OPINIÓN

¡El futuro político de Venezuela!

por Marcos Hernández López Marcos Hernández López

Maduro Ucrania

Si hacemos una comprensión sobre la etimología de la palabra «futuro», es evidente que Maduro no la conoce o de manera inducida no la quiere conocer. Se revela en su conducta, en sus decisiones, discursos, más cuando agota todos sus esfuerzos en imponer su voluntad muchas veces irracional por encima del sentido común, es decir, imponerla a toda costa, sin importar la descalificación inmediata en diversos temas que tienen mucha trascendencia para el bienestar del país. Maduro y sus colaboradores inmediatos construyen todo un entramado socio histórico que apunta a que después de su gestión vendría la nada o el caos. Pero, Maduro está atrapado en su propio laberinto; no busca salidas a las problemáticas existentes, derivándose un desperdicio para todos los venezolanos, que bajo su conducción del país perdimos la posibilidad de convertir una Venezuela apuntalada con todos sus recursos en una potencia y no de slogan. La realidad lo que convoca es a una verdadera reflexión sobre nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro inmediato… Maduro vestido de militar busca mayor respeto y se mueve discretamente convencido que está en guerra, sólo eso entiende.

En su complicación ante la realidad Nicolás Maduro se mueve nacional e internacionalmente en busca aliados y explora continuamente la activación del diálogo o diálogos inducidos, renunciando a ver el “bosque” de la crisis económica y política que transita el país…lo grave, el futuro es incierto, el futuro existe, Maduro finge miopía, esta ceguera perturba su lógica al momento de intentar hacer una comprensión final, percibiendo la naturaleza de la magnitud de la crisis país.

Existen diversas premisas del desastre económico de socialismo siglo XXI, además hay toda la acumulación de contradicciones innecesarias y arrogancias ha creado toda una situación insostenible para el heredero de Chávez. Sus niveles de popularidad se mueven en menos 15%. Según nuestros de estudios de opinión nacional 8 de cada 10 venezolanos no lo toleran o se burlan de sus narrativas e incapacidad. Un significativo capital político chavista sabe que Maduro ha hundido al país. Varios dirigentes del Partido Socialista Unido de Venezuela y movimientos revolucionarios lo consideran incapaz de salvar el legado del “comandante eterno”. Sin embargo, haciendo una aprehensión de los muchos análisis sobre los resultados y posturas de la oposición queda revelado que la oposición venezolana dio como un hecho que el desastre en lo económico y la compleja crisis humanitaria conducirían a fuertes protestas en las calles, y más con las sanciones y el bloqueo económico por parte de Estados Unidos, posibilitarían un inminente cambio político. No obstante, esto no solo no ha ocurrido, sino que la oposición se encuentra debilitada, dividida, mientras el gobierno de Maduro ha logrado sobrevivir adaptándose a una de las peores crisis de la historia venezolana mediante la el modelo económico de “liberalización” de la economía y el fortalecimiento del control social y la militarización, ahora en el marco de la pandemia del covid 19

Ante el futuro, pareciera que Maduro está resuelto a que el país se entierre junto con su proyecto revolucionario. Es axiomático, por ahora el Maduro no se muestra dispuesto a negociar nada que complique su permanencia en el poder y seguirá aferrado a su sueño del Estado comunal. Sus manifestaciones son tangibles, está convencido de no ceder a las presiones internacionales y menos nacionales para que se abra los espacios de cambios necesarios; los máximos dirigentes rojos repiten en sus discursos que la revolución no está tan mal como dicen los enemigos políticos de la oposición G4, por ejemplo, la guerra económica y la ayuda humanitaria se tratan de problemas inducidos, es parte de una estrategia para desmontar el régimen Nicolás Maduro. Es incuestionable, que las diferentes narrativas de los máximos voceros del gobierno se apoyan en la psicología inversa, que sólo modela una mixtura de cinismo irritante, aproximado a lo patológico del discurso. Son muchos los sarcasmos de mal gusto en tiempos de la pandemia sobre el tema alimentario, económico, social …. que hacen los funcionarios y líderes políticos del gobierno, solamente consiguen el repudio casi unánime del pueblo venezolano.

En síntesis, este gobierno muestra una rudeza en sus acciones políticas; Maduro y su gobierno bajo ese enfoque pragmático no tienen futuro, la contradicción es que condena que sus ciudadanos reclamen y luchen por un futuro mejor para Venezuela… según la historia, según la situación actual no hay otro camino de lucha democrática: la calle es el camino hacia la libertad.

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