se desmoronó en las manos de uno de los mayores embaucadores de nuestra historia.
Hoy el país que un día conocimos es sólo un recuerdo de la próspera y exitosa sociedad venezolana que fuimos. A pesar de nuestros problemas y de las desigualdades sociales en la Venezuela previa al chavismo existía movilidad social. Hoy apenas si puede sobrevivir nuestro pueblo: el hambre, la criminalidad, la inflación y la represión forman parte del legado de Chávez y de la obra de su pupilo Nicolás Maduro.
Votar por quien no cree en la democracia siempre será un error en cualquier nación del mundo. Quien intenta llegar al poder por las armas, jamás será una buena opción para gobernar. Tarde o temprano la represión y la violencia prevalecen en aquellos lugares en donde los golpistas ejercen el control.
Si algo debemos aprender del fracasado modelo del chavismo es a no volver a caer en las trampas del populismo. Muchos son los ejemplos de los pueblos que apuestan por quienes le ofrecen un cambio radical, sin finalmente darse cuenta de que con esa decisión se hipoteca el bienestar y el futuro de millones de seres humanos.
El día 4 de febrero de 1992 inició un proceso de descomposición cuyos efectos aún hoy golpean a la mayoría de los venezolanos. A pesar de todo cada día el país se sigue despertando y nos seguimos preguntando cómo salir de la dictadura y cómo construir el renacer nacional.
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