En América Latina y el mundo, los gobiernos autoritarios de nuestra modernísima era, preocupados por sus intereses económicos y lo “cool ” que puedan aparecer en las redes sociales, tratan de enmascarar sus violaciones a la ley y la ausencia de legitimidad para mantenerse en el poder, con todo tipo de artificios y maniobras supuestamente legales.
Esto es lo que ha sucedido en Venezuela a partir del fraude electoral del 28 de julio. nicolás maduro y su gobierno, han perpetrado un Golpe de Estado, un Golpe a la Constitución y las Leyes, desconociendo la voluntad mayoritaria del pueblo venezolano, expresada en las pasadas elecciones, que como adelantamos, sería un plebiscito en rechazo a maduro.
El madurismo, luego de su Auto-Golpe, ha quedado más debilitado que nunca. Y lo más importante, ha quedado desnudo frente al mundo. Sus apariencias democráticas y su presunción de ser un gobierno popular, en “lucha contra el imperialismo”, han quedado desenmascaradas, y ahora se muestra como lo que es: un gobierno dictatorial, con una política de derecha, cuyo único interés, es mantenerse en el poder, a pesar de tener en contra a la mayoría del pueblo.
El madurismo fracasó en su objetivo estratégico de legitimarse y lavarse la cara a nivel internacional, para lo cual, adelantaron las elecciones, hicieron todas las trampas posibles, con el objetivo de mantenerse en el poder, guardando las apariencias democráticas para confundir incautos.
La postura de los gobiernos progresistas de la Región, en particular, los de Chile, Colombia, Brasil y México, así como la mayoría de los países de nuestro hemisferio y de Europa, incluso, aquellos con factores aliados al madurismo, son una clara muestra del fracaso estratégico del madurismo en su intención de legitimar su permanencia en el poder.
Al finalizar el proceso de votación del pasado 28 de julio, en una maniobra burda, violenta y torpe, cerraron las mesas y centros electorales de manera abrupta y desaparecieron las Actas Electorales, que le daban un claro triunfo a la oposición. En horas de la madrugada, el CNE de Elvis Amoroso, declaró que maduro había “vencido” las elecciones, con la misma cara de tabla cuando dijo, el 3 de diciembre, que habían votado 10 millones de venezolanos, a favor del Referéndum sobre El Esequibo.
Al día siguiente del primer Boletín de Elvis Amoroso, y violando todos los lapsos establecidos en la Ley Electoral, nicolás maduro se autoproclama en el CNE como ganador, de la misma forma que lo hizo el dictador Carmona, aquel nefasto 12 de abril de 2012. Se perpetraba así, El Carmonazo de maduro.
Nosotros, en nuestros escritos y entrevistas, ya habíamos advertido al país que, dado el mayoritario rechazo popular, el gobierno preparaba un inmenso fraude para el 28 de julio, día del natalicio del Comandante Chávez. Igualmente, habíamos alertado cómo las decisiones del madurismo, tenían el objetivo de vulnerar la transparencia del sistema electoral.
La confiscación de partidos políticos con sus tarjetas electorales, el control sobre el sistema automatizado, las inhabilitaciones de candidatos, las modificaciones en los circuitos electorales, el impedimento al voto en el exterior y la ausencia de observación internacional, dejaron al pueblo venezolano en manos del gobierno, sin un sistema electoral transparente que garantice el voto universal y secreto, como lo establece la Constitución.
Luego, con la designación de Elvis Amoroso al frente del CNE (agosto de 2023) y de Caryslia Rodríguez (enero de 2024), como Presidenta del TSJ, nicolás maduro buscaba darle soporte “institucional” al fraude en el proceso eleccionario.
La esencia de cómo se perpetró el fraude electoral, queda en evidencia, por el hecho insólito de que a esta altura, después de una semana del proceso, el CNE no ha presentado las Actas (la constancia de votación de cada mesa), que, en todos los procesos electorales anteriores, se entregaban a todas las partes involucradas al cierre de la mesa.
Por otra parte, tal como lo denunció Enrique Márquez, candidato presidencial y ex directivo del CNE, los ingenieros del organismo electoral denunciaron que el primer boletín, dando ganador a maduro, fue elaborado fuera del CNE, y es tan burda la maniobra, que el mismo presenta graves inconsistencias numéricas, al dejar más de 2 millones de votos sin asignar a ninguno de los candidatos.
Luego de consumada la burda patraña, maduro no solo se autoproclamó, tal como hizo Carmona el 12 de abril, de manera “express” (como para que nadie se diera cuenta), sino que pide que su propio TSJ lo “ampare” y le permita dar su Auto-Golpe. Solicita, ni más ni menos, que el TSJ reconozca el fraude y su “derecho” a perpetuarse en el poder.
Con esta acción, el ahora Dictador, acude ante el máximo tribunal de la República, donde la presidenta es una connotada operadora política del madurismo (por cierto, la misma presidente de la Sala Electoral donde se hicieron las trampas antes indicadas) y el vicepresidente, Edgar Gavidia, es, nada más y nada menos, que el cuñado de Cilia Flores.
Por supuesto que, sólo los alacranes del madurismo se hicieron partícipes de esta maniobra, mientras que, la negativa de Enrique Márquez a hacerlo, quedará para nuestra historia como una postura de dignidad, que se parece mucho a aquella del ex Fiscal, Isaías Rodríguez, cuando denunció que lo que sucedía aquel 12 de abril de 2002, era un Golpe de Estado.
Así las cosas, ocurre un hecho imprevisto para la cúpula del madurismo, y es que, el 29 de julio, el pueblo pobre, los barrios de Caracas, el pueblo de la Venezuela profunda, los humildes de nuestra patria, salieron de manera espontánea a manifestar su rechazo en las calles de todo el país. No era el “Este” quien se manifestaba, sino el pueblo de las zonas populares, quien lo hacía.
Ésto indica algo que hemos dicho de manera reiterada: el madurismo, no es chavismo; y en estas elecciones se demostró que la base social del chavismo votó en contra de maduro.
Este hecho es de una relevancia capital, para entender que existe un importante segmento del pueblo venezolano, chavista, que está en contra del gobierno de maduro y de sus políticas, y que no cuenta con una dirección política que lo represente cabalmente, y que, sin Chávez, quedaron a la deriva.
Para la izquierda y el movimiento popular, incluso, para aquellos que aún se mantienen apoyando a nicolás maduro, la coyuntura electoral expresó, de manera irrefutable, que el pueblo chavista, así como, el resto de los sectores sociales, están en contra de maduro, porque lo identifican claramente como el único responsable de la terrible crisis del país. Éste es un gobierno profundamente antipopular y autoritario, “El que tenga ojos que vea…”
Resulta ilustrativo de esta nueva realidad, que los únicos que aplauden y guardan silencio en relación con el Golpe de maduro, sean Fedecámaras, las transnacionales y la nueva burguesía revolucionaria.
Ante las protestas populares sucedidas el 29 de julio y toda esta semana, la actuación violenta del gobierno, se parece mucho a lo sucedido el 12 y 13 de abril de 2002. Qué paradoja, el madurismo, sus fuerzas policiales y parapoliciales, se lanzaron a los barrios a reprimir, a llevarse preso a quien fuera, sacando muchachos de los ranchos y casas humildes, tal como hacía la Policía Metropolitana en esos infames días del 12 de abril.
Han declarado un Estado de Sitio de Facto, hay comunidades y barrios enteros que tienen prohibido salir de sus casas, mientras las fuerzas policiales detienen a cualquier ciudadano que se desplace por las calles, revisan sus teléfonos y, si a un policía le parece que el ciudadano es “sospechoso” de cualquier cosa, se lo llevan detenido arbitrariamente.
El que protesta TIENE EL DERECHO DE HACERLO, esto no lo convierte en terrorista, ni agente del imperialismo, ni en enemigo del país.
Lo que el madurismo no quiere es que el pueblo esté en la calle, imponen el miedo para evitar la participación popular en exigir el respeto a sus derechos. Han criminalizado la participación política, incluso, se están llevando de sus casas a los que participaron como testigos electorales de la oposición.
Además, tal como sucedió durante el gobierno de Carmona, las fuerzas policiales y organismos de inteligencia, han estado deteniendo dirigentes políticos y activistas de la oposición; a estas alturas, existen más de 13 desapariciones forzadas, 1.000 detenciones políticas y, lamentablemente, más de 17 muertos, mientras maduro promete que hará más cárceles (lo único que ha hecho) para seguir encerrando venezolanos.
Para que no faltara ningún elemento del Carmonazo de maduro, a la Embajada de Argentina, donde dirigentes de la oposición buscaron refugio político, le cortaron la luz y el agua, tal como sucedió el 12 de abril, durante el asedio de los golpistas a la Embajada de Cuba.
Estas similitudes entre El Carmonazo y el golpe de maduro hay que hacerlas, porque es que en el país no pueden haber sectores políticos que justifiquen la violación de la Constitución, más aún, bajo la vigencia de un Texto Constitucional Garantista por esencia, como el nuestro, donde queda bien claro que la soberanía reside intransferiblemente en el pueblo, que la ejerce a través del voto. La Constitución debe prevalecer por encima de cualquier interés grupal.
Los desafortunados y repudiables incidentes del derrumbe de algunas estatuas del presidente Chávez, indican (aunque en estos hechos siempre hay incitaciones de todo tipo) la molestia por el fraude, por la situación general de angustia, por la crisis del país, y ven en ellas símbolos del poder madurista, algo que es absolutamente falso e injusto.
Por cierto, habría que decir, que esas estatuas fueron puestas por el madurismo para manipular al pueblo. Me consta que Chávez no quería estatuas, ni siquiera aceptaba reconocimientos; era un hombre muy humilde, que sabía que actuaba por su deber, sin esperar nada a cambio.
Chávez no es responsable de lo que ha hecho maduro, al contrario, siempre se subordinó a la Constitución y a las decisiones del pueblo y nunca temió a los resultados electorales; por eso, se sometió al Referéndum Revocatorio de 2004 y aceptó, de inmediato, la derrota electoral en la aprobación de la Reforma Constitucional de 2007. Era un hombre íntegro y si estuviera vivo hubiese sido el primero en poner a maduro en su sitio.
Cuando el madurismo utiliza a Chávez como una franquicia, cuando abusa de su nombre y lo usa para destruir el país y llevar al pueblo a la miseria y a la desesperación, cuando destruye la idea, crea las condiciones para que la molestia y el rechazo popular al madurismo se exprese de esa manera, y abre las puertas a cualquier desenlace fascista.
En relación con la confusión para algunos sectores de izquierda en la región, y para reiterar que el gobierno de maduro actúa en dirección contraria a Chávez, la expresidenta Cristina Kirchner fue muy clara, cuando pidió el pasado sábado de manera sencilla y clara que: “…por el propio legado del presidente Chávez, que se publiquen las actas electorales”.
Es en este punto donde el rol de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana es fundamental para el futuro del país. Es ella a quien el texto constitucional otorga la responsabilidad de su preservación. Nada puede justificar su violación y, mucho menos, que se apunten las armas de la República contra su propio pueblo.
El Alto Mando Militar se equivoca cuando da un cheque en blanco a maduro y utiliza sus armas para mantenerlo en el poder. No puede actuar como aquellos que apoyaron a Carmona Estanga durante el golpe de Estado de 2002. Por el contrario, la Fuerza Armada Nacional Bolivariana, los oficiales y soldados patriotas tienen que asumir la postura que nos permitió restablecer el Hilo Constitucional el 13 de abril junto al pueblo.
El daño que el gobierno de maduro hace, no sólo a la Constitución y los principios fundamentales del bolivarianismo, siendo el más importante el de la soberanía e independencia nacional como un concepto que incluye desde lo territorial, lo político hasta lo económico, le otorga a la FANB un papel fundamental en esta crisis.
Hay un tema que nadie se atreve a exponer públicamente y que es una realidad ahora evidente: la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y amplios sectores del chavismo, a pesar de estar en desacuerdo con lo que ha hecho maduro, con sus políticas y su gobierno, no se sienten seguros con el liderazgo opositor, por lo menos, de aquellos que han capitalizado el descontento popular.
Es por ello que, más allá de “garantías personales”, que es lo que piden los jerarcas del madurismo, lo que se debe garantizar es la vigencia de la Constitución y las leyes, los avances y conquistas fundamentales del pueblo, la soberanía integral de la patria, el control sobre el petróleo y la misma existencia de las FANB.
Si bien es cierto que la FANB debe acatar la decisión del pueblo y, más allá de sus propias aprehensiones, respetar y preservar la Constitución e institucionalidad del país, en el más profundo sentido bolivariano y chavista del término, también es cierto que deben otorgarse las garantías y seguridades expresadas anteriormente.
Pase lo que pase en estos días, es evidente que el gobierno de maduro ha pasado a una fase dictatorial abierta; esto, a pesar de lo que digan o hagan sus operadores nacionales e internacionales, incluyendo las transnacionales petroleras. Aquí nada se normalizó, ni se arregló, como le gusta decir al madurismo; al contrario, todo está más desajustado e insostenible que nunca.
Lo que existe es la agonía del modelo del madurismo que ahora se profundiza, con una falta de legitimidad enorme y la erosión de cualquier vestigio de legalidad o democracia.
Las elecciones en sí mismas no resuelven esta crisis, nosotros lo hemos señalado: lo importante es el día siguiente, la posibilidad de mantener la gobernabilidad del país, y abrir los cauces de la participación política con plenas garantías y derechos para que el pueblo asuma la conducción de su futuro.
Es por ello, que resulta evidente que la tarea de restablecer la Constitución y la soberanía popular sobre nuestros propios asuntos, no es exclusiva de un solo sector político y menos de una persona. Se debe incluir a todo el país y, en particular, al chavismo.
El chavismo debe participar activamente en la derrota del madurismo, para volver al Hilo Constitucional y al camino de Chávez. La inmensa confusión existente y la ausencia de liderazgo e ideas claras, sólo indica la necesidad de construir una vanguardia, un movimiento que represente al chavismo y al campo bolivariano, que se ponga al lado del pueblo.
Un elemento que emerge de esta crisis, como una inmensa realidad que no puede ignorarse, es que el chavismo existe, está en el pueblo y en la Fuerza Armada y se ha expresado (el componente civil) en contra del madurismo. El chavismo es una fuerza social y política muy importante, por lo que debe asumir su espacio y participar, junto al resto de los sectores políticos y sociales del país, en el proceso de restablecimiento de la Constitución y las leyes, e interpretar, correctamente, y conducir, el sentimiento popular de cansancio y rechazo al gobierno y la situación actual.